OPERACIÓN OAXACA: ¡Y dónde está el dinero…!: Jaime Velázquez

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18-jaimeDurante 1980 se estrenó en diferentes países la película estadounidense “¿Y Dónde Está el Piloto? (“Airplane!” en inglés) una parodia en comedia del llamado Cine Catástrofe dirigida por Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker, en la cual un avión en pleno vuelo sufre la problemática de enfermarse la tripulación por intoxicación de comida; por lo tanto, un ex piloto militar debe tomar las riendas del aeroplano y vencer su miedo traumático a volar, con lo cual los pasajeros viven tremendo caos. De ese primer filme y derivado de su enorme éxito en su momento se produjeron otros títulos como “¿Y Dónde Está El Policía?”; “¿Y Dónde Está el Exorcista?”; y en fechas recientes, “¿Y Donde Están Las Rubias?”, todas con la constante de ausencia de algún personaje que debería ser central, pero por razones diversas es sustituido. Ahora pareciera que el gobierno de Oaxaca reedita –lo malo es ya por tercer año consecutivo- la versión “¿Y Dónde Está El Dinero?” en referencia a los famosísimos presupuestos “históricos” durante los tres años de la actual administración estatal, pero con una ausencia plena de esos recursos, cada vez más aguda, en el flujo real del efectivo circulante de esos tan cacareados e inexistentes dineros, al menos en la percepción de la base productiva empresarial local. No hay dependencia del gobierno estatal en la cual la crisis no haya desbordado su operación, ya no digamos de proyectos especiales o programados, sino su gasto operativo regular y, peor aún, todas las áreas, todas, tienen adeudos de este año, del 2013 y del 2012. Un auténtico pantano financiero en los rubros de turismo, obra pública, salud, penitenciarías, seguridad, el campo, cultura, regulación de vialidad y transporte, educación (claro, excepto los salarios de la Sección 22) todo, absolutamente todo. Queda como anillo al dedo parodiar, desde esta situación, al ilustre comediante contemporáneo Eugenio Derbez en su personaje alemán, Hans Pujemhaimer, cuando grita pidiendo una claridad de un hecho, en acento característico: “¡Qué alguien me explique!” Y por supuesto, el nombre completo de esta trama del primer trieno actual es, sin duda, “¿Y Dónde Está El Dinero?”

BREVES ANTECEDENTES “HISTÓRICOS”

El repudiado sexenio de Ulises Ernesto Ruiz Ortiz, sentenciado y condenado durante 2010 por los oaxaqueños en las urnas electorales, tuvo en su último año de gobierno –precisamente ese mismo año- un presupuesto de casi 48 mil millones de pesos. Para el primer año del gobierno del cambio, con la ayuda de una bancada de diputados federales todavía priista comandada por Héctor Pablo Ramírez Puga, Gabino tuvo otro presupuesto “histórico” de 58 mil 300 millones de pesos. El segundo año del actual mandato, 2012, el presupuesto alcanzó la cifra –por supuesto, “histórica”- de poco más de 63 mil millones de pesos con un incremento de 8.1 % al año anterior. El año pasado 2013, la cifra alcanzó los 68 mil millones de peso, cinco mil millones más del ejercicio anterior y por supuesto, se repitió el calificativo de “histórico”.  Cada año, diferentes rubros recibieron incrementos, como en ese 2013 un 12% más al sector carretero; 5 %, el hidráulico; se presupuestaron, por ejemplo para el año pasado, la construcción de 40 nuevas unidades deportivas en la entidad (no se sabe de alguna ya no digamos terminada, ni siquiera empezada), así por el estilo. Finalmente, entrando al cuarto año del sexenio actual, Oaxaca tiene asignado un presupuesto de ¡80 mil millones de pesos!, y eso sí es haber rebasado toda expectativa de tener a lo mejor no abundancia, pero si suficiente para gobernar con tranquilidad y sin las presiones vividas por todas las instituciones gubernamentales y los proveedores del gobierno.

ENTONCES, ¿DÓNDE DIABLOS ESTÁ EL DINERO?

Si sumamos de manera simple y sin complejidades, Oaxaca ha tenido asignados durante 2011, 2012, 2013 y 2014 nada menos de 270 mil millones de pesos por lo cual cualquier ciudadano común y corriente –muchos lo hacen- se preguntará “Entonces, ¿dónde diablos está el dinero?” y la gran incógnita es cómo llegó el gobierno a endrogarse tanto con sus proveedores y a paralizar su capacidad operativa financiera. Un secretario me comentó en plática privada que el primer año del gobierno actual con Gerardo Cajiga Estrada en la Secretaría de Finanzas eran pleitos constantes: “Pero hoy”, platicó con nostalgia, “añoramos esos tiempos. Estábamos en el paraíso respecto a la situación actual”. Según un análisis cruzado al menos con tres titulares de secretarias estatales, el primer año fue duro, el segundo bastante peor, el tercero crítico, pero el actual 2014 ya se raya en la psicosis y todos coincidieron también en estar considerando la conveniencia de abandonar el barco, pero una de las causas de no hacerlo es por el temor a la persecución de proveedores si se van, “y luego”, reflexionan los mismos, “fíjate lo sucedido a (Manuel) Youshimatz (Sotomayor)”, funcionario del gobierno poblano cacheteado por en constructor en reclamo a adeudos.

