Analizan sanción a jefes y rebeldes en Ciudad Juárez

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La Policía Federal investiga a 248 de sus elementos que se rebelaron y sometieron al comandante Salomón Alarcón Olvera y tres mandos medios más, en Ciudad Juárez, Chihuahua, estos cuatro últimos fueron puestos a disposición de la Procuraduría General de la República.

El titular de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Federal, Marco Tulio López Escamilla, informó que se determinó separar de su cargo a Salomón Alarcón y a los mandos medios, quienes fueron denunciados por sus subordinados de actos de corrupción y nexos con el narcotráfico.

Funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública federal dejaron claro que los cuatro jefes policiacos son indagados por la delegación de la PGR en la Ciudad de México y en las próximas horas determinará si existen o no elementos para detenerlos y ponerlos a disposición de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada.

En tanto, el Consejo de Honor y Justicia y Asuntos Internos de la PF investiga la probable responsabilidad del comandante y los mandos —Joel Ortega y Ricardo Duke Chávez, así como de otro del cual no se ha revelado el nombre—, y de encontrárseles responsables de algún acto indebido serán dados de baja de manera inmediata.

Sin embargo, mencionó que los 248 elementos que se manifestaron contra sus superiores están bajo la lupa de la corporación policiaca para determinar si cometieron conductas irregulares.

“Esta institución llegará hasta las últimas consecuencias con base en las investigaciones y procesos administrativos contra aquellos elementos que hayan incurrido en anomalías, ya que la Policía Federal cuenta con los canales conducentes y apropiados para que todo aquel que dese expresar alguna queja o irregularidad lo haga de manera segura y confiable.

“La Unidad de Asuntos Internos proseguirá con las investigaciones pertinentes para establecer la responsabilidad de las partes en conflicto y aplicará las sanciones a que se hagan acreedores los involucrados”, advirtió López.

Indicó que existen cuatro posibles sanciones para aplicar a los agentes rebeldes, en caso de encontrar alguna responsabilidad, mismas que van desde una simple amonestación, pasando por la suspensión, la remoción y hasta el cese definitivo.

Subrayó que este problema derivó de un conflicto personal entre el comandante Salomón Alarcón y el agente Víctor Dzib, el cual trascendió al ámbito laboral.

El titular de la Unidad de Asuntos Internos intentó minimizar el hecho diciendo que un comandante de sector es uno de los cargos más bajos dentro de la Policía Federal (mandos que tienen bajo a su cargo a 300 personas).

El sábado pasado, durante más de diez horas, los 248 elementos se rebelaron frente al hotel en quese hospedaban los mandos y los sometieron a golpes.

Mientras se investiga a los participantes en la protesta, llegaron alrededor de 100 federales y varios mandos para reforzar las acciones de seguridad.

Milenio