¡Vaya escándalo en torno a una expresión coloquial de AMLO! Ni duda cabe que al “caballo que va en punta” se le critican hasta las crines al viento. Además, en este afán de linchamiento pre-electoral desatado por los “Milenarios” hijos de Televisa como dijo Tajonar en su carta al “Mesurado” Carlitos Marín, se perciben varias aristas. En primer lugar, una hipocresía medieval, la negativa a que un hombre público tenga también sus desfogues verbales. En segundo lugar, una incomprensión de muchos de los que somos tropicales, fogosos, deslenguados pero ¡sinceros! Bien decía una tía mía, ciertamente muy discreta:
¡En mi tierra Veracruz, te mientan la madre de frente, en el DF, quedito y a tus espaldas!
¿Acaso los brontosaurios de “Milenio” pueden dar clases de educación? ¿No fue acaso Carlitos Marín el que insultó hace poco a una artista llamándola estúpida? ¿Quién le ha “parado los tacos” a un neurasténico que en ocasión de una de sus “salidas” verbales, mandé la opinión a los reporteros de ese diario minúsculo que “cargaban la cruz de un loco”? Obvio, no chistaron.
Cuentas aparte, se revela en el escándalo que se inicia en torno a las palabras de AMLO, parte de la “guerra sucia” en que hozan los “Milenarios”: su pretendido olvido del uso repetido de la tajante palabreja en TODO México. Ahí van unos ejemplos. En el sur de Veracruz un amigo tiene desde hace años su rancho “La Chingada” Se solaza en decir de dónde viene o adónde va. No hay “fijón”. Se toma con naturalidad. Por lo demás los “chilanguitos” como supongo es don Carlitos Marín “El Televiso” cuando visitan Tlacotalpan en las fiestas de La Candelaria, festejan el racimo de leperadas bien adobadas que cantan los jaraneros. No se diga cuando escuchan el son de “La Vieja”: “una vieja que yo conocía, debajo de la cama un macho tenía…” Es uno de las más celebrados sones. Cuando los escuchas no pecan de una pudibundez que es hipócrita cobija de estultos.
No es todo, en el Istmo de Tehuantepec, los “paisanos-lá” son más incisivos: tienen el rancho “Nundeya” o cosa similar-no conozco el zapoteco- que significa “aquellito”. No se andan con reparos.
Pero, pero, pero, el escandalito que pretende desatarse contra AMLO, revela simple actitud “Marinesca” torquemadiana, arranques propios de beatas cuya lujuria no ha sido satisfecha por algún “fauno” dotado de virtudes físicas descomunales. Esconde afanes o “sueños húmedos” de solteronas de cirio y jaculatorias perpetuas. Revela “mochería”, ñoñez.
En el caso es simple pretexto para atacar a AMLO. Simple vulgar vía pre-electoral que se suma a la extraña normatividad que el IFE impone con propósitos aviesos: ¡mira que un silencio de mes y medio! Creo que “Ba-Zurita” y sus fariseos del IFE, quieren dar oportunidad al PRI-PAN que formulen algo que se acerque. ¡va a estar difícil!, al “Nuevo Proyecto de Nación” que una treintena de valiosos intelectuales aportaron a la campaña de AMLO. Por que recordemos: Beltrones dijo que antes del “destape” debería formularse el “Programa”. En pocas palabras: el PRI no tiene Programa alguno. Pedírselo a “Des-Peña Nieto” es pedir “peras al olmo”. No tiene capacidad. Escúchenlo: solo frases repetidas que cualquier merolico grita en los mercados. De “Chepina La Bailadora”, podemos esperar que saque otro bodrio que titule “Dios mío, llévame a Los Pinos” O “Dios mío: dame un bótox más efectivo para las arrugas”.
Finalmente, puedo afirmar que el paisano de mi pueblo, deslenguado, desbozalado, pero ¡sincero!, cuando le colman el plato, no solo dice que “viene de o va a La Chingada”, sino que a los hipócritas, los manda a grito pelado a ese lugar, del que está duro que vuelvan.
Por eso a mis cuates, especialmente a Pedro “El Jarocho Remiso” le sugiero que “pare las antenas” Menudearán los ataques a AMLO. Ni modo, es el precio de ir en punta.