Ofrecen homenaje póstumo al artista plástico Alejandro Santiago, por su aportación cultural a Oaxaca

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En el teatro “Macedonio Alcalá”  de esta ciudad, familiares, amigos y compañeros de la comunidad artística, así como funcionarios estatales y municipales del sector cultura, se reunieron este martes para rendir homenaje póstumo y despedir al maestro Alejandro Santiago, quien este lunes 22 de julio falleciera a consecuencia de un paro cardiaco.

 

En representación del Gobernador Gabino Cué Monteagudo, el encargado del despacho de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (Seculta), Emilio de Leo Blanco, acompañado de Soid Pastrana, Esteban San Juan Maldonado y Fernando Gálvez de Aguinaga, montaron una guardia de honor alrededor del féretro del oriundo de Teococuilco de Marcos Pérez, en la Sierra Norte.
 

Ante la esposa del artista plástico, Zoila López y sus hijos Lucio y Alejandra, el ensamble integrado por músicos de la Orquesta Primavera, dirigidos por el maestro Javier Hernández, acompañaron al tenor mexicano Edilberto Regalado, quien majestuosamente interpretó el “Dios Nunca Muere”.
 
En el escenario principal, el féretro estuvo rodeado de cuatro piezas de su colección “2, 501 migrantes”, obra con la que expresó la tristeza que sintió al regresar a su comunidad y ver las casas abandonadas y los campos descuidados, porque la mayoría de sus paisanos se habían ido a los Estados Unidos por falta de trabajo e ilusiones.


Nacido en el año de 1964 en Teococuilco de Marcos Pérez, Alejandro Santiago vivió los estratos de la migración desde los nueve años y después de realizar estudios en el taller “Rufino Tamayo”, realizó exposiciones en diversos países del mundo, y en su natal Oaxaca animó diversos proyectos culturales en colaboración con otros artistas plásticos.


En la ceremonia, el responsable de la política cultural de la entidad, De Leo Blanco recordó que con los trazos sueltos y confiados con que el maestro Alejandro Santiago describía a sus personajes en la pintura, el pueblo de migrantes que creó, los centros artísticos que han permitido a tanta gente exhibir su trabajo curatorial y plástico, “son el rastro de un hombre sencillo, tranquilo y creativo, alegre, que tuvo la sabiduría para dar, para darse”.


Agregó que de acuerdo a sus amigos artistas, el maestro Alejandro fue un joven tímido durante sus años de formación en el Taller de Artes Plásticos “Rufino Tamayo”; hombre de pocas palabras, bohemio, buen compañero y leal. Acostumbraba trabajar de corrido 48, 72 o más horas, y esa fuerza y ánimo lo llevaron a Berlín, París, Estados Unidos, Reino Unido y Japón, entre otros países, donde asombró a quienes veían sus esculturales, murales y pinturas.
 

El responsable de la Seculta señaló que la famosa e imponente serie de “2, 501 Migrantes”, esculturas de barro a alta temperatura, a escala natural, significó un recuerdo digno para los caídos y la discusión de un tema socialmente abordado en diversos espacios como el Fórum Universal de las Culturas de Monterrey en el año 2007. Recientemente, en el Andador Turístico de la ciudad de Oaxaca y el atrio del templo de Santo Domingo de Guzmán.


Destacó también la constitución del espacio escultórico La Telaraña y el desarrollo de proyectos culturales y artísticos en La Calera, ambos proyectos que impulsó con la finalidad de que los artistas de distintas latitudes, apetencias e intereses contasen con un espacio dónde poder mostrar su trabajo. Santiago también fue fundador del rancho El Zopilote, de Santiago Suchilquitongo, que servía de taller escultórico para obras de gran tamaño.


“Maestro Santiago, tienes un lugar en la historia del arte en Oaxaca. Nos has legado tu obra y tu ejemplo, tu mirada cándida y palabras serenas, tu alegría de vivir y la profunda satisfacción de saber que el arte que vive en la gente perdurará para siempre”, remató el funcionario.

 

Participaron también en una guardia de honor, el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Luis Ugartechea Begué, el presidente de la Comisión de Cultura del Congreso Local, Flavio Sosa Villavicencio, además de la diputada  Marlene Aldeco Reyes y Rogelio Santibañez.

 

El homenaje donde el ensamble dejó escuchar las notas de la melodía zapoteca “Guendanabani” (La Última Palabra),  concluyó con un público de pie que brindó un fuerte y prolongado aplauso para despedir del recinto cultural, el féretro del maestro Alejandro Santiago. Sus familiares y amigos acompañaron el cortejo fúnebre por las calles de Armenta y López e Hidalgo para atravesar la Alameda de León y dirigirse sobre Independencia y Alcalá.


 El féretro hizo una parada en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, donde creadores oaxaqueños y colaboradores montaron otra guardia de honor antes de dirigirse al templo de Santo Domingo de Guzmán, donde se realizo la misa de cuerpo presente. Los restos de Alejandro Santiago fueron llevados a La Telaraña, donde permanecerá hasta que este miércoles a las 10:00 horas, sean sepultados sus restos en el Panteón General de la ciudad de Oaxaca de Juárez.