A mi querido amigo “El Güilo” Farías
En mis andanzas por el país que significó recorrerlo varias veces, topé allá por Jaumave, como dice el corrido de “El Cuerudo” tamaulipeco, con el Güilo Farías. Se contaban muchas “charras” del célebre personaje local. Una de ellas era que, amigo del gobernador en turno, sin explicación mayor fue uno de los invitados al informe del “Señor”. Éste empezó a leer su largo documento primero con frases alusivas a las bellezas del estado, a los distinguidos invitados, a la presencia de la “Gobernadora” doña Lichita que no tenía le menor idea de dónde estaba y mascaba su chicle ruidosamente y en fin, prolongaba su perorata.
Llegó el momento clave en que empezó a informar sobre la siempre “abrumadora obra constructiva” de su gobierno, ¡naturalmente la mayor en la historia tamaulipeca! Entonces empezó como decía un cubano “la hemorragia de millones” El “Gober” engolaba la voz y soltaba metralla multimillonaria. Llegó al punto de informar sobre las obras del distrito 4 y entonces ¡la puerca torció el rabo! El Gobernador afirmó:
“Construimos el deportivo de Palmillas que costó 12 millones de pesos…”
Entonces se escuchó en el amplio auditorio el vozarrón de “El Güilo”:
¡Ya se le corrió la tinta!, en explícita reprobación de la suma.
El “Gober” siguió sin inmutarse:
“Construimos el mercado público de Jaumave que costó ocho millones de pesos….”
De nuevo se oyó la crítica de “El Güilo”:
¡Otra vez se le corrió la tinta!
Fue primera y última ocasión en que invitaron a “El Güilo” al “solemne acto”
Viene a cuento porque en el informe realizado en Jalapa Veracruz, por Duarte con la presencia de diez gobernadores, éste afirmó:
“El último año visitaron Veracruz, el estado, 500, 000 turistas”
En tanto acá en nuestro querido terruño, Oaxaca, se dice que:
“visitaron Oaxaca-asumo que la entidad toda-tres millones de turistas”.
¿No se les “correría la tinta” como decía “El Güilo” mi célebre cuate? Porque la verdad estos datos oficiales de Oaxaca no coinciden con lo que declaran los prestadores de servicios que argumentan con frecuencia la baja ocupación hotelera como indicador de crisis económica local. De paso recordemos ese vicio burocrático de proporcionarle “buenas noticias” al gobernante aunque sea a costa de la realidad. Los datos burocráticos y los de la “iniciativa privada” no solo no coinciden, sino que discrepan horrendamente.
En esto de la prestación de servicios al oaxaqueño humilde, hay un caso que tiene rasgos escandalosos. Se difundió la incapacidad económica de las autoridades de Salud para proporcionar a los enfermos del Hospital Civil los servicios de hemodiálisis. Estos son caros, pero tradicionalmente se han brindado a miles de ciudadanos que, al acudir al Hospital Civil revelan su carencia de recursos. El titular de Salud informó que los pacientes, capacitados, “podrían administrarse este servicio en sus hogares”. Me pareció algo extraño. ¿Por qué no se hacía antes así?
Peor. Apenas se informó esta noticia que me pareció peligrosa para la salud de muchos oaxaqueños, a la vuelta del hospital, apenas a tres cuadras, se estableció nuevecito un “Hospital of Hemodyálisis” privado. Un negocito que brindará pingües ganancias. ¿A quién? Estaría bueno que las autoridades que dicen “velar por la salud de los oaxaqueños”, informen “sin que se les corra la tinta”. Me parece un asunto de primordial interés público.
Así, creo que el ciudadano que con “el gobierno del cambio” esperó un auténtico cambio en la forma de gobernar, tiene el derecho a no topar con la dura realidad de que a los burócratas se “les corre la tinta”. Para garantizar que esto no suceda no tengo a mi amigo “El Güilo”. Hace años que murió ante la imposibilidad de hacerle una hemodiálisis.