Migración y remesas en México: Isaac Leobardo Sánchez Juárez*

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En esta ocasión le presentaré información acerca de la migración y las remesas de los mexicanos en los Estados Unidos. Como sabe, las remesas constituyen una de las fuentes más importantes de billetes verdes para la economía mexicana, son responsables de la estabilidad y el crecimiento económico. En muchos lugares las remesas son la única fuente de ingreso real para las familias, sin ellas no habría forma de subsistir. De lo anterior se infiere que debemos estar atentos a su comportamiento, particularmente en estos días que se vive tanta inquietud en los mercados por los problemas de endeudamiento de los países de la zona europea y las cifras económicas recientes de nuestros vecinos al norte del Río Bravo, las que dan cuenta de una desaceleración.

 

Pues bien, con información del servicio de estudios económicos del Grupo Financiero BBVA, se sabe que desde el segundo semestre del 2010 las remesas hacia nuestro país se han recuperado después de 2 años de disminuciones –en 2008 y 2009. Para 2012 se estima que las remesas podrían crecer entre 7.3% y 8.1%. De mantenerse la tendencia, para finales de 2013 el flujo acumulado a 12 meses podría superar su máximo histórico que fue en 2007 con 26,049 millones de dólares.  

El volumen de remesas que recibimos podría ser mayor, pero debe recordarse que la crisis iniciada en 2007 tuvo efectos negativos sobre lo que nuestros paisanos podían mandar, ya que muchos perdieron su empleo, otros (los menos) se regresaron y un grupo más que evidentemente vio reducido su ingreso. Adicional a esto, desde 2008, las cifras oficiales indican que la migración de mexicanos hacia EE.UU. no ha aumentado, lo que se explica por la crisis económica y el inicio de una oleada de leyes antinmigrantes (en Alabama, Georgia, Indiana, Carolina del Sur y Tennessee), particularmente la Ley Arizona.

La Ley Arizona provocó que aproximadamente 350 mil mexicanos perdieran su empleo. En las otras entidades donde se promovieron políticas en contra de la migración ilegal, particularmente de mexicanos, se redujo la población de migrantes en 133 mil, de acuerdo con el reporte del Grupo BBVA. Los cambios legales y las persecuciones policiacas crearon incentivos para que los mexicanos evitaran, al menos por un tiempo, migrar hacia los EE.UU.

En la actualidad, el flujo migratorio está volviendo a crecer, a pesar de que se sabe que cerca de 340 mil mexicanos siguen sin empleo “fijo”. El flujo continúa porque las condiciones afuera son relativamente mejores; en México el crecimiento económico sigue siendo demasiado pequeño y concentrado como para poder absorber a la creciente población, aunado a que muchos de los que migran tienen un perfil educativo reducido, lo que juega en contra de su incorporación al mercado de trabajo formal bajo condiciones competitivas.

Por una parte es conveniente que los mexicanos salgan del país y trabajen en el exterior, principalmente en EE.UU., el problema es que lo hacen de forma ilegal, porque nuestros vecinos no han querido regularizar el flujo de personas, ya que desde hace mucho tiempo han argumentado que esto representa una amenaza para su identidad ciudadana e incluso su economía. La realidad es muy diferente, los mexicanos contribuyen significativamente al progreso de la economía americana y ello es en cierta forma negativo para nosotros en México, ya que perdemos talento y fuerza de trabajo.

La productividad media de un migrante mexicano es en promedio 21.5% inferior a la media nacional americana y 16.8% menor al promedio de los migrantes en conjunto de ese país. No obstante contribuyen de forma importante el PIB. En el 2003 contribuían con el 3.8%, mientras que en 2007 se alcanzó una participación histórica de 4.1%. Por cierto, si además de considerar a los migrantes mexicanos, se toma en cuenta el trabajo de los mexicanos de segunda y tercera generación, ¡su contribución al PIB es de 8%!

Al diferenciar por sector y estado, se llega a resultados bastante interesantes. A nivel de sector, resulta que los migrantes mexicanos contribuyen con el 18% del PIB agropecuario, pese a que en ese sector sólo se ocupa el 5% de los migrantes. En el sector de la construcción nuestros paisanos aportan el 13.4% del PIB de ese sector y hasta 15% en los momentos de auge. En el sector de servicios de alimentación y alojamiento, entre 2003 y 2011 contribuyeron con un 11.7%, esto de acuerdo con información del Grupo BBVA. Como en la película, ¡imagínese un día sin mexicanos!  

El valor económico de los mexicanos por estado es notorio en California, Nevada, Arizona y Texas.  En 2011, 12% del PIB de California se atribuía a los mexicanos, recuerde amigo lector que ese estado bien podría ser una de las economías más fuertes del planeta. Lo que nos enfrenta al misterio de porque ahí si trabajamos y generamos y aquí no. Misterio que por cierto no lo es tanto y es fácil de entender cuando ponemos atención a la política y a los políticos que tenemos, sumado ahora a los delincuentes y violentos que abundan por nuestro querido país. Regresando, en Nevada y Arizona los mexicanos aportan cerca del 10% del PIB y en Texas el 9%.

Tremendamente inteligentes nuestros vecinos para vivir a nuestras costillas y vaya escasez de brillo de nuestra parte que no hacemos nada para remediar la situación. En México y los Estados Unidos los ciclos políticos coinciden cada doce años, se sincroniza la elección de jefe del ejecutivo a ambos lados del Bravo. Aprovechando la coyuntura, es momento para que Enrique Peña Nieto en 2013 vuelva a poner sobre la mesa la reforma migratoria, señalar los beneficios que ésta tiene para los dos países. Precisar las aportaciones de los mexicanos y la necesidad de que se respeten sus derechos y dignidad humana. 

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* Profesor en economía de la UACJ, Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)