Inteligencia y drogas

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Según ha concluido un nuevo estudio británico publicado en la revista Journal of Epidemiology and Community Health, aquellos niños con un cociente intelectual alto son más propensos al consumo de drogas al llegar a la edad adulta que aquellos que registraron datos inferiores de CI.

 

Los datos del estudio comenzaron a recogerse en el Estudio Británico de Cohorte de 1970, en el que se realizaron pruebas a miles de niños que han tenido un seguimiento constante desde entonces durante estas últimas décadas. Para ello, se examinaron niños y niñas con 5, 10 y 16 años. Tras más de 30 años, los investigadores reunieron a los voluntarios y se les preguntó individualmente si habían consumido drogas como heroína, cocaína o marihuana en este último año.

Tras el análisis de los datos, los investigadores encontraron que aquellos hombres con un alto cociente intelectual registrado en los test de la infancia, fueron el doble de propensos a consumir drogas ilegales que aquellos que tenían un CI menor. Por su parte, las mujeres presentaron el triple de probabilidades de consumo.

El cociente intelectual es la puntuación que ha obtenido el sujeto, tras realizar alguno de los test estandarizados diseñados para medir la inteligencia y se utilizan en múltiples situaciones distintas: como predictivos de rendimiento escolar, indicadores de necesidades especiales educativas, predictivos de rendimiento laboral, etc y por sociólogos para la elaboración de distintos estudios multidisciplinares. El CI promedio es de 100, siendo una buena puntuación de CI aquella que está entre 107 y 158. Según el autor principal del estudio, James White, psicólogo de la Universidad de Cardiff, el dato no les resulta tan sorprendente: “Investigaciones previas ya relacionaron que la mayoría de la gente con elevado cociente intelectual lleva una vida sana, pero que son más propensos a beber en exceso en la edad adulta”.

Aún no está clara la razón por el que estas personas acuden a las drogas, según sospecha White y sus colegas, estas personas “pueden ser más abiertos a nuevas experiencias y a una búsqueda de sensaciónes más fuerte, con la intención de poder lidiar con el aburrimiento o con el hecho de ser diferentes”.

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