La imagen del oaxaqueño: Horacio Corro Espinosa

Print Friendly, PDF & Email

10-horacio-corroLa imagen del mexicano en las caricaturas, no tiene mucha diferencia con la imagen que hacen del oaxaqueño. Al mexicano por lo menos se le tapa la cara con el sombrero o con el rebozo, pero al oaxaqueño se le pone cara de baboso, de hambriento y de lástima. En otras ocasiones se nos dibuja con las manos dentro del pantalón sin que podamos hacer nada frente al enjoyado político que se pasea frente a nosotros. Cuando bien nos va, se nos representa como un agresivo luchador social que bloquea calles, asalta comercios y carga las bolsas llenas de dinero.

Cuando se representa al oaxaqueño, el mensaje visual que recibe el mundo es el de que somos una entidad retrasada, floja, que prefiere el escándalo en vez de trabajar. Por si esto fuera poco, a nuestros políticos se les representa como unos sumisos y agachones ante los maestros de la Sección 22.

La lógica dice que si un pelón roba, al rato pensamos que todos los pelones son rateros. Así con el oaxaqueño, cuando viajamos a otras entidades, lo primero que se nos pregunta es: ¿a ti también te gusta poner barricadas?  O ¿cuántas veces has marchado y cuanto dinero te han dado por eso? Cualquier opinión o cualquier imagen que la gente tiene de los oaxaqueños, es una deplorable forma de presentarnos, ya no en caricatura, sino como un estado de vida de un pueblo violento e irresponsable y donde la vida ni la entidad valen nada.

Los poderes políticos de Oaxaca, también han sufrido un abultado deterioro de imagen pública. Su imagen se ha empeorado con una figura carente de porte como la de Gabino Cué. Al gobernador se le pone demasiado apacible, sin motivación, sin aspiraciones y, tal vez, en la frontera de la candidez. Esta imagen política le ha restado autoridad a la entidad.

Y en cuanto a las fotografías de nuestros gobernantes, éstas despiertan estímulos verbales y no verbales que han generado comentarios negativos en los medios de comunicación.

Una de las últimas imágenes del gobernador, es cuando vinieron a Oaxaca las funcionarias federales: Rosario Robles Berlanga, Secretaría de Desarrollo Social, y  Nuvia Magdalena Mayorga, titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, quienes se sentaron a los lados del Gobernador de Oaxaca, pero según las fotos, parece que Gabino sólo se dedicó ver su bastón de mando. Esas poses poco acertadas, se han ganado una bien merecida percepción.

¿Y qué decir de los legisladores? Que se han prestado a hacerle el juego a la sección 22 y a realizar algunas las comparecencias de los funcionarios públicos en lo oscurito o a modo, como fue la del director del IEEPO, Manuel Antonio Iturribarría Bolaños. Pero lo peor, sólo en Oaxaca se comparte el poder con cualquiera, sólo en Oaxaca se ponen en el mismo nivel político el Ejecutivo local, el Congreso local y la sección 22. Ya que cuando llegaba el plazo para cumplir con el mandato constitucional, Gabino Cué firmó un acuerdo con el Congreso local y con la Sección 22, donde invocaron “el derecho soberano del pueblo de Oaxaca para fortalecer, actualizar y hacer más eficientes las leyes de orden estatal”.

Si hasta aquí se hubiera quedado este texto, no se vería tan grotesco, pero más adelante se expresan de los indígenas oaxaqueños como  si fueran unos inválidos y estos tres se presentan como salvadores de los nativos:  “…ciñendo su contenido a las particularidades que subyacen en el territorio oaxaqueño, a los anhelos de inclusión de nuestras comunidades indígenas, a nuestras lenguas maternas y a nuestros saberes comunitarios”.

Las caricaturas que hacen los humoristas sobre nosotros los oaxaqueños,  no han podido ser rebasados por la misma actitud de nuestros funcionarios. Ellos han hecho de nuestras vidas una burla mucho más puntillosa que una caricatura.

SoundCloud200La imagen del oaxaqueño: Horacio Corro Espinosa  

Twitter: @horaciocorro

Facebook: horacio corro

Instagram: horaciocorro

horaciocorro@yahoo.com.mx