El gobierno cubano fustigó ayer a Estados Unidos por negar su “autorización” para que Cuba asista a la Cumbre de las Américas en Cartagena de Indias, Colombia, y agradeció las gestiones del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, aunque éste descartó invitar a la isla a la cita por falta de “consenso”.
“Todos comprendemos que una invitación a Cuba, tal y como ha explicado el presidente colombiano, depende del consenso”, que “todos entendemos” como “la autorización de Washington”, dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Rodríguez también dejó en suspenso si los países de la Alianza Bolivariana (ALBA) asistirán a la cita de abril.
El rechazo de Washington a la invitación a Cuba “es la crónica de una exclusión anunciada”, dijo el canciller cubano en el primer comentario oficial sobre las deliberaciones que Santos y el presidente Raúl Castro sostuvieron el miércoles en la isla.
Santos dijo entonces que por falta de “consenso hemisférico” no podía invitar a Cuba a la Cumbre, a la que asistirá el presidente estadunidense Barack Obama, pero que Colombia potenciará la discusión del tema cubano para que la isla sea invitada a próximas reuniones, auspiciadas por EU cada tres años desde 1994.
“Falta de consenso quiere decir que EU no autorizó” la presencia cubana, puntualizó el canciller.
Rodríguez, sin embargo, no fue preciso sobre la eventual ausencia en bloque a la cumbre de los siete países del ALBA, a saber Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda. La propuesta de no asistir fue hecha por el presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
Estados Unidos es el único de los 34 gobiernos participantes en estas cumbres hemisféricas que no ha restablecido lazos con La Habana, desde que Cuba fue expulsada de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1962, con el único voto en contra de México.
Santos cumplió el miércoles una maratónica visita a La Habana, donde se reunió con su par Raúl Castro y el convaleciente mandatario venezolano Hugo Chávez, de los que obtuvo apoyo y “comprensión” para desactivar la amenaza de un boicot del ALBA a la Cumbre.
“Con un enorme irrespeto por Colombia y por América Latina y el Caribe, los voceros norteamericanos desde el primer día habían decretado la exclusión de Cuba”, dijo ayer Rodríguez.
En tanto, la cancillería de EU, por boca de su funcionario Mike Mahmmer, dijo que “nos estamos preparando para una buena cumbre”.
Preguntado sobre la posibilidad de que en ella se aborde el tema de la exclusión de Cuba, como ha prometido a la isla el presidente Santos, Hammer se limitó a indicar: “vamos a ver qué se discute”.
Cuba se niega a tramitar su vuelta a la OEA, lo que la obligaría a suscribir la Carta Democrática del organismo, pero ha normalizado sus lazos diplomáticos con los países del hemisferio -salvo EU- e integra la nueva Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la que presidirá en 2013. También participa en la Cumbre Iberoamericana, desde su primera edición en 1991.
El canciller Bruno Rodríguez recordó también ayer que en la anterior Cumbre de las Américas, en 2009 en Trinidad y Tobago, el presidente Obama había prometido una nueva política hacia América Latina, lo que no cumplió.
“¿Qué dirá Obama en la próxima reunión de Cartagena?”, se preguntó.
De su lado, el presidente Santos dijo ayer en Bogotá que la eventual incorporación de Cuba en las Cumbres será discutida en la reunión de Cartagena “para que esta incómoda situación (…) no se vuelva a repetir hacia el futuro”.
Su canciller, María Ángela Holguín, explicó que el tema será tratado en forma pública y no “privada”, como estaba previsto, por petición del gobierno cubano.
Las Cumbres de las Américas, a las que asisten a 34 países, comenzaron en 1994 en Miami (Florida, EU), bastión del anticastrismo, y Cuba nunca ha sido invitada.
La actual disputa inició el 5 de febrero, cuando el presidente Rafael Correa propuso en Caracas en la Cumbre del ALBA que los mandatarios del bloque no acudieran a la cita de Cartagena si Cuba no era invitada.
Agencias
