Embarca Trump a AMLO en detención de hijo del Chapo: Alfredo Martínez de Aguilar

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* Con autorización presidencial presuntamente la operación fue llevada con máximo sigilo por la Guardia Nacional, que por protagonismo buscó llevarse el mérito, y la DEA, los verdaderos interesados en la captura, cuyo director interino Uttam Dhillon visitó Sinaloa un mes antes.

* El plan de la Guardia Nacional organizado en conjunto con autoridades de EU tenía presuntamente la motivación política que Donald Trump pudiera iniciar su campaña reeleccionista con una detención estruendosa y mantener el multimillonario negocio del tráfico de armas.

 

En medio de la desinformación gubernamental provocada por la confusión y contradicciones del Gabinete Nacional de Seguridad, con seis versiones y número de muertos, hay trascendentales detalles como la presunta participación de la DEA, sin descartar complicidades y traiciones políticas y policíacas.

Está dicho. La ambición, soberbia y perversidad del imperio no tiene límites. Ciertamente, no es nada nuevo. Así ha sido históricamente. No mienten, pecan de cínicos: América para los americanos. Estados Unidos no tienen amigos, sino intereses.

El presidente Donald Trump embarcó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la detención de Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo, para efectos de extradición. El motivo, la enfermiza obsesión por reelegirse a cualquier costo.

Con autorización presidencial presuntamente la operación fue montada con máximo sigilo por la Guardia Nacional, que por protagonismo buscó llevarse el mérito, y las agencias de seguridad de Estados Unidos, los verdaderos interesados en la captura, que impidieron a las Fuerzas Armadas cualquier margen de maniobra.

El plan de la Guardia Nacional organizado en conjunto con autoridades de EU tenía presuntamente la motivación política que Donald Trump pudiera iniciar su campaña reeleccionista con una detención estruendosa y mantener el multimillonario negocio del tráfico de armas.

Un mes antes que Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera El Chapo, fuera capturado y posteriormente liberado, Uttam Dhillon, director interino de la DEA visitó Sinaloa y se reunió con el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel de forma privada.

Sería el mismo grado de cooperación, que raya en la sumisión, que la 4T está demostrando en materia migratoria con el país vecino. Escudriñar detrás de la noticia permite desvelar detalles que, a primera vista, pasan desapercibidos.

Trump ha llegado al extremo de exhibir al gobierno de López Obrador de hacer el trabajo sucio en materia migratoria al agradecer su “increíble” trabajo a la hora de contener la migración de miles de centroamericanos en la frontera sur de México.

Ahora, Trump felicitó a López Obrador, quien informó que le expresó, a través de una llamada telefónica, su solidaridad por los enfrentamientos ocurridos en Culiacán el pasado jueves. El Embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, también expresó su solidaridad al País tras las balaceras ocurridas el jueves en Culiacán.

Aun cuando oficialmente se niega la participación de la Administración para el Control de Drogas​ en la espectacular captura del hijo del Chapo es innegable la creciente injerencia de la DEA en México, máxime cuando Ovidio Guzmán es prófugo de la justicia de EU.

 

Lo cierto, es que el narcoterrorismo contra la población dobló y puso de rodillas al Estado Mexicano, al gobierno de la Cuarta Transformación, pero lo peor, también ahondó las diferencias con sus fuerzas armadas, cuya moral se ve afectada al ser abandonadas por su comandante supremo. Hay una creciente indignación entre los jefes, oficiales y tropa.

No hay que olvidar que los 100 de millones dólares que el gobierno de México destinará para implementar el programa Sembrando Vida en tres países de Centroamérica: El Salvador, Guatemala y Honduras, provienen del Plan Mérida antidrogas.

El fondo del operativo fallido, fue el intento de la Guardia Nacional de dar un golpe de efecto en un momento en el cual las cifras de seguridad no mejoran en el país y en lugar de un triunfo la fuerza quedó como articuladora de una entrega, de una rendición que da la vuelta al mundo.

La percepción general a nivel nacional e internacional es que hemos pasado del Estado Fallido al Estado humillado, rendido y derrotado. Las más severas críticas no se hicieron esperar en los diversos medios de comunicación. Y percepción es realidad.

“Un gobierno que decide negociar la paz ante la fuerza de las armas del crimen organizado, es un gobierno que se rinde y capitula al sentirse rebasado y derrotado por la capacidad de violencia de los delincuentes”, escribió el columnista Salvador García Soto.  

“Pasamos así, con la inédita entrega de un presunto criminal que es devuelto a los grupos armados que exigieron su liberación a balazos y tomando y sitiando la capital de una entidad federativa, de un Estado que parecía fallido, a uno Estado rendido y sometido por la capacidad de fuego y desestabilización del narcotráfico”.

El New York Times señaló, por su parte, que el “gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue humillado, quien ha batallado para llevar a cabo una estrategia de seguridad para combatir los niveles récord de violencia en el país”.

El Washington Post relató lo sucedido en el estado natal de “El Chapo” Guzmán. Además, hizo énfasis en las acusaciones que tiene Ovidio Guzmán en Estados Unidos. El hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera “tiene investigaciones por tráfico de cocaína, metanfetaminas y marihuana”.

El Artículo 150 del Capítulo I Delito de Evasión de Presos del Título Cuarto del Código Penal Federal intitulado Delitos contra la Seguridad Pública establece: Al que favoreciere la evasión de un detenido por narcotráfico se le impondrán de siete a quince años de prisión.

Si quien propicie la evasión fuere servidor público, se aumentarán las penas en una 3era parte.

Por ello, el grupo parlamentario del PAN exigió la renuncia del Presidente Andrés Manuel López Obrador y del Gabinete de Seguridad, luego que el Gobierno liberara al hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ovidio Guzmán López.

El secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, cuyo hijo habría sido compañero en la escuela primaria del hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, Ovidio Guzmán López, presuntamente presentó su renuncia al Presidente el mismo día del fallido operativo aunque, ahora, asegure que no renunciara.

 

alfredo_daguilar@hotmail.com

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@efektoaguila