Nuevo Proyecto de Nación. Por el renacimiento de México: Rubén Mújica Vélez

Print Friendly, PDF & Email

I.- Promover la revolución de las conciencias y un pensamiento crítico

 

Observación. AMLO suscribe esta obra y propone un cambio político, pero fundamentalmente una nueva sociedad y un nuevo ciudadano. 

 

México vive una degradación general: pobreza, desempleo, violencia. La crisis de valores, la decadencia ética, es lo más grave: urge una revolución de conciencias, una refundación ética.

 

Los valores de los poderosos en que las personas valen por lo que tienen, amenazan la cohesión social. Hay que recuperar la nación de quienes la tienen secuestrada (incluso ideológicamente).

 

El neoliberalismo (ideología oligárquica con el mercado como dios de la sociedad) es económicamente empobrecedor. Rechaza la intervención del Estado (cuando no la requiere ni lo beneficia) en las actividades económicas. Cuando el Estado provoca crisis, demandan que recomponga al sistema.

 

Nuestro enfoque (ideológico). El mercado no es mágico ni se auto-regula. El Estado no debe limitarse a “conservar la ley y el orden”, porque la economía no depende de mecanismos naturales sino de una visión ética que la hace funcionar en bien de la mayoría o la minoría del país. La desigualdad no es natural, como afirman los neoliberales.

 

La vía neoliberal garantiza islotes prósperos en un mar de pobreza. Los gobiernos neoliberales del PRI-PAN empobrecieron y sometieron a la nación.

 

México pasó de la globalización económica, capitalismo industrial, al capitalismo salvaje, que viola los principios morales de solidaridad y justicia social. México está disputado por dos sistemas: el neoliberal y el que orienta a la mayoría de los ciudadanos.

 

Por todo lo anterior, urge:

Ubicar a la comunidad y la vida comunitaria en el centro de la nueva sociedad, superando el individualismo neoliberal. Esto exige analizar la sociedad y la crítica del poder, para abatir la ignorancia y el oscurantismo.

Rescatar la ética política. En las estructuras burocrática y política impera la corrupción. Es urgente una cruzada de regeneración moral. Enseñar la ética debe ser obligatorio en escuelas y la sociedad. Este proyecto debe recuperar la ética de la liberación de los movimientos populares. Así ser de izquierda es asumir una postura firme contra toda opresión, en favor de la justicia-no venganza- y contra la desigualdad.

 

Crear instituciones de participación. La democracia representativa: representantes populares, elegidos en comicios libres, públicos y cumplir con convicción sus deberes. Sin control se corrompen. La democracia participativa debe crearse. Su esencia es ciudadana: debe escuchar las demandas sociales y vigilar a las autoridades. Constituye la comunidad democrática, diaria, activa desde la base.

 

Promover la cultura democrática. El pueblo debe participar permanentemente en los asuntos públicos, no solo en las elecciones. Esto garantizaría el ejercicio pleno de la soberanía popular.

 

Impulsar la visión integral de los derechos humanos. Estos no son sólo individuales: claves son los económicos, sociales, culturales y colectivos. Los derechos civiles y políticos no deben marginar los derechos de todos los ciudadanos a condiciones económicas mínimas, al bienestar, a la protección social, a las condiciones para la felicidad humana. El PRI-PAN no han querido incorporar estos derechos a la Constitución Política.

 

México está en deuda con los pueblos originarios. A la deuda se suma el racismo y la discriminación; auténtico etnocidio. Su arraigo a la tierra es una reserva moral y cultural en la actual crisis de valores. México es rico por su diversidad cultural dijo Guillermo Bonfil La insurgencia de los pueblos obligó a reconocer la pluriculturalidad y plurinacionalidad de nuestro país. La ONU avanzó en la protección a los pueblos indígenas: los derechos territoriales, culturales, a sus recursos, instituciones propias, participación política, etc; en México hemos retrocedido. Se mantiene la pretensión de homogeneizar esas sociedades, en contra de su diversidad cultural. La cultura es la suma de rasgos espirituales, materiales, intelectuales y afectivos que identifican a una sociedad o grupo. La Constitución reconoce la pluriculturalidad nacional, pero las políticas públicas ofenden a las comunidades y pueblos. El indigenismo burocratizado busca eliminar los pueblos originarios y sus culturas. Se rechaza el autonomismo indígena que afirma sus derechos y autodeterminación; vía para la solidaridad y fraternidad de toda la sociedad. Se pretende tratarles como iguales en materia económica; esto agudiza la desigualdad. Se requieren reformas audaces para garantizar la diversidad y autonomía de los pueblos; su derecho a la consulta y consentimiento previo a las decisiones de extraños

La globalización impulsa la homogenización sociocultural. Sus políticas asistencialistas son perversas cafiaspirinas para un cáncer: la pobreza y marginación.

 

El concepto del buen vivir.  El “desarrollo” se justifica con el crecimiento económico-un mayor PIB- e indicadores de productividad, competitividad y utilidades. Crea sujetos “racionales”, consumistas, despilfarradores de energéticos, anuentes a la tradicional política de los cínicos. Los ideólogos de países industrializados nos identificaron como subdesarrollados. Hay que descolonizar el pensamiento y las prácticas sociales. En varios países latinoamericanos con gobiernos progresistas se impulsa el concepto de “buen vivir”, con ideas de pueblos indígenas y afroamericanos con protagonismo creciente.

 

Construcción del Poder Social. No basta tomar el poder político; hay que construir el poder social. Sería la materialización de la soberanía popular con una sociedad más justa y democrática-menos injusta y menos autocrática-, en que no imperen las corporaciones empresariales. Para construir el PS:

-Impulsar el poder ciudadano desde el hogar, barrios, municipios y regiones.

-En la familia impulsar la perspectiva ambiental con tecnologías limpias, baratas, seguras; el autoabasto alimenticio, mercados solidarios, justos y orgánicos.

 

-Promover: la solidaridad, organización y conocimientos científico-tecnológicos.     

 

-Recuperar experiencias comunitarias autogestivas, ampliando su búsqueda en otros países.

 

-Crear comités de apoyo (político y técnico) para la gestión, asesoría y difusión.

 

Se trata de erigir el PS fuerte para democratizar el poder político.

Sería un nuevo espacio de lo público; donde cristalice la propuesta del EZLN: “un mundo donde quepan todos los mundos”. Mujeres y hombres autogobernados; con noción y realidad de sociedad civil. El nuevo espacio integra a todos los ciudadanos con y sin profesión, para formar una sociedad e identidad común latinoamericana.

 

Dimensión global, naturaleza y crisis. Vivimos una crisis civilizatoria. Toda propuesta debe intentar superarla. Hay que criticar el “desarrollo económico” basado en la explotación del trabajo, con metas materiales individualistas y depredación de los recursos. Se debe impulsar la restauración ambiental, el libre acceso al agua y energía, la biodiversidad, la democratización del conocimiento científico-tecnológico, el control de los mercados por la sociedad, la recuperación de la cultura.

Se debe contrarrestar la contaminación, desertización, la deforestación, la expansión salvaje de las ciudades. Los desequilibrios ambientales son evidentes. La lucha por los recursos-patrimonio cultural, biológico, ambiental- es urgente. Solo lo logrará una nueva sociedad, un nuevo ciudadano conciente, informado, con una visión socio-política racional, responsable.      

17-01-11