Los “gobers” despilfarradores y pedigüeños: Rubén Mújica Vélez

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Apareció el peine feo: los gobernadores “gastalones”, manirrotos. No olvidemos que hay antecedentes destacados, Lázaro Cárdenas fue uno de los más connotados en endeudar el país: Solo que para pagar la deuda derivada de la expropiación petrolera que dio paso a un México diferente. Su deuda fue tan grande que de todo el país acudían ciudadanos a entregar lo reunido en colectas públicas que llevaban hasta San Jerónimo donde vivía el michoacano. Fue una respuesta nacional unánime.

Otro gastalón pero manirroto fue Miguel Alemán. Sacudió al México tradicional y lo puso en los rieles de la industrialización…a costa de generalizar la corrupción y los grandes negocios propios y de sus paniaguados. Otro más fue Echeverría, “Míster Fideicomiso” que inició proyectos tan insensatos como crear empresas mexicanas en África. Endeudó en serio a México. Luego López Portillo que generó deuda, creó “La Colina del Perro” pero dejó una enorme planta petroquímica que Salinas de Gortari empezó a malabaratar y desarbolar con alegría enfermiza. El homúnculo de Agualeguas corrió la legua en materia de deuda y nos recetó el veneno del TLC que dictó Washington y que México padece. Se solazaba mostrando el auge exportador, mientras el déficit comercial corroía las entrañas de una economía en punto del colapso. Zedillo remató los ferrocarriles y se fue a ofrecer sus servicios “doctorales” a los beneficiarios de esa venta de garage. Por eso los yanquis lo quieren como hijo putativo.

Ahora, empieza a romperse el encanto. Humberto Moreira está patinando y como dicen “anda en Saltillo…de mata”. Además de endeudar brutalmente a los coahuilenses, ¡al país!, por decenios futuros, dejó la peor deuda: el nepotismo cínico al heredar la gubernatura a su hermanito el “popularísimo” Rubencito. Solo hay una ventaja: se hablará de la “Docena Trágica”, sus años de desgobierno y bailes chuscos, más los de su “brother”.

Pero esto exige que pensemos: ¿Cuál es la deuda de Peña Nieto? ¿Cuál la de Mario Marín el ilustre “Coñaquero” que rompió records en cinismo gubernamental? ¿Cuál la de Fidel Herrera, el “Pintor de Veracruz” que condenó a esa entidad a la vulgarísima uniformidad rojiza ¿acaso aviso de que habría más sangre?. ¿Cuál la de Chong el de Hidalgo, heredero de Murillo Karam que comunicó toda esa entidad con sus empresas constructoras? ¿Cuál la de Ivonne Ortega que hunde a Yucatán mientras lo entrega a los ricos?¿Cuál la de Ulises Ruíz, además de los crímenes impunes que sus aún seguidores fieles olvidan? ¿La deuda de Ney González, el nayarita que niega sus aficiones “yerbísticas”, retoño de un exgobernador Emilio M González que llegó tan viejo que nunca supo que tenía gobernar? Ney inventó su mayor aportación: “la cajita feliz” la despensa a pobres, en copia servil de una empresa transnacional? 

En otras palabras. México ya no aguanta la impunidad, el saqueo y el cinismo. Obvio, no es exclusividad del PRI y sus “prohombres”. El tendero Torreblanca que acaba de dejar el gobierno en Guerrero debe pasar por la “báscula” popular y aclarar entre otros los crímenes del Secretario de Gobierno que le estorbaba y de decenas de indígenas sacrificados para ampliar los negocios de las mineras. ¿Qué decir del borrachín de Jalisco que aún tiene el descaro de aspirar a la candidatura panista? Bueno dirá que después de Fox y Calderón ¡cualquiera!. Derrochó entregando millones a un clero cristero

Sobre el tema de los gobers despilfarradores, Humberto Moreira, formuló

una declaración que sería chusca si no fuera cínica, puesto que es señalado como un distinguidísimo “manirroto”:

Moreira estacó que la deuda de las entidades representa apenas el 0.72% del endeudamiento federal, el cuál paso de un billón 451 mil millones en 2005 a 5 billones en 2º1º, además que el gasto corriente federal creció 30 veces”. LJ 16-08-11 

Así que para “El mejor bailarín del PRI”, los “gobers”, incluyéndose, son apenas aprendices del despilfarro nacional. Queda pendiente una interrogante: ¿tiene derecho constitucional un desgobernador a endeudar su entidad por 25 años o más, como Peña Nieto y dejar endeudados a sus ciudadanos y los siguientes gobernantes? Eliseo Mendoza Berrueto, exdesgobenador de Coahuila apoyó la “danza millonaria” de Moreira: se arrepintió de no haberlo hecho en su tiempo. No cabe duda que la vejez es con frecuencia, lastimosa.

¡Adelante pues con los “piñatazos” presupuestales en los estados!      

En el endeudamiento de entidades federativas