¡Manos arriba!: Joel Hernández Santiago

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Ahí están los malandrines de siempre, los de todos los días, los villanos de nuestros días –entre otros tantos, porque hay muchos y de distinta catadura–; son los que llueva, truene o relampaguee y para nuestro infortunio, permanecen en la penumbra, en las calles, en las carreteras, en los caminos, en las ciudades, en el campo, en el mar… y aumentan cada día porque parece que para ellos sí se cumple el “aquí no pasa nada”… Y asestan sus golpes.

Uno supone que así como la mayoría en México tendrían un cierto temor a la pandemia por Covid 19, estos maloras tendrían que estar bajo resguardo domiciliario en tanto pasa la tormenta.

Pero no. Ellos tienen sus propios intereses y sus odios personales y saben que las fuerzas públicas del país son insuficientes e incapaces para contenerlos.

Gran parte de la Guardia Nacional, que fue creada en marzo de 2019 con tantos malos modos de todos, es exigua e inexperta.

Al término de 2019 esta Guardia Nacional era de 80 mil integrantes. Y para incrementar este número, a la Secretaría de la Defensa Nacional se le asignó un presupuesto de 1,040 millones de pesos en el 2020, tan sólo para creación de plazas, el reclutamiento y formación de elementos-GN y cuyo reto es aumentar este número hasta llegar en 2021 a 150 mil. Otras instancias de gobierno tendrían recursos para lo mismo.

Pero se da el caso de que esta cantidad de componentes, así como las policías estatales y municipales y otras, no han podido evitar que el crimen avance cada día más.

En parte esto es así porque, como ha dicho el presidente de EUA, 27 mil elementos de la Guardia Nacional mexicana se ocupan en crear un muro de contención para evitar el paso de mexicanos y latinoamericanos hacia el país del norte. Otros 15 mil están en la frontera sur de México. De ahí que el presidente Donald J. Trump insista en que el presidente Andrés Manuel López Obrador es “su amigo”.

El resto tendría que ocuparse en contener la inseguridad pública de México. Pero resulta que el estado del crimen aumenta de forma dramática y las cifras cada día son más trágicas.

El domingo 19 de marzo de 2020 ocurrieron en el país 105 homicidios dolosos; al día siguiente, lunes 20 de marzo de 2020, la cifra aumentó a 114 muertos, lo que lo hace uno de los días más trágicos para el país. Esta cifra sólo es superada por lo ocurrido el 1 de diciembre de 2018 cuando fueron 127 personas asesinadas de forma dolosa.

Y más: ‘de febrero a marzo pasados, el número de víctimas por homicidio doloso creció en un 8.5 por ciento, al registrarse en todo el país 3 mil personas que perdieron la vida por esta causa’, según informe sobre Incidencia Delictiva Nacional del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Así que aquellos a los que el gobierno federal ofrece abrazos y besos, no escatiman sus propios instintos para seguir en su confrontación con las fuerzas de la ley o bien ocurre que algunos integrantes de la ley se convierten en su propia negación.

Hoy ya no estamos en la época del “¡Manos arriba!” cuando se detenía a los malandrines: hoy es la confrontación violenta, sin recato.

Ante estas cifras negras, el presidente envió un mensaje al crimen organizado: “Mejor bájenle”.
El problema que hoy mismo es extremadamente grave, lo será todavía más en la medida en la que avance el gran conflicto de salud y al que pronto se sumará la gran crisis económica que ya asoma.

La falta de trabajo, la falta de ingresos para la casa y la familia, la ausencia de abasto y medicamentos para millones se podrían convertir en un serio problema inconformidad y, por lo mismo, de seguridad pública…

Este gran conflicto colectivo que ya se percibe, sumado al del crimen organizado y violencia delincuencial ya existentes, convertirán al país en un pandemónium que millones no queremos y que merece atención urgente…

Sobre todo por parte del gobierno federal para que se garantice la seguridad de todos y la disminución de las cifras trágicas; que establezca nuevas estrategias de lucha anticrimen pero también una estrategia y protocolos de seguridad para todos si la situación social llegara a desbordarse. También tienen responsabilidad en todo esto los gobiernos estatales y municipales.

Apenas hay tiempo para el resguardo anti pandemia de salud. Apenas hay tiempo para garantizar la seguridad pública de todos en todo el país. Apenas hay tiempo para evitar lo que puede ocurrir.

joelhsantiago@gmail.com