“Hombres necios…”: Joel Hernández Santiago

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Por una parte es comprensible que un México, en el que la economía ha vivido en crisis económica durante años, parte de la solución sea el de ‘la informalidad’, que es el autoempleo, o en otras palabras: “arréglenselas como puedan que nosotros miraremos para otro lado y hasta nos beneficiaremos”, según la regla de gobierno, ya federal, estatales y municipales, hoy mismo.

Y tan es así que apenas en febrero de 2020, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) reportó que en el sector informal hay 31.3 millones de personas, y que la Población Económicamente Activa (PEA) es de 57.7 millones de personas de 15 años y más.

… El tema central aquí es eso: la informalidad, integrada por quienes no hacen contribuciones fiscales y no tienen beneficios de seguridad social. Es decir, están a la deriva.

Y en las actuales circunstancias de pandemia por Coronavirus, que es un peligro real para todos no sólo de salud, sino de vida, resulta muy difícil hacer que todo mundo se meta en su casa para esperar a que pase la tormenta y salir ilesos de ella, como ya lo han hecho millones de mexicanos en todo el país. La informalidad sigue fuera a pesar de todo. Ojalá no ocurra por ahí la expansión de la tragedia en nuestro país. Ojalá no, por el bien de ellos y de todos.

Pero si esto puede ser difícil de entenderse por lo que significa en tanto políticas de gobierno mal entendidas, haciendo proliferar esta informalidad para simular trabajo, también hay otros focos de riesgo que se percibieron con mayor nitidez el fin de semana del 4 y 5 de abril…

Es un día de fervor religioso para muchos en el país, en el que el 82.7 de su población de 130 millones es católica. Esto hace que a lo largo del año haya un gran número de festividades en todo el país y por lo mismo es convivencia religiosa y es base de la convivencia social y de intercambio personal… “La fiesta del pueblo”. “”La fiesta de la parroquia”…

Esto se complica porque estamos en un momento crítico de la Pandemia-C-19 y en Cuaresma, a punto de la “Semana Santa”. Por lo mismo el esfuerzo debe redoblarse para hacer que la gente no salga a la calle y se remita a sus domicilios para hacer su propia vida religiosa desde su propio domicilio, acaso invocando aquello de que “Dios está en todo lugar”…

Pero no. Y esto es grave porque como ya se advirtió, todavía no estamos en la cresta de la Pandemia y la esperanza es que la disciplina individual y familiar evite un mayor impacto mortal.

Un ejemplo: Ocurrió el fin de semana en Oaxaca. En Juchitán. Ya las autoridades advertían del problema en la entidad, con un número creciente de infectados y un fallecido –a esa fecha-; aun así de forma extremadamente irresponsable, la mañana del domingo 5 de abril, un vehículo con bocinas recorrió el municipio para convocar a que la gente acudiera al Panteón local a cumplir la visita a sus muertos. Es una costumbre. Es respetable. Pero también riesgosa en este momento.

La periodista Guadalupe Ríos, en Juchitán, reportó: “Alguien pagó anuncios en altavoz en la 7ª. Sección de Juchitán para que vayan a celebrar el Domingo de Ramos, hoy, exponiéndolos y retando las disposiciones de la autoridad de no hacer eventos donde se aglomere la gente. ¿Qué buscan? ¿Que la gente se infecte y colapsen los hospitales para culpar al gobierno?”

Según un reporte del periódico El Universal, el mismo día, dicho llamado fue “un anuncio que se difundió en los altavoces de todas las secciones de Juchitán, a nombre del expresidente municipal Alberto Reyna, invitó a los pobladores a asistir, asegurando que se llegó a un supuesto acuerdo con la autoridad. Lo anterior motivó a que la gente empezara a saturar el lugar.” Más tarde se informó que Reyna se deslindó de este hecho.

Quien quiera que pagó para hacer este llamado lo hizo de forma irresponsable y hasta criminal, toda vez que el problema de posible contagio es real y podría ser letal. Por supuesto ahí se tendrá que investigar y se tendrán que fincar responsabilidades…

También hubo mercados populares-históricos a los que acudió mucha gente sin considerar “la sana distancia” y a no reunirse en lugares de más de 50 personas. Ocurrió también en Tlaxcala en donde se llevó a cabo la ceremonia externa del “Domingo de Ramos” y las multitudes que salieron de Guadalajara, en tropel, para dirigirse a playas de Puerto Vallarta… Y más: Gente necia.

¿Incompetencia de gobierno para contener estos desacatos? ¿Irresponsabilidad de los sacerdotes que no convocan a la prudencia y a la solidaridad humana? ¿Falta de estrategias eficientes para hacer entender a todos lo grave de la situación que se vive hoy? ¿Irresponsables aquellos que niegan y niegan que el Covid 19 sea cierto o sea peligroso? Gente imprudente y necia.

Irresponsabilidad de un gobierno federal que no actúa de manera firme, definitiva y legal, por temores políticos o electorales. “Todo pasará pronto”, se dice.

Al momento se informa que la pandemia crece en México. Ha causado ya casi un centenar de muertos. Y como dijo el presidente la tarde del domingo 5 de abril: “Lo peor está por llegar”. No. Lo peor ya llegó con la irresponsabilidad de muchos.

joelhsantiago@gmail.com