En puerta, la reforma proindígena; entrevista con Adelfo Regino

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Adelfo Regino Montes, director del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), reveló que el  gobierno trabaja en una reforma constitucional para reconocer que las comunidades originarias son sujetos de derecho público, con libre determinación y autonomía plena.

Esperamos que, así como ahora hay voluntad del Ejecutivo (para la reforma), también haya la sensibilidad de parte de nuestros legisladores. Que todos estemos a la altura de las circunstancias porque el tema no es de un partido, grupo o sector: es una causa que compartimos millones de mexicanos”, señaló.

En entrevista con Excélsior, en el marco del 25 aniversario del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el abogado, de origen mixe, reconoció que la pobreza y marginación, causas que dieron origen a la declaración de guerra del 1 de enero de 1994, aún son dolorosas y vigentes.

El titular del recién creado INPI consideró que los acuerdos de San Andrés son válidos porque las problemáticas y alternativas ahí planteadas no han sido resueltas.

Regino Montes, quien en 1995 fue invitado por los zapatistas a una mesa como funcionario federal, atribuye al levantamiento indígena que López Obrador haya logrado llegar a la Presidencia.

BUSCAN AUTONOMÍA INDÍGENA

Adelfo Regino Montes, director del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), reveló a Excélsior que el gobierno del presidente López Obrador trabaja en una reforma constitucional en la que se reconozca a los pueblos indígenas como sujetos de derecho público, su libre determinación y autonomía plena.

En el marco de la conmemoración del 25 aniversario del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), Regino Montes, quien en 1995 fue invitado de los zapatistas en la mesa de Derechos y Cultura Indígena, como funcionario federal, ahora, atribuye al levantamiento indígena que López Obrador haya podido llegar a la Presidencia de México.

El abogado de origen mixe reconoció en entrevista que las causas que dieron origen a la declaración de guerra del EZLN el 1 de enero de 1994 siguen siendo causas muy dolorosas pero vigentes.

El titular del recién creado INPI, dijo que el Programa Nacional de los Pueblos Indígenas 2018-2024, que presentó López Obrador el pasado 21 de diciembre en Oaxaca, es una hoja de ruta para poner en marcha las políticas públicas. Y reconoció que los acuerdos de San Andrés siguen teniendo vigencia en la medida en que las problemáticas y alternativas ahí planteadas aún no han sido resueltas.

¿Sirvió para algo el levantamiento armado del EZLN ocurrido hace 25 años, les sirvió de algo a los pueblos indígenas?

—Considero que el aporte del movimiento zapatista hacia nuestros pueblos, hacia nuestras comunidades indígenas, ha sido muy importante, especialmente por esta visibilidad que han tenido nuestros pueblos y comunidades en las últimas décadas. Eso ha sido fundamental para la vida de nuestro país y, en términos más amplios, creo que este movimiento y otros han contribuido para que se hayan dado algunos cambios, transformaciones en el contexto nacional.

Lo que hoy vivimos en este país con este nuevo gobierno que ha iniciado el primero de diciembre, con el nuevo Presidente de nuestra país, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, y este fenómeno ocurrido el 1 de julio, este voto masivo de millones de mexicanos, a favor del proyecto del licenciado López Obrador, pues no se podía entender sin el movimiento zapatista y, repito, otros movimientos que han luchado por la transformación democrática del país. En ese sentido, la contribución del movimiento zapatista en esta doble vertiente ha sido fundamental”.

¿La legitimidad que obtuvo el presidente López Obrador le arrebata las bandera de lucha al EZLN y a otros grupos en México?

—Creo que las causas de nuestros pueblos, de nuestras comunidades son causas comunes en muchos aspectos, creo que en ese sentido el licenciado López Obrador tiene conocimiento cercano de la realidad indígena; ha recorrido el país, conoce la realidad tan compleja y dolorosa de los pueblos, como son la pobreza, la exclusión, la marginación, la discriminación que pesan sobre nuestros pueblos. Esta causa de nuestros pueblos, esta realidad, diría que es una causa común, compartida en la que tenemos que sumar nuestras ideas, capacidades y esfuerzos para poder crear las condiciones, de modo que algún día, como lo decía el doctor (Rodolfo) Stavenhagen, podamos superar estas causas estructurales de la pobreza y la marginación en que viven las comunidades indígenas.

Autoridades del gobierno federal dijeron que el movimiento zapatistas dio visibilidad a las carencias y demandas de los pueblos originarios. Foto: Archivo Excélsior

¿El Programa Nacional de los Pueblos Indígenas presentado en Oaxaca a qué apunta, intentar acabar con esa pobreza estructural en que viven los indígenas?

