Denuncian presunta negligencia médica en el IMSS Oaxaca: paciente estuvo al borde de la muerte por omisiones

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Diana Méndez

Una grave denuncia ciudadana difundida en redes sociales ha desatado indignación pública por el trato recibido en el Hospital General de Zona No. 1 “Dr. Demetrio Mayoral Pardo” del IMSS, donde un paciente identificado como L.A.P. habría sido víctima de negligencia médica que lo puso en riesgo de muerte, tras múltiples omisiones en su atención médica.
De acuerdo con el testimonio, los hechos iniciaron la noche del 22 de mayo, cuando el paciente fue ingresado al área de urgencias por un dolor abdominal intenso. A pesar de los signos evidentes de gravedad, fue clasificado como código verde es decir, no urgente y quedó en espera durante varias horas. La doctora de turno, identificada como Andrea Tobías, presuntamente minimizó la situación y llegó incluso a sugerir el alta voluntaria para acudir a una clínica privada, según relata el familiar denunciante.
Durante la madrugada, el expediente del paciente se extravió y, con el cambio de turno, se retrasó aún más la atención. No fue sino hasta las 4:00 p.m. del día siguiente que el cirujano Gerardo Espinoza determinó la necesidad de una cirugía urgente por un cuadro avanzado de apendicitis con intestinos casi paralizados. La operación se realizó ese mismo día por la tarde.
Sin embargo, la situación no mejoró tras la intervención. Según el testimonio, al día siguiente se intentó dar de alta al paciente, a pesar de su débil estado. Más tarde, al presentar síntomas de infección en la herida quirúrgica, acudieron nuevamente a urgencias el 10 de junio, donde a pesar de la gravedad evidente —fiebre, taquicardia y supuración—, fue clasificado como código amarillo y puesto nuevamente en lista de espera.
La situación se tornó crítica cuando, ya dentro del hospital, la herida del paciente supuró una gran cantidad de pus, y el paciente colapsó. A pesar de sus signos vitales alarmantes, se le negó ingreso inmediato. El familiar relata que fue tratado con sarcasmo por parte del personal de enfermería y que, ante el deterioro acelerado del paciente, decidió sacarlo del hospital para trasladarlo a una clínica privada, donde finalmente fue estabilizado.
“Este trato, frío e indiferente, no solo vulneró el derecho a la salud de L.A.P., sino que nos dejó claro que en el IMSS se atiende cuando el paciente ya está al borde de la muerte, no antes”, escribió el denunciante. También aseguró que esta experiencia no es un hecho aislado, sino parte de una crisis estructural en el sistema de salud público.
La familia exige justicia, atención digna y medidas inmediatas para evitar que otras personas pasen por una experiencia similar. La denuncia concluye con un llamado urgente: “La salud no puede ser un lujo. Debe ser un derecho garantizado. Y debe ser digna”.