La noticia es conmocionante: en 2010 aumentó 8.3% el número de plutócratas en el mundo. Los que rebasan cierta cota en millones de dólares se incrementaron, Obvio sin acudir a modelos sofisticados de análisis, se revela que la riqueza mundial está concentrándose cada vez más. Obvio también, en el otro extremo, se incrementa el número de pobres. Opulencia y miseria concentradas. Así se aplica con justeza la frase lapidaria de Voltaire:
“La comodidad de los ricos depende de una oferta abundante de pobres”
Válido a nivel mundial se aplica con rigor a México. ¿En qué porcentaje crecería nuestro mundo de los opulentos? ¿Cuántos se sumarían a ese Nirvana de los ahítos? ¿Cuántos émulos- ¡dije émulos!- de Carlos Slim habrán saltado a la palestra de los que compran en la tienda Biján de Beverly Hills? ¿Cuántos acudirán a la célebre tienda de Polanco en que es “naco” preguntar el precio de las onerosas prendas que se ofrecen? ¿’Cuántos tendrán como la “Pobresora” Elba Esther un “depa” o mansión con yate en Coronado, Calif? ¿Cuántos habrán dejado de ser “políticos pobres” para no ser identificados como “pobres políticos” según el lema impecable de Don Carlos Hank González? Sí, el que inició su carrera como “Pobresor” y la concluyó como magnate?
Y en nuestro cotarro, Oaxaca ¿cuántos habrán abandonado el papel de “pelagatos”, de “cargamaletas” de los meros, meros, para incluirse en la lista de los beneficiarios de la política? Porque igual que en México y otros rumbos, en Oaxaca florecen negocios inexplicablemente. Se aduce que los negocios no dejan, no son “negocio”, pero pululan las inversiones elevadas. Porque en cuanto a las riquezas se cumple otra frase ineludible: “hay cuatro cosas que no se pueden ocultar: el amor, la p…!que casi es lo mismo!, el embarazo y la riqueza” En Oaxaca, la súbita riqueza de un puñado de nitos, el pueblo la observa con rabia. Más que con envidia. Porque la situación se polariza más: la carestía es guadaña que arrasa con familias de las clases pobres y medias bajas. Se añade la escasez de empleos que sería lenitivo para la crisis de muchos. Ocupados los hijos, los padres reciben algo de esos ingresos. Pero no hay de tuna, María.
Esta situación aboca a percibir un futuro muy difícil. Conflictivo por necesidad. Los extremos que protagonizan Pluto y la Pobreza,-los personajes de Aristófanes en su célebre comedia “Pluto” son los ingredientes principales para las revoluciones. Al menos para las algaradas o para la inseguridad, las actividades ilícitas y la violencia.
