Las mujeres han tenido las mejores gestiones frente a la pandemia por Covid-19 a nivel internacional. De Angela Merkel a Jacinda Ardern, canciller alemana y primera ministra neozelandesa respectivamente, las gobernantes han demostrado una constante: no solo tienen las mismas capacidades para ejercer el mando de un país que los hombres, sino que incluso pueden tener una precisión y asertividad mayores. La física alemana lleva varios mandatos al frente de su país con los mejores resultados en diferentes ámbitos; la pandemia no ha sido la excepción. Ardern se propuso desde un inicio eliminar la curva de contagios en vez de aplanarla. El mensaje de la joven gobernante fue contundente, hoy el país de Oceanía que dirige presenta el mejor saldo de la pandemia en todo el mundo: 25 fallecimientos en un país con cinco millones de habitantes. Como era de esperarse, en las últimas elecciones, el Partido Laborista al que representa Ardern arrasó debido a su notable gestión y a su manera de comunicar sin ambages.
Así como a nivel internacional las mujeres marcan la diferencia, hay que señalar que en México su papel como actoras políticas se ha fortalecido; los liderazgos femeninos fijan agenda en muchos temas y eso es una conquista solo de ellas, pero benéfica para un régimen más democrático y la sociedad toda. En Oaxaca, los últimos cuatro años hemos tenido a una líder a la altura de los retos, humilde, dedicada y muy trabajadora. La Señora Ivette Morán ha sido una aliada imprescindible del gobierno encabezado por su esposo, el Gobernador Alejandro Murat, para impulsar el desarrollo de las ocho regiones del estado. Como presidenta honoraria del Sistema DIF Oaxaca, doña Ivette ha logrado proyectar un genuino liderazgo entre las comunidades oaxaqueñas a partir de una máxima: ayudar en todo tiempo y en todo lugar. No buscar pretextos sino resolver tan pronto como sea posible las solicitudes de las familias más vulnerables. Sin despachar desde la comodidad de una oficina, sino prefiriendo los recorridos permanentes por el territorio oaxaqueño, Ivette Morán se ha ganado un lugar indiscutible en el corazón de las y los oaxaqueños. En este marco, la semana pasada rindió su cuarto informe de actividades, que puede resumirse en tres principios: entrega, compromiso y amor por Oaxaca.
Entre los logros de su gestión se encuentra el programa DIF Contigo y Tu Familia, mediante el cual se entregaron 200 mil canastas básicas de alimentación, casa por casa, en las ocho regiones de la entidad; asimismo, el programa Te Quiero con Salud, que a través de las unidades móviles ha llegado al momento a 40 municipios del estado para llevar un paquete de servicios médicos gratuitos y medicamentos a la población más necesitada, con él también se promueve el autocuidado ante la pandemia por Covid-19. Por otra parte, se han adaptado espacios incluyentes en recintos para el esparcimiento cultural de las personas con discapacidad y adultos mayores, como en la zona arqueológica de Mitla y anteriormente en Monte Albán. Bajo esta premisa de adaptación a las necesidades de personas vulnerables, también se han creado 135 parques incluyentes en todo el estado, que ahora son espacios familiares donde las y los niños pueden disfrutar de distintos juegos sin temor a lastimarse.
En el rubro de la rehabilitación física, y con el programa Tequio por mi CAM se invirtieron 43 millones de pesos para mejorar la infraestructura de 53 Centros de Atención Múltiple, y con una inversión de 15 millones de Pesos se crearon 14 Unidades Básicas de Rehabilitación (UBR). Las personas que tienen alguna discapacidad pueden recibir ahora terapias y rehabilitaciones de forma gratuita; asimismo, se entregaron más de mil 900 aparatos funcionales, como sillas de ruedas, bastones y aparatos auditivos en todo el estado. En el marco de este notable informe de resultados, no quiero pasar por alto la virtuosa sinergia generada entre el Sistema DIF Oaxaca y el ICAPET para impulsar acciones que pongan freno a la pandemia por Covid-19. En este sentido, gracias al esfuerzo de las capacitadoras de nuestra institución, se elaboraron y distribuyeron a través del DIF Oaxaca 25 mil cubrebocas de forma gratuita, lo que representó un gran esfuerzo de equipo, y una acción contundente para contribuir a disminuir los contagios justo ahora que comienza la temporada invernal.
También hay dos proyectos estratégicos que la Señora Ivette ha impulsado con verdadera vocación y muestran su temple y capacidad para concretar los anhelos de la gente. El primero es El Santuario del Gusano de Seda en San Pedro Cajonos, que tuvo una inversión de 19 millones de pesos. Se trata de una obra arquitectónica única en el país, que impacta en la vida de 400 familias dedicadas al cultivo del gusano de seda y a la elaboración de artesanías a partir de este bien muy escaso y difícil de obtener luego de un largo proceso natural que ahora se realizará asegurando su sustentabilidad. Antes los artesanos debían traer desde San Luis Potosí sus insumos, lo que representaba costos de producción que no habían permitido detonar a este sector. Hoy hay un recinto a la altura de la grandeza de nuestras maestras y maestros artesanos, en medio del bosque, pero además un espacio para la capacitación especializada y para la exhibición de sus creaciones. Actualmente, se gestiona ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), la denominación de origen del gusano de seda, lo que protegerá a esta comunidad artesanal que es parte del mosaico vivo de expresiones del arte popular al que doña Ivette le ha dedicado mucha energía y pasión.
El segundo proyecto será una preciada herencia para Oaxaca. La “Casa Alas” será un conjunto de seis inmuebles con un costo de 150 millones de pesos. Entre estos, la Casa Hogar Cenzontle está por inaugurarse. En su conjunto, esta magna obra resolverá la sobrepoblación que actualmente enfrenta la casa hogar del DIF Oaxaca, donde viven 154 niñas y niños. Hay que recordar que el propósito del DIF es proveerles el cuidado, la alimentación, la terapia y los estudios durante toda su infancia y adolescencia. Cuidar de ellos es una de las tareas más nobles de un Estado, y requiere de un equipo interdisciplinario involucrado en su formación plena, pero hasta ahora nadie se había preocupado por las condiciones reales en las cuales vivían. “Casa Alas” se convertirá, así, en un lugar digno donde podrán vivir, jugar y crecer quienes lamentablemente no tienen una familia ni un hogar. La Señora Ivette le ha devuelto al DIF su razón de ser, poniendo al centro a lo más valioso de Oaxaca, que son sus niñas y niños.
Recientemente, la Señora Ivette Morán ha dicho, a propósito de su IV Informe, que su tarea primordial es como madre de familia y esposa. Los hechos afirman que su sensibilidad y su entrega le han ganado un lugar indiscutible en el corazón de la gente, donde se miden los verdaderos resultados y se aquilatan los liderazgos que perduran en el tiempo.
@pacoangelm