“Emergencia” en Pemex ante el colapso de las refinerías

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El abandono paulatino y el feroz recorte al gasto de inversión en las seis refinerías de Petróleos Mexicanos exige un rescate inmediato, pues de lo contrario se colapsarán por completo, como se anunció desde febrero de 2017, según se desprende de cinco documentos internos de Pemex Transformación Industrial (PTI) a los que tuvo acceso este semanario. La situación es tan grave que la paraestatal elaboró un plan de emergencia para rescatar esos complejos, dos de los cuales se encuentran incluso sin funcionar.

Abandono de instalaciones, desinversión intencionada, recortes excesivos y pérdidas mensuales multimillonarias no sólo han provocado una baja de la producción y un aumento en los precios de las gasolinas, sino que mantienen al borde del colapso a las seis refinerías del país.

Este es el panorama que encontrará Andrés Manuel López Obrador cuando llegue a Los Pinos en Pemex Transformación Industrial (PTI), una de las ocho ramas de la paraestatal.

Un desastre económico, físico y de producción, en suma.

De acuerdo con cinco documentos internos de PTI –antes Pemex Refinación–, el pésimo estado en que se encuentran las seis refinerías provocó en junio pasado una pérdida de cuando menos 4 mil 410 millones de pesos.

Al martes 17 de julio, según el último reporte consultado por Proceso, las pérdidas llegaron a 10 mil 738 millones 230 mil pesos… en tan sólo 17 días.

Además, según el documento del PTI denominado “Objetivo del proyecto de confiabilidad y seguridad de servicios principales”, fechado en febrero de 2017, el primer objetivo era “implementar soluciones inmediatas”; es decir, invertir “15 mil millones de pesos por refinería” con el propósito de “evitar colapsos de refinerías”.

Y, como segundo paso, se previó “implementar soluciones a corto y mediano plazos (es decir, invertir) 10 mil millones de dólares por refinería” para “alcanzar una disminución del 2% de paros no programados”.

El programa, según se desprende de los dos reportes internos de junio y julio de 2018, no se cumplió, pues las pérdidas han sido multimillonarias.

Debido al desastre operativo, para el consumo diario de gasolina sólo el 32% se produce en país; el 68% restante es importado, indican los datos oficiales al corte de mayo último.

En el primer año de la administración de Enrique Peña Nieto la relación era a la inversa: 55 % de las gasolinas se producían aquí y se importaba el 45%.

Recortar para desaparecer

A la mitad del sexenio de Peña Nieto, las refinerías de Ciudad Madero, Minatitlán, Cadereyta, Salamanca, Tula y Salina Cruz operaban entre 40 y 60% de su capacidad. Al martes 17, señalan los reportes internos de Pemex, las de Madero y Minatitlán no producen ni un galón de gasolina; las cuatro restantes operan al 30% de su capacidad.

Al inicio del sexenio peñanietista el litro de gasolina magna costaba 12.12 pesos, mientras que en abril pasado su costo era de 18.25. La Premium se cotizaba entonces en 12.69 por litro; hoy en 20.30.

En 2013 México producía 2 millones 522 mil barriles diarios de crudo, así como 437 mil 300 barriles diarios de gasolina, e importaba 358 mil 700 barriles diarios de gasolina.

A mayo de 2018, la producción es de 1 millón 867 mil barriles diarios de crudo, 245 mil 600 barriles de gasolina y se importan 520 mil 200 barriles diarios de gasolina.

Pero todo tiene una causa. En el caso de la producción de gasolinas los factores son múltiples: baja producción de crudo, recorte al presupuesto en refinerías, desinversión, falta de mantenimiento e incremento en la exportación del crudo.

Fragmento del reportaje que se publica en la revista Proceso 2177, ya en circulación.

Fuente: proceso.com