Recordé a mi cuñado, extraordinario internista. Salía de con el enfermo y me decía: “huele a cadaverina. No vivirá mucho”. Así ahora con el PRI y con Des-Peña Nieto. No pulsó que en política la oportunidad es un valor inconmensurable. La inoportunidad un costo gigantesco. Se tardó mucho-en política varios días son una eternidad-en echar a Moreira. Después que habló que el “PRI respaldaba a su líder nacional” y mostrar sus intenciones al decir días después que “era decisión personal de Moreira” irse o no. En política práctica, matraquera y felona, no hay decisiones “personales”. Hay decisiones cupulares, pero colectivas. Por su parte, “Beto” Moreira hizo honor a su apellido: fue “moroso”, tardado. Se agarró a la silla partidaria como el náufrago a una tabla. Apenas antier dijo “que no renunciaría” Ayer salió desencajado, lívido, a informar que se iba. Se acabó “Beto El bailador”, el exalumno de Amalia Hernández la degeneradora de los bailes regionales. Murió el que hasta en sus visitas como gobernador, se ponía “graciosito” y hacía bailar a sus entonces rendidos admiradores. Podríamos parafrasear: ¡ya le tocó bailar, ahora le toca recoger borrachos!
Peor para “Beto El Bailador”. La “caza de brujas” calderónica, apenas empieza. Van por su “brother que acaba de recibir las riendas del gobierno coahuilense en desmesurada demostración de nepotismo de “Beto El Bailador” que creyó que era tan poderoso como señor feudal. Se le acabó la cuerda. Que se prepare su “Brother” porque le va a llover leña. Tiene demasiados flancos descubiertos: manejó su estado como tienda de pueblo o como corral de ranchero. Como cuando mi paisano entregó cuentas oficiales y lapidario informó: “Todo lo que entró, salió”
Des-Peña Nieto mostró ninguna sensibilidad política: asistió a la toma de posesión del “Delfín” digo del “Gobernador heredero”. Sí a la toma de posesión de Rubencito Moreira cuando ya “Beto El Bailador” estaba en el rostizador de Des-Peña Nieto. ¿Carencia de tacto de Peña Nieto? No, carencia de todo. Por que se fue a meter a la jaula de los “ardidos” y temerosos: los moreiristas que ahora no saben a dónde voltear porque lo que huela a Moreira, huele como dijera mi cuñado: a cadaverina. Pero no es grato recibir a quién después confesó haberle pedido la renuncia a “Beto El Bailador” y llega orondo al entronizamiento del “Brother”. Muchos de los presentes están inodados en prácticas ilícitas, concusión que abarca todas las formas de latrocinios contra el pueblo, cometidos por burócratas. Pero los coahuilenses “embarrados” junto con “Beto El Bailador” saben que la reata se rompe por lo más delgado y ¿cuántos de ellos serán lo más “delgado” de la cuerda?
Peor para el PRI y Des-Peña Nieto. ¿Si no salvaron-PRI y Des-Peña Nieto- a “Beto El Bailador”, podrán salvar a Ulises Ruíz, a Mario Marín, a Ivonne Ortega, a…a……!a Peña Nieto!, que dejó una deuda que supera los 50,000 millones de pesos más deudas colaterales? Porque la guadaña calderónica no va a parar. Puede intentar el último recurso: pretender legitimarse mediante manotazos que impliquen cárcel y descrédito para decenas de priístas con la intención de restarle apoyos sociales para 2012. Calderón luchará hasta lo último para cumplir su juramento ante la tumba de su padre que por cierto renunció al PAN, por las corruptelas existentes en su tiempo. Juró “no ser el Zedillo del PAN. No entregar la Presidencia al PRI” En ese afán, es capaz de ¿qué y hasta dónde? Solo él, Felipe Calderón y el diablo lo saben.