PROBABLES RUTAS, PERO NO EXPLICACIONES.

El pasado 2 de diciembre, el actual titular de la Secretaría de Finanzas, Enrique Arnaud Viñas, declaró a los medios un desglose de un primer corte de ejercicio fiscal de los recursos recibidos por Oaxaca para el 2014; en esta explicación, el funcionario encargado de los dineros dijo que de los 80 mil millones asignados este año, el 35.3 %, es decir, 28 mil 169 millones lo ejercerán las delegaciones federales, donde los responsables de esas áreas son priistas presuntamente adversarios políticos del gobierno local, al menos en teoría; eso en cristiano podría interpretarse como no poder contar con ese dinero para proyectos gabinistas, en términos simples. Otro tanto, 11 mil 487 millones aproximadamente serán entregados directamente a los municipios oaxaqueños, con lo cual, si bien se podrán hacer proyectos conjuntos, el gobierno del estado no decide sobre esos recursos. De esta manera, siempre en forma llana, le toca a la administración pública estatal ejercer directamente 40 mil 344, lo cual rebasa con mucho lo de años anteriores. Desde luego, para hacer un cálculo formal, debería deflactarse los presupuestos para comparar los incrementos reales en base al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), pero esta columna realiza un análisis grosso modo, es decir, sólo para echar un vistazo. En resumen de este bloque, las causas de la crisis financiera a todas luces reflejada en el gobierno estatal no proviene de la escasez de recursos, sino sólo Dios  y el primer círculo gabinista lo sabrán.

EL HERMETISMO GENERA ESPECULACIÓN

Ante la falta de explicaciones coherentes de esta precaria situación económica mencionada, se abre paso a la especulación a partir de distintas variables surgidas a la luz pública; por ejemplo, una de las razones aparentemente más evidentes de la crisis son los desmesurados pagos a los salarios de los integrantes de la Sección 22 –no al sector educativo, sino a los sueldos de los maestros de la Sección 22-. A partir del dato publicado por esta misma columna de que el techo financiero anual para la nomina magisterial alcanza para 51 plazas aproximadamente, pero se cubre el sueldo de 75 mil, ya genera un déficit; el pago de sobre sueldos, horas extras y otros conceptos sin techo financiero, pero para mantener tranquilo a ese gremio, todo junto, rebasa un déficit promedio anual de 4 mil 500 millones de pesos que el gobierno del estado debe buscar de dónde sacarlos. En los años priistas, Diódoro Humberto Carrasco Altamirano, José Nelson Murat Casab, Ulises Ruiz y el propio Gabino en sus dos primeros años, habían logrado siempre un cabildeo para conseguir recursos extra presupuestales con la federación, y así cubrir este déficit del magisterio para mantenerlos tranquilos. Sin embargo, desde el año pasado y éste, la relación Oaxaca-federación se ha tensado, precisamente por el respaldo del gobernador oaxaqueño hacia los maestros, y ese recurso –dicen las malas lenguas y algunas buenas- ya no lo otorga el gobierno de la República; peor aún, si pueden Enrique Peña Nieto y su camarilla, “se la van a hacer cansada a Cué hasta para lo regular”. Si esto se acerca a la verdad, entonces al menos 2013 y 2014 el déficit de 9 mil millones de pesos para pagarle los salarios a la Sección 22, lo deberá financiar Gabino de sus recursos propios, mínimo puentear hasta arreglar esas diferencias con el gobierno de la República. Ahí podrían estar los adeudos de muchos proveedores, porque hay dependencias con adeudos desde 2012.

LO QUE VIENE

Si no se cambia el rumbo de la administración financiera en el gobierno del estado, la crisis se pude potenciar a situaciones insostenibles, porque la difusión de al menos 7 maestros en Oaxaca con sueldos de 600 mil pesos mensuales sumarían 4 millones 200 al mes, 50 millones 400 mil pesos al año ¿Cuántos proveedores podrían pagarse con ese dinero? O en todo caso la pregunta correcta podría ser ¿A cuántos proveedores se les dejó de pagar un dinero devengado, de ellos, para dárselo a estos 7 profesores? Si estas reflexiones continúan en la mente de las ciudadanía, la  irritación podría llegar a apuntalar polos de apoyo a la ingobernabilidad, la desobediencia civil y desbordar la crisis financiera en crisis social. Pareciera que nadie en el gabinete estatal pone atención a esta situación, convertida en una olla de presión en su punto culminante ¿Dónde estará realmente el dinero? jaimelabc22@gmail.com