Las negociaciones fracasaron en el Senado y el presiden-te electo, Enrique Peña Nieto, tendrá que nombrar un gabinete con base en la Ley de Administración Pública vigente, luego de que anoche PRI, PAN y PRD se acusaron mutuamente de haberse convertido en el dique para la reforma que propuso el mexiquense.
Tras 48 horas de negociaciones, en las que terció el equipo de transición de Peña Nieto, PAN y PRD mantuvieron inamovible la exigencia de poner “controles democráticos mínimos” a la Secretaría de Gobernación para operar la policía federal y los nuevos órganos policiacos.
Incluso exigieron que hoy se aprobaran los cambios para ser votados mañana por la Cámara de Diputados.
El coordinador priista, Emilio Gamboa, dijo que “se les dio todo”, pero por respeto a los diputados, era imposible garantizar que en San Lázaro se pudiera sesionar este sábado tras la toma de posesión.
Sostuvo que con esta decisión, el PAN y el PRD se “convierten oficialmente en el bloque opositor”.
Esos dos partidos exigieron cambios en la minuta enviada por los diputados y elaboraron un dictamen conjunto que no se pudo discutir en comisiones, porque la presidenta de la Comisión de Gobernación, la priista Cristina Díaz, no convocó en espera de que se llegara a acuerdos en las cúpulas partidistas.
PAN y PRD habían solicitado que el secretario de Gobernación sea llamado en forma trimestral a comparecer ante la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional para hacer una evaluación periódica de su gestión al frente de la Policía Federal.
Asimismo, pidieron que se ratifique a los comisionados de la policía que nombre el titular de la Segob.
Emilio Gamboa aseguró que todo eso se atendió, pero la negociación se rompió cerca de las 20:00 horas, cuando PAN y PRD agregaron que querían esa reforma hoy mismo, para ser votada mañana por los diputados.
“Era una condición que yo no podría garantizar, era intransitable”, argumentó al reconocer que el bloque de la izquierda con el PAN tiene 66 votos contra 62 del PRI y del Verde, por lo que no pasa nada si esta reforma no sale en estos momentos.
Sostuvo que a Peña Nieto no le pasa nada ni tampoco es una derrota, pues tendrá que nombrar su gabinete con la ley vigente, pero será el Ejecutivo quien defina la estrategia anticrimen y no los senadores.
“Ni va a ser la primera ni la última. No le pasa nada al presidente Peña Nieto con que no se apruebe esta ley. Es la primera vez en la historia que se le regatea a un presidente lo que él piensa que hubiera sido lo ideal para darles solución a los miles de problemas que tenemos los mexicanos”.
Gamboa negó que el PRI bloqueara las negociaciones y reveló que inclusive la oposición pidió crear una Secretaría del Interior.
Sin embargo, en conferencia conjunta, los coordinadores del PAN, Ernesto Cordero, y del PRD, Miguel Barbosa, acusaron que fue el tricolor el que se negó a actuar con responsabilidad.
Cordero aseguró que mantuvieron apertura y voluntad para acudir a las comisiones y votar en el pleno, pero de ningún modo se puede permitir que la seguridad pública esté en manos de la conducción política sin los controles necesarios. Dijo que están abiertos a dialogar y seguir las negociaciones incluso hoy para mitigar los riesgos de regresar a una policía política.
Barbosa y Cordero sostuvieron que en ningún momento estuvieron por no apoyar este diseño institucional, pero el atorón se dio en la ratificación de los comisionados.
Agencias
