La vida no es vida…sin Facebook o Twitter

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08:05 Imagina que un día enciendes tu computadora y por alguna extraña razón no puedes entrar a ninguna red social, ni checar tu correo, ni tampoco abrir el Messenger. Y que un mensaje te avisa que ya no podrás hacerlo más. ¿Sería el fin de tu vida? Para algunos sí.

Por ejemplo, el Mundial de Sudáfrica ha propiciado que la red social digital de microblogging, Twitter, sufra algunas “caídas”, por lo que sus usuarios han mostrado desesperación y enojo al no poder ver los posts de sus amigos y familiares de manera inmediata, y por lo tanto, no poder twittear.

Este sitio de internet, que cuenta con más de 100 millones de usuarios, ha tenido que admitir sus errores en un post en su blog oficial. “¿Qué está pasando con Twitter?”, es claro y reconoce que está siendo el peor mes para la estabilidad de su servicio.

Estos problemas han llevado a los usuarios a mostrar cierta desesperación, como es el caso de Alfredo Mancera, ejecutivo de Relaciones Públicas. “Las veces que se ha caído Twitter por un tiempo largo he tenido molestia y ansiedad. Constantemente estoy revisando si ya está de nuevo en línea. Si son fallas esporádicas, no me preocupa tanto, pero hablar de un día creo que se convertiría en pánico y sería espantoso para todos, seguro moriríamos. Yo lo uso como herramienta de trabajo, distracción y psicólogo y ninguno tiene lo que éste”.

Al respecto, José de Jesús González Núñez, presidente del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPS), comentó que como con cualquier otra adicción, la persona entra en una especie de crisis nerviosa muy fuerte, caracterizada por angustia, depresión y si no ven que la situación se soluciona rápidamente pueden volverse agresivos con quien estén.

“En algunos casos hemos detectado que hay fantasías suicidas, producto de la depresión, pero ante la inminencia de que la situación de las redes no se establezcan de inmediato entran en una situación de crisis bastante severa caracterizada por la angustia, dolor en el pecho, sudoración, taquicardia, problemas estomacales y sueño”, dijo.

Este fenómeno se convierte en un asunto de vida o muerte porque este tipo de actividades se vuelven importantes en su vida. Si la red no está disponible, representa un momento de desconexión mental, en el cual comienza la angustia y se ve interminable el dolor.

Claudio F. Geek de 30 años, expresó: “si me quedo sin redes sociales, creo que moriría, no se cómo antes viví tanto tiempo sin ellas. Hay ocasiones en que no tengo datos en mi teléfono móvil y ando buscando por todos lados redes abiertas para actualizar mi Twitter o actualizar mi estado en Facebook o el Messenger, es increíble que podamos llegar a tener una dependencia de estos servicios de redes sociales”.

Vanguardia