Salud: Espejo de contradicciones: Joel Hernández Santiago*

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  • “¡Que hable la ciencia!” ha declarado enfático, en distintos momentos el Presidente Andrés Manuel López Obrador, para dejar en manos del sub Secretario de Salud, Hugo López-Gatell la responsabilidad de coordinar en México los trabajos por la Pandemia de Covid 19.

Y así ha sido. Tarde a tarde el funcionario médico y su equipo apuntan las cifras escalofriantes de incremento en el número de contagiados en México, y el creciente número de defunciones. Datos que vistos de forma puramente estadística son dramáticos, pero que significan mucho dolor y quebrante en el mismo número de familias mexicanas… o muchas más…

Pero las estrategias para paliar los efectos de esta plaga han sido nulas. Tardanza increíble en la toma de decisiones; tardanza en aceptar que la crisis ya estaba encima; contradicciones de un día para otro; vaguedad en el salir o no salir cuando la cresta de los contagios y los fallecimientos están en alto; y si alguna vez se dijo que era una coordinación nacional, luego el mismo López Gatell dijo  que sería cada estado del país el que tomará las riendas de sus propias decisiones en este asunto…

La conducción de la pandemia en México ha dejado mucho que desear a pesar de las advertencias de científicos mexicanos y de organizaciones internacionales; muchas especulaciones; muchos datos insostenibles; muchas aplicaciones de reglas estadísticas que concluyen en error y, sobre todo, ninguna estrategia seria, rigurosa y científica de cómo se debe mover y comportar una sociedad para disminuir la catástrofe de miles.

Eso es: la queja en las semanas recientes es el espejo de contradicciones en las que ha caído el doctor López-Gatell y su equipo. Un día, como fue el 3 de marzo, prohibió hacer pruebas médicas para conocer el estado de la situación y tomar las precauciones debidas. El sub Secretario dijo que estas pruebas son irrelevantes e improbables e inseguras… Luego dijo que siempre sí.

Luego dice que no se debe usa cubre bocas porque no lleva a nada, en tanto que en el mundo se ha visto que el cubre bocas protege tanto a unos como a otros, tanto a los contagiados para evitar contagiar a otros como estos otros para ser contagiados… Pero no, insiste en que no es necesario este recurso y los resultados ya están a la vista.

Un día dice que ya pronto, poco a poco, la gente habrá de salir del confinamiento; otro día dice que no, que no es tan así, que los que tengan que salir lo hagan con cuidados, pero también que se queden en su casa; otro día dice que ya pronto; otro día dice que hasta octubre; otro día dice que las cifras subirán y bajarán…

Mientras el presidente del país convoca a la salida de la gente: “con cuidados”. ‘Que se quite el miedo’, dice. Razones de economía en crisis y electorales lo mueven. Y él mismo sale, para dar muestras de que si él puede, porque los demás no. Y da a conocer un ‘decálogo moral’ que será ‘la guía y luz’ para el desconfinamiento.

A todo este desastre de gobierno que no ha sabido y no ha podido gestionar de forma ordenada, estructurada, científicamente acertada y cierta la pandemia, han surgido voces acá o allá para invitar al gobierno a recapacitar, a retomar el tema e intentar controlar la situación infausta.

En entrevista con La Silla Rota, doctor José Narro, ex rector –dos veces- de la Universidad Nacional Autónoma de México, y ex secretario de Salud de México durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, advierte que “las acciones que se realizaron para hacer frente al virus no fueron pertinentes y que cuando termine esta emergencia sanitaria se tendrá que hacer una revisión de lo que sucedió, ya que las cifras sobre las personas contagiadas y que murieron no se manejaron con transparencia.”

El mismo día, el Premio Nobel de Química 1995, Dr. Mario Molina, en franca contradicción a los dichos de López Gatell, advierte que ‘si los gobiernos de los países afectados por la pandemia hubieran instrumentado el uso obligatorio del cubrebocas desde el inicio de la transmisión, se hubieran evitado miles de contagios y muertes a causa de la Covid-19’.

De hecho hizo un llamado a que el presidente de México utilice cubre bocas para su protección y la protección de otros, a lo que obstinadamente el Ejecutivo se ha negado, ‘porque los doctores no me lo han recomendado’.

La misma Organización Mundial de la Salud pidió al gobierno mexicano que no conviene a nadie confundir con información contradictoria a los mexicanos…. Otros organismos como la Organización Panamericana de la Salud han enviado mensajes al gobierno mexicano advirtiendo, también, de la manera errónea como se ha manejado el control de la pandemia en México.

Frente a esta ausencia de certezas, divagaciones, confusiones, falta de datos precisos para conocer el estado de la situación en México, la banalización del tema, la invitación a salir bajo reglas morales y hacer predominar el mercado a la vida humana  y para evitar su expansión, urge la creación de un comité nacional de científicos que participen en el control de la enfermedad fatal.

No sería en mengua del cargo que tiene el doctor López Gatell si incorpora a un equipo de trabajo a médicos de altísimo rango –que hay muchos en México-, así como a científicos –al mismo Premio Nobel a quien no le han consultado—y a investigadores y experimentados especialistas en epidemias nacionales y del extranjero, para formar un frente del que habrán de salir ideas que eviten, ya, la expansión de la pandemia en nuestro país… y muertes muy dolorosas.

Y será en ese momento, y sólo en ese momento en el que, junto con el presidente de México digamos que si: ¡Que hable la ciencia! Y entonces sí creeremos en lo que dice la ciencia. 

Por Joel Hernández Santiago*

*joelhsantiago@gmail.com