Tengo la certidumbre que el poder absoluto lleva a la locura. En varios casos se comprobó. Acertó López Mateos cuando acuñó una frase inolvidable:
“Los primeros cinco años en Los Pinos son inolvidables: viajes,
viejas, fiestas, halagos, celebraciones, dinero mágico. Pero el último año, preferirías no haber nacido”.
Felipe Calderón entró a ese fatal quinto año de un desgobierno espurio. Pero su nivel de incompetencia lo demostró desde los arranques de su campaña. Creo que hemos olvidado que cuando Madrazo afirmó que haría crecer la economía al 5%, Calderón, sin mayor empacho afirmó que él lograría el 7%. Nos quedamos esperando el milagro.
Después empezó a desbarrar conforme avanzó el calendario. Desató una “guerra” que negó haberla llamado así, para después reconocer que ¡siempre sí! Posteriormente, cuando sus burócratas “hechizos” empezaron a meter las patas y las manos, pidió a los empresarios que ¡vigilaran el ejercicio del presupuesto! Es decir que se convirtieran en la auténtica Secretaría de la Contraloría por que la oficial ¡ni fu ni fa! Ahora esa Secretaría de la Función Pública se hunde en la corrupción marital entre el titular y su esposa.
Con la crisis de 2008 que según decía Calderón a la economía mexicana “le hacía lo que el viento a Juárez”, cuando apretó, anunció grandes apoyos ¡para las empresas automotrices, TODAS norteamericanas! Para los pobres migajas. Meses después se desató la “hemorragia de capturas de puros jefazazazos del narco”. Tal parece que los narcos no tienen “rasos”. Mientras, la suma de crímenes subía y subía como la espuma.
A la par, TODOS los análisis de organizaciones extranjeras revelan que México está en pleno declive económico, educativo, ocupacional, sanitario, industrial, etc., y asediado por el narco que controla abiertamente grandes zonas del país. Calderón se dedicó a desmentir TODO. Pero de manera insólita se dedicó eufórico a filmar un cortometraje en que se reveló con aptitudes de guía de turistas. Confesó que ¡se había divertido muchísimo! Mientras el país se enfangaba en sangre.
Luego los genocidios flagrantes: el ABC en que más de 50 niños murieron calcinados en una trampa mortal que con el nombre de “jardín de niños” es uno de los muchos que regentea entre otros sujetos, ¡la prima de su esposa! Obvio, no hubo detenciones de los irresponsables criminales, ni se les llamó a declarar. Después de tantas sarracinas hemos perdido la cuenta. Esto ha incorporado un elemento letal en la sociedad: además del cinismo nacional por el saqueo que realizan el pri-panismo, impera la insensibilidad ante las hecatombes…mientras no le toca a un pariente o amigo.
Peor. Sicilia desató una protesta nacional insólita. Pero ahora suma al asesinato de su hijo y amigos, los de seguidores secuestrados y asesinados. ¡Cuidado don Javier Sicilia! Luego el crimen de Nepomuceno que pagó con su vida la demanda dolorosa de justicia por la desaparición de su hijo. ¡Después de decirle a Calderón que lo querían matar!
Con actitud monacal, Calderón afirmó que “confrontó las plagas d Egipto”. Calderón no informó que no las confrontó, sino que por su culpa México perdió ante los Jinetes del Apocalipsis: Peste-la influenza que costó millones- Guerra- su guerra contra el narco que suma más de 60,000 asesinatos-hambre- que agobia e incrementa en millones de mexicanos con la carestía que transmite los gasolinazos- y muerte-los referidos arriba. Ha sido eficaz como el Doctor Kevorkian “El Doctor Muerte”
Finalmente, la discrepancia más extraña. Calderón a partir de que se frustró su afán nepótico de “heredar” Michoacán a su pálida hermana “Cocoa”, repite que esas elecciones fueron infiltradas y decididas por el narco. Después de la derrota. Antes no lo mencionó. Pero lo inesperado: el Secretario de Marina Saynez negó que hubiera indicios de que los narcos hubieran influido en ese proceso electoral. ¿Quién miente, quién dice la verdad?
Por eso estoy convencido que Los Pinos se ha convertido en sucursal de un manicomio. Sucursal en que se puede estar tramando cancelar las elecciones de 2012. ¡Ojo, México!