—Es una hoja de ruta. Este programa 2018-2024 es una hoja de ruta que establece el marco programático, institucional sobre la base de la cual el Estado mexicano estará implementando las políticas públicas con relación a nuestros pueblos, bajo una premisa fundamental: ahora partimos de que nuestros pueblos son considerados como sujetos de derecho público, es decir, queremos dejar atrás la vieja tesis en donde nuestros pueblos son objeto de políticas públicas o, en el mejor de los casos, sujetos pasivos de la atención institucional. Pensamos que esto debe de quedar atrás y tenemos que inaugurar una nueva etapa en donde nuestros pueblos y comunidades indígenas sean considerados sujetos de derecho público y que a partir de este reconocimiento podamos, en un marco de diálogo respetuoso, constructivo, en una relación horizontal entre el Estado mexicano y los pueblos indígenas, construir las nuevas políticas públicas, en particular esto que ha llamado el licenciado López Obrador los planes integrales de desarrollo regional, pero que estos planes partan de la propia concepción de la visión de nuestra gente, de nuestras instituciones representativas sobre qué es el desarrollo y cómo debe ser este desarrollo.

¿Para poder guiar todo esto, es suficiente el presupuesto asignado, se conoce que tuvo una reducción?

—Es un tema que nos preocupa, porque hay una nueva ley que crea el instituto y el presupuesto es un componente fundamental, en el anexo 10, erogaciones para el desarrollo de los pueblos y comunidades indígenas, se habla de un presupuesto de 88 mil millones; hay un crecimiento del presupuesto transversal respecto a 2018, sin embargo se aprecia con preocupación que en el caso del presupuesto para el
INPI nos han asignado para 2019, 6 mil millones 574 mil 613, con una disminución de más de 88 millones, comparado con el presupuesto de 2018. Hay una diminución de 1.5 por ciento. Esto a nosotros nos preocupa, es un tema que platicamos con Hacienda, es algo que estaremos revisando, para ver cómo se ajusta en el marco de la austeridad republicana. Esperamos que en el futuro haya mayor sensibilidad al presupuesto de los pueblos indígenas.

¿Qué parte del espíritu de los Acuerdos de San Andrés tiene el Programa Nacional; hay necesidad de una nueva reforma constitucional en materia indígena?

—Es importante decirlo: muchos de los problemas, de las reivindicaciones que tienen nuestros pueblos siguen siendo vigentes. Las causas estructurales de la pobreza, de la marginación, la exclusión, la discriminación, siguen estando presentes. De modo que, cuando uno dialoga con las autoridades indígenas, lo que se dijo hace 23 años en muchos sentidos sigue teniendo vigencia el día de hoy y en muchos aspectos los acuerdos de San Andrés siguen teniendo una vigencia en la medida en que las problemáticas y alternativas ahí planteadas pues aún no han sido resueltas. Esto es lo que en muchos sentidos nos ha motivado a seguir participando, ahora en otras esferas, en otras circunstancias, pero seguimos trayendo las mismas banderas, las mismas causas, las mismas reivindicaciones. Y por eso creo que una de las definiciones que vamos a tomar y que está planteado en este programa es uno de los objetivos específicos es promover el reconocimiento constitucional y legal de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas y afromexicanos de manera especial en su carácter de sujetos de derecho público.

Estamos totalmente claros que en el 2001, con la reforma que se hizo entonces, no dejó satisfecho a nadie, menos a nuestros pueblos indígenas; por eso yo sí creo que uno de los temas que estaremos trabajando en las próxima semanas, en los próximos meses, es abrir un proceso de dialogo y consulta para que sobre la base del planteamiento de las exigencia de nuestros pueblos y comunidades podamos realizar esta reforma constitucional en materia indígena que está pendiente. Es una de las asignaturas más importantes que tiene nuestro país. La reforma indígena es uno de los componentes de este nuevo proyecto que hoy encabeza el licenciado Andrés Manuel López Obrador y nosotros esperamos que así como hay ahora la voluntad del Poder Ejecutivo, también haya la sensibilidad de parte de nuestros legisladores, que todos estemos a la altura de las circunstancias, porque el tema indígena no es el tema de un partido, no es el tema de un grupo, de un sector, es una causa que yo creo que compartimos millones de mexicanos. La causa indígena no es un tema de riqueza o pobreza, porque a menudo se evoca así, incluso lo ven así como una cuestión folclórica o cultural.

El tema hondo es la cuestión del reconocimiento, esto que (Guillermo) Bonfil Batalla, que describía como el México profundo. Cómo aprendemos a mirar este México profundo que está ahí en nuestras raíces, en nuestra forma de hacer política y que nos resistimos a verlo y reconocerlo.

Esto lo tenemos que hacer en la Carta Magna. Se habla de la Cuarta Transformación y que es lo que han dicho nuestros pueblos: queremos que en esta Cuarta Transformación se nos reconozca como sujetos de derecho, libre determinación y autonomía, cosa que no ocurrió en la Independencia, la Reforma y la Revolución.

Adelfo Regino, director del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas. Foto: Héctor López Ramírez/Archivo

¿Cuál será la política del gobierno federal, respecto hacia el EZLN, con una declaración de guerra vigente, con un diálogo detenido desde 1996 y un acuerdo parcial?

—En efecto, las causas ahí están, las que originaron este levantamiento armado siguen siendo causas muy dolorosas pero vigentes. De parte del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, nuestra actitud ha sido y será de respeto, de reconocimiento, respetamos los procesos de autonomía de organización que ellos con esfuerzo y valentía han construido. Hacia el proceso que trae el movimiento zapatista tenemos que ser respetuosos y garantizar los derechos de los pueblos indígenas, en particular en derecho a la libre determinación.

Excelsior