-Pablito, le reclamé a mi querido amigo Pablo Silva Marcial, de gratos recuerdos, ¿por qué te rajaste? ¿Por qué te quedaste callado en la mejor oportunidad para denunciar la tala ilegal de los árboles de Chacahua?
El endrino rostro de Pablito se demudó:
-¡Aaarajo amigo! ¡Si se rajó San Aparicio que era de buena madera, no se iba a rajar Pablito!
Entendí. Era una situación que rebasaba a mi amigo. Era exponerlo a graves riesgos. Nadie podía garantizar su seguridad futura.
En México las referencias a lo que se “rajan” son múltiples. Desde el caballo que perdió la carrera y le gritaron que fuera a rajarse a su tierra, hasta los casos patéticos, esperpénticos, como el de Don Miguel de La Madrid, cuando se “rajó” y aún se infamó, aduciendo que sus palabras previas, habían sido producto de que “andaba mal de la cabeza” Fue tan lúcido que se diagnosticó orate. Claro que las cúpulas del priísmo intervinieron para que se “rajara” después de declarar que Salinas de Gortari se había robado la partida secreta de la Presidencia de la República. Afirmación que fue de Téllez Khuenzler, sin que le recriminaran. Pero a Don Miguelito que denunció a Caco, lo asaron vivo. Los que intervinieron para que Don Miguelito cantara su mea culpa, fue entre otros Gamboa Patrón-el que fue su Secretario Particular en la Presidencia, siempre obedeciendo no a Don Miguelito sino a Salinas- el de la paliducha, acartonada CNOP. ¿Aún existe?
Esa fue una de las peores escenas de la historia del PRI. Vergonzosa. Indigna. Pero la historia se repite: primero como tragedia, la de un valetudinario expresidente que reconoce su idocia para evitar represión segura.
Después como comedia. La de Salinas de Gortari “El Pípila”- porque él solo carga los ladrillos que edita cada serie de años para justificarse- Salinas ahora que, bocón retó a AMLO y “topó con hueso”. Le pasó lo que al perro de Tía Cleta. El tabasqueño aceptó su reto y emergió el ex “Chupacabras” ahora en papel de “El Rajón”. Peor. Ni siquiera dio la cara para reconocer su “rajadura” Informó la organización que lo invitó a impartir una dizque “magistral” conferencia en que se atrevió a retar a AMLO. Dijeron que “no había retado a AMLO” El homúnculo de Agualeguas…se puso “las botas de las siete leguas” Corrió. No tuvo arrestos para reconocer que se “rajaba” como olla de barro mal cocida. Salinas “chafeó”. ¿Este ridículo motivará otro ladrillo editorial? Días después, con la idea de “enfriar el comal mediático” salió con una excusa que no dista de la de Don Miguelito: ¡yo no dije lo que dije!
¿Qué explicará “el oso” de Salinas? ¿Se atrevería Peña Nieto a pararlo en seco? ¿O Moreira? ¿O Beltrones? ¿O todos juntos? Como sea que fuere, el papelón que hizo Salinas demuestra: sus tiempos pasaron. Que si ya “bailó” ahora le toca sentarse. Que no es el “papá” de los pollitos. O de plano ¡que le crecieron los enanos!
Esto abre una nueva etapa en el monopolio de los medios. Indiscutiblemente en el medio priísta e incluso panista no existía alguien “taaaan inteligente” como Salinas. Tampoco tan informado. Con nexos internacionales. Además con una red de complicidades entre exgobernadores, empresarios y presidentes municipales a los que ungió para que realizaran inversiones cuantiosas basadas en concesiones generosamente extendidas., Porque eran sus socios o sus “hombres de paja” Además de los vampiros mineros canadienses. ¿Cuántas acciones le tocarán a los que autorizaron la multiplicación de minas extranjeras que pagan al año 11 pesos por hectárea? Hoy con lo acontecido “el encanto se rompió”. Se revela que AMLO es la sombra de los políticos priístas y panistas. Su punto de referencia. Su “bruja de Macbeth”
De Salinas, Felipe Calderón, Peña Nieto y también otros futuros “rajones” Como los politiquillos en todas las entidades que en 2006 se encumbraron a la nómina como diputados, senadores o gobernadores y que entonces se olvidaron de su líder. Ahora reniegan, exigen su expulsión de una entelequia política: el PRD. Pero en las noches sudan y trasudan pensando ‘¿y si AMLO llega a Los Pinos… yo en que “leo”?
Otra consecuencia: se le “acabaron las canicas” al PRI-PAN. Salinas alcanzó a tratar de justificar la “guerrita de Calderón y su valentía” !siempre rodeado por el Ejército, cualquiera es valiente!. Pero inmerso en un mundo absurdo Salinas confesó que: “cierto que todos nos sentimos inseguros por la violencia” ¡Ah qué gobierno felipista tan eficaz, según el futuro presidente…de Agualeguas! No me defiendas compadre, pensaría Felipín.
Finalmente Salinas de Gortari, ya puede ponerse sus babuchas y gorrito para dormir, contar cuentos a sus nietos y esperar que la justicia no se concrete en su persona. Sería su peor pesadilla. ¡Ah!, también puede “retar” a Don Miguelito…a jugar a las “cuirias”.
