Desde que los norteamericanos entraron en posesión de las montañas rocallosas, supieron de una enfermedad que diezmaba a los pobladores de esa cordillera. Sabían que desde la época virreinal, los españoles y nativos abandonaban sus posesiones o morían si se quedaban, a consecuencia de una terrible y desconocida enfermedad.
En 1906, Howard Taylor Ricketts, estudió la letal enfermedad conocida como la “Fiebre de las montañas rocosas”. Ricketts descubrió que una vez que el sarpullido aparecía en la piel de los enfermos, en unos cuantos días sobrevenía la muerte. La fiebre atacaba a personas de todas las edades, pero se ensañaba con los niños que intentaban sobrevivir por más tiempo y que por eso, por ese aferramiento a la vida, sufrían más.
Ricketts descubrió que el agente patógeno era la garrapata que abundaba en esa región y que llegó infestando a los perros traídos por los españoles. Estos insectos, resultaron el agente ideal para la incubación y transmisión de la enfermedad a la población humana.
Así se supo que pesar de que la enfermedad existía en la zona desde siempre, carecía de un agente capaz incubarla y de transmitirla, por eso la población nativa la desconocía. La garrapata fue el vector y una vez que asimiló los gérmenes. Se inició la era de su propagación.
Ricketts no encontró cura para la enfermedad, pero tratando de encontrarla se contagió y murió, eso ocurrió en 1810. A la muerte de Ricketts, el gobierno norteamericano preocupado por los peligros de contagio de esta enfermedad pidió la colaboración del Instituto de Enfermedades Tropicales de Hamburgo, entonces el más avanzado en epidemiología, el cual comisionó a Stanislaus Von Prowazek, que confirmó los hallazgos de Ricketts, entre ellos que la garrapata era su agente transmisor y al igual que Ricketts se contagió y falleció en 1915.En sus informes, Von Prowazek llamó a la enfermedad “Rickettsia”.
La Fiebre de las Montañas rocosas, o como se llama hoy en día, Rickettsia, RMSF (Rocky Mountain Spotted Fever), Fiebre manchada de las Montañas Rocosas (FMMR), Fiebre maculosa de las Montañas Rocosas se convirtió en la enfermedad más despiadada y aterrorizante, nativa de lo que hoy son los Estados Unidos de américa. Era incurable y solo por extraña e inexplicable razón una que otra personal lograba sobrevivirla.
Las cosas cambiaron cuando en 1928, se inventó la penicilina y los tratamientos fueron regularmente exitosos si se medicaba la enfermedad dentro de sus primeros cinco días, después de pasado ese lapso de tiempo, seguía siendo mortal. En 1953 las Tetraciclinas mejoraron los resultados y la Doxiciclina se consideró el tratamiento ideal en la mayor parte de las rickettsias.
La historia de las rickettsias es grande, se extendió hasta Nueva York y otras regiones de Estados Unidos que es afortunadamente la potencia científica y tecnológica número uno del mundo, otra historia sería si se hubiera originado en la India, en África o en China, donde seguramente se habría convertido de una enfermedad endémica a una epidemia y ahora sería, sin duda, un verdadera pandemia.
Por desgracia una variante de la rickettsia se escapó de las fronteras de Estados Unidos de América y se estableció en un lugar donde prevalece la miseria, carente de higiene, en la colindancia de la planta de tratamientos de aguas negras, con canales sanitarios a cielo abierto, con un clima más que cálido, ardiente, con una gran población humana y también de perros atiborrados de garrapatas.
En este lugar la Rickettsia encontró su paraíso, en la colonia Los Santorales de Mexicali, Baja California. porque además de esas condicionantes económicas, de higiene y climatológicas, se debe agregar la desatención, el descuido y la falta de valor características de todo centralismo.
Los niños y personas en general que enferman de Rickettsia en Mexicali, de cualquier edad, se pueden salvar si son diagnosticados antes del sexto o séptimo día posterior al contagio, entonces pueden ser medicados exitosamente con Doxiciclina en tabletas o incluso en jarabe, pero desgraciadamente la enfermedad puede ser confundida con otro padecimiento, a final de cuentas dolores de cabeza, de estómago, calentura, mareo, dolor muscular, son síntomas demasiado comunes como para esperar que sean las primeras etapas de una infección letal.
