La mascarada de los bloqueos: Jaime Velázquez

Print Friendly, PDF & Email

(dedicada a mis Claudias por el Día de la Mujer)

 

Cada vez más violentos, los bloqueos a las calles de la ciudad tienen diferentes motivos de fondo, generalmente distintos a lo que se pide como atención inmediata; es decir, lo exigido suele ser una mascarada como lo demostraremos en esta columna. Hoy se bloquea por la pavimentación de una calle, en protesta por el despotismo de un maestro en una escuela, para exigir los socorridos “proyectos productivos”, y, por supuesto, la instalación  inmediata de una mesa de negociación con carácter resolutivo, herencias en su formato de exigencias históricas planteadas por la Sección 22 del magisterio al gobierno en turno.

Cuando se habla de Santa María Colotepec, algunos se imaginan un pueblo incrustado en la sierra, sin embargo, el poder económico y político que representa es nada más, ni nada menos que Puerto Escondido y la reconocida mundialmente playa para práctica del Surf de Zicatela por poner ejemplos; es decir, representa la zona hotelera, prestadores de servicios, el Aeropuerto Internacional de Puerto Escondido, la zona marítima, terrenos ganados al mar que pueden ser desincorporados. Una región ya consolidada en parte y potencialmente turística nacional e internacionalmente.

 

Este contexto es importante para entender mejor el pasado 3 de marzo cuando de manera desesperada y profundamente agresiva, un grupo de empleados del Ayuntamiento de Santa María Colotepec, Pochutla, encabezados por su presidente municipal, Carmelo Cruz Mendoza, profesor de la Sección de la CNTE, bloquearon el crucero de la calzada Porfirio Díaz y Heroico Colegio Militar, así como estratégicamente taparon con vehículos oficiales diversas calles aledañas a las oficinas del INEGI en la colonia Reforma, violentamente secuestraron en el inmueble de la dependencia federal a los empleados federales, y en los cruceros bloqueados se comportaron extremadamente agresivos contra los ciudadanos en las vialidades. La exigencia planteada por el edil de Colotepec y sus empleados es de risa, es una burla, pues se quejaron de como hace 10 años, el INEGI había contado mal a la población de Colotepec, a su agencia municipal de la Barra de Colotepec, además de sus sesenta y nueve delegaciones municipales. La protesta argumentada era por estar enterados de la intención del INEGI de volver a contar iguala hace diez años, y a decir de su edil, el Profe Carmelo, iban a hacer “copy paste” del pasado. Como si el presidente municipal tuviera dotes de adivino, mentalista o un sistema de información sofisticado que le hubiese permitido enterarse de los siniestro planes del INEGI para Colotepec. Ni Obama, dijera el clásico. La lógica de estos hechos quedaría en el suspenso y la incomprensión, si no fuera por los antecedentes…

EL ORIGEN Y LA PICOTA

La noche del viernes 24 de mayo del año pasado, sobre la carretera federal 200, en el paraje conocido como San Juan Palotada, en el tramo carretero Pochutla- Huatulco, asesinaron en forma sanguinaria frente a su esposa e hijos al entonces candidato a presidente municipal de Santa María Colotepec, Braulio Márquez García, cuando regresaba de Bahias de Huatulco. Una de las primeras líneas de investigación de ese homicidio, a la fecha sin resolverse, fue el tema electoral del momento y fue incriminado en esos hechos precisamente el ahora edil en funciones, Carmelo Cruz Mendoza. El proceso electoral por sistemas normativos indígenas continuó ya sin Braulio como candidato y el 6 de octubre de 2019, cinco meses después de la ejecución, bajo una serie de irregularidades se atribuyó como edil de Colotepec a Carmelo Cruz, quien fue impugnado por el candidato designado perdedor, Saúl Martínez Figueroa, ante el Instituto Estatal Electoral IEEPCO, en medio de acusaciones por el crimen de uno de los contendientes y porque el Comité Municipal Electoral arbitrariamente impuso como cuota la cantidad de 110 mil pesos por concepto de registro y gastos de impresión de las boletas electorales a cada participante, asunto por demás ilegal.

Fuentes consultadas comentaron a esta columna que de manera extraña el Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca, TEEO, retuvo el fallo de impugnación dentro del JUICIO ELECTORAL DE LOS SISTEMAS NORMATIVOS INTERNOS número JNI/75/2019 y ACUMULADOS, hasta que Carmelo Cruz recibiera su primera ministración del ramo 33 en el mes de febrero ya como presidente municipal, pues según consta en el expediente fue resuelto en sesión pública el ocho de febrero de dos mil veinte. La razón fue esperar el recurso por parte de los magistrados del TEEO para recibir el pagó de un millón de pesos y así ratificar a favor de Carmelo el triunfo. Sea o no cierta la acusación, coinciden la recepción de los recursos en el ayuntamiento y el posterior resolutivo. El magistrado ponente y presidente del organismo, Miguel Ángel Carballido Díaz, retuvo en su poder el referido expediente por más de 60 días.

Como es lógico, los demandantes se fueron a la siguiente instancia, la Sala Xalapa, la cual ya es terreno del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación donde la resolución fue impugnada al Pleno del TEEO en el expediente SX-JDC-41/2020, el cual se encuentra en sustentación. Este resolutivo judicial podría invalidar todo el proceso y por ende, el mandato de Carmelo Cruz con todo y su cabildo. La decisión de la Sala Regional Xalapa estaba programado para analizarse este 6 de marzo, pero se pospuso, y podría ser en la semana entrante en la cual Santa María, Colotepec se quede sin presidente municipal y sin cabildo.

LOS MOTIVOS DEL LOBO

Visto el planteamiento en su contexto general, se entiende mucho mejor la inquietud de Carmelo Cruz y su gente por el resolutivo pendiente y ante la amenaza de perder el poder político y al no poder influir en una decisión del Tribunal Federal, la presión es para poner a un administrador afín a Carmelo y su grupo político, pues el cochinero financiero de octubre del año pasado a la fecha, donde involucra al anterior presidente municipal Valentín Hernández Díaz, es brutal.

De esta manera pues, la faramalla montada el pasado 2 de marzo con la jaladota del mal censo del INEGI fue sacada de la manga para presionar a que la Secretaría General de Gobierno y el mandatario estatal nombren a quien proteja las andadas de Carmelo. Una mascarada para aplicar un bloqueo y cubrir toda una secuencia de corrupciones, porque hay un video circulando en redes donde se oye a Carmelo decirle alguien: “ya quedó, Paco” al liberar a mujeres secuestradas en el INEGI y ahora atribuyen un contubernio del edil rebelde con el secretario particular del gobernador, Francisco García López. Más aún, apenas dos semanas antes, el mandatario estatal entregó en apoyo a Santa María Colotepec una ambulancia y una patrulla, mismos vehículos con los cuales vinieron a bloquear las calles de la capital. Todo un teatro.