Los gobiernos modernos alrededor del mundo se caracterizan por buscar soluciones que hagan eficientes los procesos administrativos y cumplan con objetivos claramente definidos. Sobre todo, a partir de este siglo, la nueva gerencia pública se impuso como una visión para organizar el trabajo y orientar las instituciones al servicio del público. Si antes el Estado fue un obstáculo para el desarrollo, ahora debe ser su principal promotor, pero no como un agente interventor, sino como un facilitador para que la iniciativa privada prospere. Por otro lado, debe asegurar mínimos de bienestar a las personas que más lo necesitan. Progreso sin justicia social no es progreso. La lógica administrativa cambió, y los gobiernos modernos están obligados a rendir cuentas a las sociedades que los votaron, las sociedades mandan y las autoridades obedecen.
A casi cuatro años de haber asumido el mandato como Gobernador del Estado de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa entrega hoy su Cuarto Informe de Gobierno al Congreso del Estado. Se trata de un ejercicio democrático y republicano, que manifiesta el respeto entre poderes y la rendición de cuentas del poder ejecutivo. A cuatro años de haber iniciado la transformación de la vida pública del estado, es preciso evaluar los proyectos que dan rumbo y vialidad a Oaxaca, y que han sido parte de un nuevo modelo de gobierno que hoy se funda en tres principios: Crear, Construir y Crecer.
En primer lugar, están los proyectos prioritarios de esta Administración. Oaxaca vive un momento inédito de oportunidades basado en una serie de proyectos que lo colocan como punta de lanza del desarrollo del Sur Sureste de México. El primero es el Corredor Interoceánico que detonará el comercio entre el Pacífico y el Golfo de México, haciendo de la vía Salina Cruz-Coatzacoalcos una alternativa competitiva para el comercio internacional. Por otra parte, están en marcha y con buen avance dos vías de comunicación que habían sido postergadas por las últimas administraciones: Barranca Larga-Ventanilla y Mitla-Tehuantepec. Conectar a la Costa y al Istmo significará potenciar las cadenas productivas del estado acortando distancias y tiempos. Estos proyectos prioritarios tienen un seguimiento puntual por parte del Gobernador, gracias a la buena relación que ha establecido con el presidente López Obrador y su equipo de trabajo.
Como no había sucedido en los últimos dos sexenios antes del Gobernador Alejandro Murat, hoy Oaxaca tiene condiciones de gobernabilidad y paz social, como lo demuestra el hecho de que la relación con el magisterio pasa por su mejor momento. Hoy en Oaxaca, a diferencia de otros años, no se pierden clases ni está en duda el cumplimiento del ciclo escolar, que avanza con las nuevas modalidades de aprendizaje a distancia. Si en educación se puede presumir esta relación constructiva, en salud el Gobernador honró su palabra de levantar a un sector que había vivido sus peores años, cuando los hospitales y las clínicas eran prometidas reiteradas veces, pero nunca concluidas. Hoy hay nuevos hospitales que operan en beneficio de la gente, como el nuevo Hospital de Juchitán y el Hospital de la Mujer y el Niño Oaxaqueño, que lograron ponerse en marcha luego de muchos esfuerzos de concertación institucional. También hay que mencionar la inauguración del nuevo Hospital de Tlaxiaco IMSS-Bienestar. En suma, hay un compromiso por la salud de los oaxaqueños que no tiene precedente, y que es un indicador de un Gobierno sensible a las necesidades más sentidas de la población.
El cambio de narrativa ha sido de tal magnitud, que hoy Oaxaca está en el mapa del turismo mundial, como lo comprueba el reconocimiento que la prestigiada revista Travel+Leisure hizo de Oaxaca como la mejor ciudad del mundo para viajar. No hay entre los especialistas del tema mayor indicador que un galardón como éste, por el que compiten ciudades de todo el mundo. A pesar de la pandemia, hoy la recuperación económica avanza y con todas las medidas de seguridad sanitaria, los hoteles y restaurantes han vuelto a abrir para recibir a visitantes nacionales y extranjeros. Antes de la pandemia, Oaxaca había registrado un máximo de visitantes. En noviembre pasado, el Aeropuerto Internacional de Oaxaca alcanzó la cifra inédita de un millón de pasajeros en menos de un año. Sin contar todo el potencial de la Costa oaxaqueña: Huatulco, convertido en un destino formidable en el Pacífico mexicano, con un muelle para cruceros trasatlánticos, 151 hoteles y servicios de primer nivel. Solo en 2019 tuvo una derrama de 8 mil 933 millones de pesos, 30% mayor que la de 2018.
Una reflexión adicional a la que nos convoca este Cuarto Informe del Gobernador Alejandro Murat es su apuesta decidida por crear en Oaxaca un ecosistema para emprendedores que sea distintivo a nivel nacional. Somos el único estado del país que tiene un encadenamiento productivo que capacita, incuba, emprende y financia. Como lo he comprobado al lado de mis compañeros del Gabinete Económico del Gobierno, este encadenamiento no es un proceso administrativo más; en cambio, es la herramienta fundamental para transformar la vida de las familias oaxaqueñas. Hay muchos ejemplos de lo que este modelo logra en los hechos. Recientemente, en las montañas de la Sierra Norte, una de las más ricas zonas forestales de Oaxaca y el país, se inauguró el Santuario del Gusano de Seda. Hoy San Pedro Cajonos cuenta con un referente de los procesos de creación artesanal, que conservará y producirá sustentablemente un bien sumamente preciado para la elaboración de textiles. Sin el respaldo de este Gobierno, y en particular de la Señora Ivette Morán de Murat, este hermoso recinto seguiría siendo un sueño en el corazón de nuestros paisanos serranos.
Los gobiernos modernos de los que hablé en un inicio se caracterizan por su capacidad de planear e innovar. El plan establece los objetivos y metas a cumplir, pero no deja de estar sujeto a las circunstancias, siempre complejas y cambiantes. Nadie previó hace un año que viviríamos una pandemia que alteraría la dinámica social. De ahí el valor de la innovación. Se puede modificar sobre la marcha para ser más eficientes, para ser más precisos, para ser más certeros. Esto distingue al Gobierno de Alejandro Murat Hinojosa: su capacidad de adaptarse a las condiciones cambiantes y complejas. A cuatro años de distancia, el cumplimiento de los objetivos y metas del Plan Estatal de Desarrollo 2016-2022 está en marcha, pero no es lo único. Las bases que se están sentando van mucho más allá de 2022, representan la oportunidad histórica de que Oaxaca supere las barreras que lo ataron al subdesarrollo y se convierta en lo que de hecho ya es: un jugador de primera línea en la escala nacional y global. Esa es la única y la mejor manera de cumplirle a las próximas generaciones. Recordemos que la visión de largo plazo distingue a un estadista de un político. Y hoy Oaxaca con Alejandro Murat tiene a un estadista.
@pacoangelm