El pueblo oaxaqueño sabe mejor que casi cualquier otro que la mera celebración de elecciones populares no es suficiente para legitimar el ejercicio del poder público. Este contexto histórico eleva las exigencias de los oaxaqueños con respecto a la calidad y prestigio de quienes se presentan en las boletas en los procesos electorales en comparación con otros pueblos. Tradicionalmente en Oaxaca hemos tenido una ciudadanía que sabe medir a sus candidatos. El pluralismo democrático es una realidad en un estado con distintas fuerzas políticas y liderazgos locales que proliferan.
La clase política mexicana se encuentra en crisis, las instituciones gubernamentales están hoy ante el reto histórico de demostrar a la población que las elecciones son más que solamente una vía para dirimir los diferendos entre los integrantes de la clase política con respecto a quién toma las riendas del poder gubernamental, sino que también sirven para atender asuntos más profundos como la distribución del poder político, social y económico. De ahí la imperante necesidad de que quien aspire a representarnos en un cargo de elección popular cumpla con el perfil que exige la ciudadanía del siglo XXI.
En Oaxaca no queremos que la verborrea y la incapacidad nos representen, sino la combinación de juventud y preparación, una agenda fresca con propuestas dirigidas, especialmente, a un sector marginado de la toma de decisiones públicas: la juventud.
El próximo domingo emergerá en Oaxaca un nuevo representante en el Senado de la República: Raúl Bolaños Cacho Cué. En un proceso inédito en el país más de tres mil cargos públicos designarán los mexicanos. Raúl en el Senado garantiza calidad en la representación y un perfil adecuado para enfrentar los desafíos de la próxima legislatura. Oaxaca requiere capacidad y perfil idóneo con capacidad de sobra para construir una agenda nacional. En Raúl la gente de las ocho regiones ve la posibilidad de que mayores beneficios lleguen a sus comunidades y con ello se reviertan indicadores de rezago y subdesarrollo, como lo demostró a su paso por la Secretaría de Desarrollo Social y Humano del Estado.
En los tiempos que corren, con una ciudadanía más y mejor preparada son los resultados en el servicio público los que cuentan, no el deseo de revancha ni el talento musical.
Esta elección es una oportunidad para que los oaxaqueños hagamos ciudadanía, impregnemos de esperanza la vida pública, hagamos del voto una opción de poder ciudadano. Ante la tradicional clientela política que se cambia de partido como cambiarse de ropa, los oaxaqueños creemos que podemos incidir para humanizar la sociedad en la que vivimos, y las elecciones son un pretexto para luchar por la justicia desde la fe.
Este discurso lo escribo convencido de mi militancia en un partido constructor de las instituciones de la República que se renueva ante los desafíos de nuestra época. Creo en Raúl porque sé que su apuesta es renovar el partidismo y darle a la gente herramientas para incidir en la política. Porque en el Senado necesitamos representantes dignos y no oportunistas con sendas acusaciones de corrupción. Raúl es un joven preparado y con visión de futuro, capaz de llevar al Senado propuestas innovadoras y, como buen abogado, creer en la ley como la única vía para desarrollar al país.
No debemos olvidar que el Senado representa el Pacto Federal y sea cual sea el resultado de la elección presidencial, el Senado debe estar a la altura de los retos por venir. La elección de Raúl es una apuesta por el mejor y una alianza para que a Oaxaca le vaya bien con una voz que la defienda ante los otros poderes.
En Oaxaca muchas personas están construyendo una cultura de paz, reconstruyendo el tejido social, ayudando a personas que lo necesitan, enfrentando el mal con bien. No tienen mucha prensa, hay muchos héroes anónimos, no sabemos mucho de ello, pero está sucediendo. Hoy Oaxaca tiene un nuevo rostro y ha sido gracias a una nueva relación basada en la confianza, entre Gobierno y Sociedad. Oaxaca tiene rumbo hacia el futuro luego de la desastrosa administración pasada, en la que se perdió el respeto por la política.
Así lo percibe la gente, lo anota y lo vota; al tiempo. Raúl será senador.
*Ex Pdte. FJR Oaxaca