Al menos 35 muertos en Karachi tras el asesinato de un diputado paquistaní

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Al menos 35 personas murieron y 80 resultaron heridas en Karachi (sur de Pakistán) en la noche del lunes y en la madrugada de este martes, en una ola de violencia provocada por el asesinato de un diputado de la mayoría provincial.

Raiza Haider, del Movimiento Mutahida Qaumi (MQM), aliado del Partido del Pueblo Paquistaní (PPP) dentro de la coalición que dirige la provincia de Sind, murió el lunes por los disparos de dos hombres que circulaban en moto.

El asesinato hizo cundir el pánico en esta ciudad de 16 millones de habitantes, considerada la ‘locomotora financiera’ de Pakistán. Los comercios cerraron y las calles se vaciaron rápidamente, mientras que se escuchaban disparos en varios barrios. Decenas de vehículos, tiendas y gasolineras fueron incendiados. La policía afirmó haber reforzado las medidas de seguridad para intentar evitar nuevos actos de violencia.

Esta ola de violencia tuvo lugar en momentos en que crecía la preocupación por el riesgo de brotes epidémicos en el noroeste de Pakistán, después de las peores inundaciones en 80 años, que ya han causado más de 1.400 muertos y 3,2 millones de damnificados.

En Karachi, “unos 80 heridos de bala ingresaron en los hospitales”, declaró a la AFP Hamid Parhiar, un médico de la policía provincial. “Los hospitales de la ciudad recibieron los cuerpos de al menos 31 personas, víctimas de disparos. Luego, por lo menos cuatro heridos más murieron, por lo cual el número de muertos pasó a 35”, añadió.

Fuentes oficiales afirmaron que las víctimas eran principalmente conductores de taxi, peones o transeúntes de barrios pobres de la ciudad.

Oficiales de seguridad que solicitaron no ser identificados vincularon esta ola de violencia con la muerte del diputado Raza Haider. “La violencia parece ser resultado de la muerte del dirigente del MQM, pero cualquier otro grupo puede aprovechar la situación para desestabilizar al gobierno democrático y perturbar a la ciudad de Karachi”, afirmó un portavoz del gobierno provincial, Jamil Sumro.

“Los infieles quemaron 24 autobuses y dañaron una gasolinera y algunas tiendas en distintas partes de la ciudad”, lamentó. “Ahora la ciudad está tranquila, pero ya se ordenó a los guardias paramilitares que tiren a primera vista si se cruzan con infieles involucrados en violaciones de la ley y el orden”, añadió.

Tras el asesinato, el MQM convocó manifestaciones y el gobierno provincial cerró escuelas e institutos en Karachi y Hyderabad (174 kilómetros al este de la capital financiera paquistaní), donde también se incendiaron vehículos.

Las autoridades provinciales ya habían prohibido los actos políticos en Karachi para tratar de limitar los asesinatos políticos.

AFP