Espacios públicos y familiares son dañados y utilizados como hotel de paso

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Desde personas teniendo relaciones sexuales, plantas dañadas, arboles infestados de plagas y vandalismo por parte de expresiones sociales, son parte del resultado del abandono y desinterés de las autoridades a espacios como el Kiosko, el parque Antonia Labastida y el Monumento a la Madre.
Un grupo de artistas plásticos encabezados por Markoa Vásquez dieron a conocer esta problemática y las acciones que de manera independiente han emprendido para abatir la situación que se vive en estos espacios públicos.
Precisaron que en el parque Antonia Labastida se han sembrado unas 500 jarillas, mismas que fueron pisoteadas y dañadas; se han retirado el 95 por ciento de grafitis además de que a los árboles se les ha dado una atención especial ante la plaga del muérdago.
“No estamos en contra de la expresión social, pero si en el daño que han generado en este caso en el Kiosko de la Ciudad el cual ha sido vandalizado por grafitis”, dijo.
En el Monumento a la Madre, la situación no es mejor y es que ahí se han encontrado colchones, colchonetas incluso personas teniendo relaciones sexuales. De las cuatro mil 400 jarillas sembradas sólo el 25 por ciento sobrevivió.

Carina García