La Universidad Anáhuac de Oaxaca organizó un foro dirigido a su comunidad académica, profesores y alumnos, con los candidatos y candidatas al Senado de la República. De las tres fórmulas que aspiran a llegar al edificio de Reforma e Insurgentes, la conformada por la coalición PRI, Partido Verde y Nueva Alianza, destacó por ser la que más conectó con un público de jóvenes con deseos de servir al país y que son formados, no solo en conocimientos de avanzada, sino también en valores de servicio a la ciudadanía.
La participación que más destacó fue la de Raúl Bolaños Cacho Cué, quien estuvo acompañado de Javier Villacaña Jiménez, su suplente en la fórmula al Senado de la República. Fundamentalmente por tres razones Raúl fue el vencedor del foro de la Anáhuac:
- Fue el único candidato que conectó con los jóvenes. Cuando le preguntaron temas polémicos que evadieron los otros candidatos y candidatas, el candidato de “Todos por México” respondió con apertura y demostró que es un joven preparado, que no se guía por los prejuicios sino por el conocimiento de las leyes, como buen abogado.
- En contraste con Héctor Pablo Ramírez Puga, candidato de “Por México al frente”, cuya única agenda es golpear al gobierno del estado y al PRI, Raúl es propositivo y centra su agenda en temas de interés para el estado; con ello demuestra que la prioridad son las regiones de Oaxaca y las zonas más pobres y marginadas.
- Raúl, a diferencia de Héctor Pablo, se desenvuelve con seguridad en un ambiente académico porque se ha preparado en el aula, antes que en la administración pública. En cambio, el ex director de Liconsa confesó que se tituló apenas hace dos años, muchos años después de tener que haber cumplido con esa obligación. No debemos olvidar que acceder a la educación superior es un privilegio que debe honrarse.
Lo que irritó a muchos es que el candidato del PAN, PRD y MC señaló que fue un foro a modo dado que hubiera preferido un debate. Cabe preguntarse para qué debatir con alguien que critica al gobierno federal cuando él formó parte de ese gobierno durante los últimos cinco años. ¿Qué clase de oposición puede hacerse desde su oportunismo político? ¿Y qué clase de preparación puede ofrecerse ante una comunidad sólida como la de la Anáhuac de Oaxaca?
Hay que recordar que la Academia fue la escuela filosófica fundada por Platón alrededor de los jardines de Academos en Atenas. Estaba dedicada por los griegos a investigar y a profundizar en el conocimiento; en ella se desarrolló casi todo el trabajo matemático de la época. También se enseñó medicina, retórica y astronomía. Dada su inclinación por los estudios matemáticos, en el frontispicio de la Academia se leía: “Aquí no entra nadie que no sepa geometría”. Esta máxima debería orientar el trabajo de los políticos de hoy, que no se titulan dos años antes de ir a la máxima tribuna de la nación y muchos años después de haber debido cumplir con una responsabilidad de vida.
Para quienes se sorprendieron por verme ahí y quisieron encontrar motivos ajenos al objetivo de privilegiar el diálogo en el marco del proceso electoral más importante de nuestra historia, vale la siguiente aclaración: el martes pasado no fui a un mitin político sino a un foro universitario, académico y de reflexión con las y los candidatos que aspiran a represenatar a nuestra entidad federativa, yo actualmente curso el Doctorado en Administración en una institución que es referente en el estado. Esta actividad académica forma parte de mi preparación como doctorante en Administración; por otra parte, cumpliendo con la normatividad vigente solicité mi permiso correspondiente sin goce de sueldo a las instancias correspondientes. La academia no está peleada con el servicio público, al contrario debe nutrir las decisiones que nos afectan a todos.
Valiosa la iniciativa del conversatorio que contó con el aval del Instituto Nacional Electoral y con la presencia de los consejeros electorales del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, iniciativa que servirá a que la discusión de los temas continúe en las aulas y fomente una ciudadanía más informada y participativa.
Qué bueno también porque este ejercicio democrático permitió conocer mejor a los candidatos y candidatas al Senado de la República, y a valorar que la clase política debe tener muy en cuenta la profesionalización de sus cuadros, que va de la mano de un título y una cédula en los tiempos que marca la vida.
Raúl fue el mejor exponente porque es el más preparado, y su juventud es esperanza de renovación de la política oaxaqueña.
*Doctorando en Administración, Universidad Anáhuac de Oaxaca