Cuando aparece el sarpullido, significa que la infección ha sido adsorbida y, que ha madurado y se manifiesta en ese sarpullido, que se encuentra diseminado en todo el organismo, en todo el tracto digestivo, en órganos como el hígado y riñones, en los músculos. Hasta mediados del siglo XX, nadie podía superar este momento, ahora es curable aun en esta etapa, pero para ello la única cura segura es la Doxiciclina Intra Venosa (IV) la cual no se produce en México, por ello no se encuentra en ningún cuadro oficial de medicamentos.
Ningún laboratorio produce en México a la presentación intra venosa, si la encontraremos en jarabe o cápsulas, pero estas no detienen a la enfermedad cuando ya transcurrieron los primeros 7 días, de nada sirve el jarabe ni las pastillas cuando ya apareció el sarpullido rojo, en ese momento lo único efectivo al 100% es la Doxiciclina Intra Venosa, que se encuentra en Estados Unidos al precio de 300 dólares la caja con las ampolletas necesarias para salvar la vida del paciente.
Los médicos en Mexicali les recomiendan a los familiares del paciente que compren el medicamento en California y lo traigan de inmediato, esto no es algo sencillo, es necesario conseguir la receta y tener el dinero para comprar el medicamento, por desgracia los pacientes son pobres y pocos lo consiguen, invariablemente mueren los pacientes pobres, los muertos son niños en su inmensa mayoría.
Los directores de las instituciones de salud, no pueden comprar los medicamentos en Estados Unidos pues existen restricciones insalvables por parte de la burocracia centralista, que no considera a la Rickettsia pues a final de cuentas no afecta al Distrito Federal, ni al Estado de México y tan solo está matando en Mexicali a unas diez personas, niños en su mayoría, durante el verano.
Claro que esta matanza evitable va en aumento, ahora los casos ya no provienen exclusivamente de Los Santorales, sino que son 120 colonias donde existen evidencias de que ya se encuentra la Rickettsia en Mexicali, incluso colonias clase medieras, ahora ya no son solo casos de Mexicali, la enfermedad ya se encuentra en Sonora.
Tan sólo en el Hospital General de Mexicali, hasta el 3 de julio se han reportado 31 casos, 20 de ellos confirmados, siete probables y cuatro asociados y se han registrado once defunciones, además de cuatro personas hospitalizadas. A este dato hay que sumar los casos del Seguro Social, y los que se atienden en clínicas o con médicos particulares.
El Doctor Moisés Rodríguez Lomelí, encargado del area de Epidemiología del Hospital General de Mexicali, dijo a La Voz de la Frontera, en nota publicada el 3 de julio que “.. los epidemiólogos expertos dicen que si en un conteo de garrapatas, el 7% está infectada con rickettsiosis, hay que encender las alarmas.. en Mexicali el porcentaje llega al 35% y no hemos hecho nada”.
El centralismo asesino impide a las acobardadas autoridades médicas de salud pública en Baja California tomar decisiones para salvar la vida de estos niños. Los políticos dicen que es más grave la emergencia humanitaria de los niños migrantes, a final de cuentas los niños mexicalenses que van a morir este año por falta de la Doxiciclina Intra Venosa a nadie le importan, no son niños migrantes, no viven en la Casa Hogar de Mamá Rosa, no están en una estación migratoria de Estados Unidos, solo son niños mexicanos pobres, niños locales, sus papás los ocultan a las cámaras de televisión porque el sarpullido oculta su belleza, a final de cuentas no les interesan al canal de las estrellas, ni a ningún dueño de los partidos políticos nacionales.
El centralismo atemoriza al Secretario de Salud del Estado, pues no puede autorizar compras de medicamentos a Estados Unidos siendo tan costosos y sabe que en el Distrito Federal no los van a autorizar, a menos que muera el hijo de algún prominente empresario o despierte el morbo de Joaquín López Dóriga.
En cuanto al gobernador del estado, Francisco Vega de la Madrid, este solo quiere juntar una gran bolsa para el Teletón de este año, nuestro gobernador quiere acudir al Teletón con la bolsa de oro más grande entre todos los gobernadores, por eso los muertos por Rickettsia tampoco le importan. Pobres niños locales, sin glamour y sin relieve, ignorados aquí y con mayor razón en el Distrito Federal. Mala suerte para ellos que mueren de una enfermedad de gente pobre, de países centralistas, mala suerte.
Si existe alguien a quien le importen sus breves vidas, solo es a sus padres que para colmo son ignorantes, pobres y mal olientes. Los programas de Desarrollo Social incluyen despensas con frijol, leche, una lata de atún, con eso debiera bastar, pues no contienen Doxiciclina Intra Venosa, pero si un gran paquete de galletas de animalitos, con lindos colores.
Por Antonio Limón López.
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