Ola de atentados en Irak cobra 64 vidas en ocho provincias

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Seis después de que las últimas tropas de combate de Estados Unidos salieran de territorio iraquí, cediendo el mando de la seguridad al ejército y la policía locales, la ola de violencia sigue en aumento en este país árabe, donde al menos ayer 64 personas murieron, entre ellas mujeres y niños, y 219 resultaron heridas, al registrarse una decena de ataques y atentados, presuntamente con coches-bomba donde al menos cuatro de los objetivos fueron comisarías de la policía en ocho provincias del país, reportaron las autoridades.

Informes de la policía señalan que el atentado más mortífero con uno de los 14 coches-bomba utilizados se registró en Al Kut, capital de la provincia de Wasit, al sur de Bagdad, donde al menos 23 personas perdieron la vida y otras 60 resultaron heridas en un ataque suicida contra la comisaría central de la ciudad.

Según las fuentes, un terrorista empotró un coche-bomba que conducía contra las dependencias policiales. En un ataque similar, contra otra comisaría ubicada en el barrio de El Cairo, en el noreste de Bagdad, al menos 15 personas fallecieron y 58 resultaron heridas.

OBJETIVOS. En Karbalá, también al sur de la capital iraquí, el estallido de un vehículo cargado con explosivos cerca de otra comisaría en el barrio de Al Naser dejó seis muertos y cuatro heridos, dos de ellos agentes.

Asimismo, varias patrullas de la policía y del ejército iraquí fueron objetivo de atentados en Faluja, al oeste de Bagdad; en la zona de Domiz, al sur de Kirkuk, al norte de la capital iraquí, y el área de Bahraz, al sur de Baquba, que dejaron cuatro muertos.

También, un puesto de control policial en el barrio bagdadí de Al Bayá, en el suroeste, fue atacado por un grupo de hombres armados que mataron a tiros a un oficial de la policía y causaron heridas a otros dos agentes.

AL QAEDA. Asimismo, se registraron atentados dispersos en otros distritos de la capital; en Mosul, al norte de Bagdad, y en Al Maqdadiya y Baladruz, al noreste de Baquba, respectivamente.

En un comunicado, el primer ministro iraquí saliente, Nuri al Maliki, apuntó a una alianza de la organización terrorista Al Qaeda y el ex partido gobernante Baas, del ex dictador Sadam Husein, como culpable de los ataques.

La Crónica de Hoy