Conversaciones con garganta abismal: Raúl Castellanos Hernández

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“De dos peligros debe cuidarse el hombre nuevo: de la derecha cuando es diestra, de la izquierda cuando es siniestra“.

 

MARIO BENEDETTI.

 

Por si algo faltara como cereza del pastel, la semana pasada, a las contradicciones del rockstar López Gatell, hubo que sumarle el sismo de 7.5 grados que sacudió a 12 estados; el atentado al Secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México y el anuncio de la visita a la Casa Blanca del Presidente López Obrador con motivo de la entrada en vigor del Acuerdo de Libre Comercio suscrito por los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México y avalado por sus respectivos poderes legislativos.

 

Despuntando el alba, la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum twitteó que a las 6.38 am, de ese 26 de junio. Un comando del crimen organizado había interceptado con armas de fuego de calibre extremo al responsable de la seguridad en la capital, se reportaban dos policías muertos y después se confirmó el fallecimiento de una persona del sexo femenino que tuvo la mala suerte de estar a la hora y en el lugar equivocado.

 

Desde Morelia, el Presidente expresó “todo esto tiene que ver sin duda con el trabajo que se está llevando a cabo para garantizar la paz y la tranquilidad tanto en la Ciudad de México como en el país”. Las reacciones fueron inmediatas y diversas, el propio Secretario García Harfuch responsabilizó al CJNG, se conoció de múltiples detenciones, incluyendo la de un avecindado en Oaxaca y la identidad del posible coordinador intelectual.

 

Como suele suceder, el humor negro de los habitantes de esta hermosa república mexicana no se hizo esperar. Llamó la atención un meme con dos fotos, una del titular del poder ejecutivo federal saludando a la mamá del Chapo Guzmán, la otra de la camioneta blindada baleada y una cita de Winston Churchill “el que se humilla para evitar la guerra, tendrá la humillación y tendrá también la guerra”.

 

Ya entrando a las remembranzas y estando por arribar el mes de julio, vinieron a mi memoria los primeros días de julio del 2007 en que, acompañado de Garganta Abismal recorrimos varios museos de países de America Latina que albergan obras históricas y testimoniales para entregarles la Carpeta Gráfica que con motivo del Bicentenario del natalicio del más universal de los oaxaqueños, Benito Juárez, por iniciativa de nuestro muy admirado y querido amigo Juan Alcazar, realizaron 16 creadores gráficos oaxaqueños.

 

Por tal motivo le llamé -a Garganta Abismal- para pasar revista de aquel inolvidable viaje; en particular recordamos las viandas del Mercado del Puerto de Montevideo, chorizo, fiambres, bife de chorizo, asado de tira, empanadas uruguayas, el vino de casa, todo en un ambiente plagado de expresiones culturales y ya para rematar por iniciativa de Garganta Abismal trasladarnos al Café San Rafael, donde todos los días almorzaba Mario Benedetti.

 

Debo confesar que Benedetti es mi mayor referente en varios sentidos: político, del amor y el desamor y sobre todo por su visión de vida, siempre en positivo aún en la adversidad. Exiliado a partir del golpe de estado en Uruguay de 1973, recorrió Argentina, Perú, de donde fue deportado y luego amnistiado, Cuba y varios países más.

 

Fueron 10 años ausente de su patria, de su esposa que se quedó a cuidar de sus madres; y fueron también de sus años más intensos con la pluma, sus poemarios “Poemas de Otros” -1974- y “La Casa y el Ladrillo” -1977- la novela “Primavera con una esquina rota” dan cuenta de ello; también en el 74 “La Tregua” fue llevada al cine y nominada al Óscar como mejor película extranjera.

 

En mi Gulag que duro 5 años, 6 meses, 2 días, 16 horas, 24 minutos, desde los acantilados que miraban al pacifico evoqué en no pocas ocasiones “no te salves, no te quedes inmóvil al borde del camino, no congeles el júbilo, no quieras con desgano, no te salves ni ahora ni nunca, no te llenes de calma, no reserves del mundo solo un rincón tranquilo, no dejes caer los párpados pesados como juicios, no te quedes sin labios, no te duermas sin sueños, no te pienses sin sangre, no té juzgues sin tiempo”.

 

Llegamos al San Rafael y ahí estaba Mario Benedetti, esperamos a que concluyera su almuerzo y nos acercamos, nos presentamos“somos oaxaqueños” le dijimos, Nos vio, guardó silencio, nos invitó a sentarnos y nos dijo para comenzar una larga conversación: “Estuve en la Guelaguetza, las tehuanas bailan como las mariposas”. Fue una tarde espléndida, de esas para recordar por siempre.

 

Página Siete desde su redacción escribió y lo suscribo a plenitud “recorrer a Benedetti es navegar en un barco sin velamen, una espiga, sobrantes de lujuria, un folio rebosante de noticias, un duelo, una cábala indecisa, un olvido, el afiche de Dios, una carta que jamás llegó a su destino, un olvido, un verso….todo ello contenido en una botella arrojada al mar”.

 

Sin duda, Benedetti es un cómplice de nuestros sentires inexplorados, de nuestros recuerdos recorriendo las playas de su cuerpo hasta entonces inexpugnables, suspiros y llanto, soledades y alegrías.

 

Ya para despedirnos con su clásico estilo, Garganta Abismal reflexionó “tiene razón López Obrador cuando en la mañanera afirmó que en política se corren los mayores riesgos; y él los está corriendo con la visita al estólido de Donald Trump, independientemente de que sea una visita de “estado” se da en el contexto de la contienda electoral en Estados Unidos”.

 

“Y aunque las comparaciones siempre tienen matices, no puede dejarse de recordar la recepción que le dio Peña Nieto a Trump, que provocó el mayor consenso de rechazo y condena, sin duda fue una estupidez, no lo sé, si calculada o no pero lo fue y contó en el resultado de la elección y no lo digo yo, lo sostuvo Hilary Clinton”.

 

“Dice un clásico que “en política lo que parece es” y este periplo “parece” ser una forma de apoyar a Trump, no más, no menos, a menos, valga el pleonasmo, que cuando ambos dos enfrenten a la prensa, López Obrador de manera categórica desmienta y afirme que por ninguna razón los mexicanos vamos a pagar el pinche muro del fascista a su lado y además rechace el halago 58 a la política migratoria inhumana y discriminatoria que el gobierno federal aplica hasta hoy”.

 

“Y para finalizar, déjame decirte, que en todo esté affaire hay un responsable, Marcelo Ebrard, o Marcelo Videgaray que es lo mismo”.

 

Nos despedimos, por mi parte y siendo domingo, paso a disfrutar de unas brochetas de vegetales, un rib eye y un afrodisíaco Casillero del Diablo, suscribiendo la conseja de Germán Dehesa: “Es viernes. Hoy toca”. Aunque no sea viernes.

 

¡VOLVEREMOS A ABRAZARNOS!