¿Quiénes son los terroristas?: Rubén Mújica Vélez

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Los medios han reiterado hasta el cansancio la lista de “terroristas” que identifican los burócratas yanquis y persiguen para asesinarlos o “neutralizarlos” Obvio, el primero, Osama Bin Laden el mefistofélico personaje que según dicen vive cómodamente instalado en Pakistán a salvo de las bombas “inteligentes” que, según versión yanqui, son capaces de hacer volar en las cavernas más hondas a los que atentan contra “las democracias occidentales”. Solo que Osama sigue tras de casi diez años, tan campante como “Don Sebas” el del célebre comercial. Hubiera sido más fácil atraparlo discreta y elegantemente en las juntas del Consejo de Administración de Carlyle Group en que participó con “Papy Bush” como inversionista. Entonces era un  distinguido financiero; después un facineroso que había que destruir sin piedad. Pero los eficaces burócratas del Pentágono no han podido con él; tampoco con Fidel Castro.

 

Otro “terrorista” fue Sadam Hussein que primero un “amigo del alma”  devino “bestia negra” cuando pretendió deshacerse de millones de dólares de reserva y cambiarlos por euros. Entonces la puerca torció el rabo. Invasión y destrucción de la cuna de la civilización para castigar su osadía que pretendía torpedear a los EUA en su Talón de Aquiles: la  aceptación de dólares como reserva, aunque fueran “bilimbiques”. Eso le ha costado al mundo, la destrucción de las raíces de la cultura de la Humanidad. Cualquier cosa para los “cow boys”.

 

Acá en América Latina, en Guatemala realizaron la más alevosa invasión cuando Jacobo Arbenz afectó el latifundio de la United Fruit Company “Mamita Yunai” para repartirla entre campesinos hambrientos de  parcelas.

La saga de la violencia de la “Metrópoli de la Democracia” es inacabable. Todos los países registran heridas sin cicatrizar por el radical imperialismo que campea desde 1823 en nuestro continente. No hay gobierno yanqui sin mácula imperial; se salva el de F. D. Roosvelt, por que ante la emergencia de la Guerra Mundial II tendió puentes con América Latina. En esa coyuntura, apareció Lázaro Cárdenas con las corrientes nacionalistas más creadoras de nuestra historia. Obvio, EUA requería energéticos y mano de obra que suplió a los yanquis que marcharon a la guerra…cuando casi estaba decidida.

 

Con esa guerra emergió el Frankestein atómico: como caso insólito, único en la historia, se destruyeron dos ciudades y se arrasó con miles de ciudadanos de Hiroshima y Nagasaki, sociedades mártires que aún registran los efectos del genocidio yanqui. Nadie precisó las decenas de miles de inocentes asesinados. Casi todos los historiadores yanquis pasan por arriba de ése, el peor crimen cometido por seres inhumanos: Truman el primero. Pero hubo un “estadista” que deseó el genocidio:

 

“Winston Churchill dijo piadosamente que los alemanes debían sangrar y arder, ser aplastados hasta no quedar de ellos más que una masa de ruinas humeantes y que a los japoneses era necesario borrarlos de la faz de la tierra, a cada uno de ellos: hombres, mujeres y niños” Lillian Hellman  “Tiempo de canallas”

 

Pero debe repararse: mientras los alemanes, después de decenios han pedido perdón por el Holocausto, los norteamericanos no pierden el sueño, como afirmó que no lo perdía Truman después de esa decisión monstruosa; Nerón, comparado, es un principiante.  Es la más horrenda página de la historia mundial. Nadie con tal impunidad ha cometido genocidio mayor. La herida mundial aún sangra.

 

Pero ahora, cuando hemos llegado a la “postindustrialización”, cuando en el mundo impera la “aldea global”, hemos oído nuevamente la voz de Némesis, o de las Euménides: Hillary Clinton no requiere un Instituto de Transparencia. Afirmó, sin rubor alguno:

 

         “Estados Unidos desea subrayar que sólo considerará

el uso de armas nucleares en circunstancias extremas para

defender los intereses vitales de Estados Unidos o de sus

aliados y socios”.

 

¿Habráse visto locura mayor? ¿Estarán los “demócratas obamistas” en sus cabales? Todo por defender “sus intereses vitales”. O ¿sólo responden a los intereses del complejo bélico-industrial que denunció hace decenios el presidente Eisenhower? Por eso podemos preguntarnos: ¿quiénes son los terroristas? ¿Cuándo hemos recibido amenazas de Osama Bin Laden o de algún otro de las “bestias negras” denunciadas por los yanquis? ¡Cuánta razón de  quien interrogó ¿saben por qué no se originan golpes de estado en Estados Unidos de NA? Por que no tienen embajada de EUA en Washington.

 

Ahí están los terroristas amenazando al mundo. En cuanto a nosotros, los “fabricamos” vía el hambre y la marginación. Por que la corrupción, el saqueo de la riqueza de los pueblos son eficaces y los ejemplos, abundan.   

rubenmv99@yahoo.com