El fin justifica los medios, y aseguran los que saben, en política nada es casualidad. El caso Lozoya logró la atención inmediata y contundente de la opinión pública y los medios de comunicación.
La aparente “filtración” en declaraciones mostró nuevamente que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, no será el mejor gobernante en tomar decisiones, pero si, uno de los mejores políticos en la historia del país. Razones sobran y anteceden lo antes mencionado.
Basta recordar y analizar detenidamente el discurso en campaña sobre la inadvertida persecución política para el Ex Presidente Enrique Peña Nieto, que más bien buscaba desorientar y generar una zona de confort para apuntalar al tiempo el cobro de facturas que se adquieren con el tiempo.
Leer sobre sobornos que involucran a Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, Carlos Salinas de Gortari, Ricardo Anaya, Luis Videgaray o José Antonio Meade, deja en claro que el fin justifica los medios para consolidar la estrategia de cara el próximo proceso electoral.
Sería interesante, e inclusive justo y hasta necesario sembrar en los antecedentes de la historia la detención de un ex presidente. Lejos estaría por suceder si no fuera porque una cosa son las estrategias políticas y otra completamente diferente llevar ante juicio a un gobernante.
Escuchar sobre desfalcos millonarios o regalos que vislumbran la carrocería de un Ferrari y construcción de un museo resulta sin duda uno de las peores ofensas en la historia de la corrupción en el país. Inmoral y hasta abominable diría Cicerón.
Lo ocurrido hasta ahora incrementa las posibilidades de Morena de conservar el poder, no por resultados, sino por el trabajo de opositores que continúan buscando como desprestigiar la gestión del Presidente López Obrador, en vez de proponer soluciones ante lo que verdemente ocupa al mexicano en el sector salud, en materia de seguridad pública, formulación de empleos, economía o procuración de justicia.
El éxito es y será para quien proponga soluciones, o aterrice adecuadamente los errores de la presente administración. En política nada es casualidad, pero tampoco vale perder el tiempo como el Ex Gobernador Ulises Ruiz Ortiz, quien parece está de vuelta y la política lo arropa nuevamente.
La corrupción es y será uno principales objetivos durante la administración del Andrés Manuel López Obrador, el caso Lozoya y el video “filtrado” durante los últimos días refleja lo que durante años se conoce o especula: la corrupción se convirtió en parte de nuestra cotidianidad, un efímero discurso que engalana las redes sociales y pregona ejemplo ante cualquier proceso electoral.
¿Hasta cuándo se permitirá continúen cometiendo desfalcos millonarios en la administración pública?
¿Cuándo investigarán las finanzas de partidos políticos u organizaciones sociales que lucran con la desgracia y economía de la sociedad?
¿En qué abona hablar de combate a la corrupción, cuando el presupuesto se destina a instituciones que en poco benefician a la recuperación de recursos públicos o permita llevar ante un juez a responsables de los múltiples desfalcos millonarios al Estado?
¿Dónde queda el interés por dotar de quipo a médicos, enfermeras, corporaciones policiacas, personal de limpieza, o la angustia que enfila múltiples y rezagadas solicitudes de empleo?
¿Hasta cuándo se continuará otorgando recursos públicos a organizaciones sociales disfrazadas de grupos de choque, y continuará manteniendo a líderes que utilizan la desgracia social para beneficios personales o consolidar aspiraciones políticas?
¿Por qué continuar aparentando que el combate a la corrupción existe, cuando se desvirtua impulsar el deporte y lectura?
¿En qué ayuda exista transparencia?, cuando las propias autoridades encargadas de la procuración de justicia obstaculizan el combate a la corrupción.
¿De qué sirve invertir en un sistema de participación ciudadana, cuando Fiscalías no cuentan con personal y recursos para llevar a juicio las múltiples carpetas de investigación?
Lo propuesto por el Titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo sobre la intención de crear unidades de inteligencia en fiscalías locales, secretarias de seguridad pública y finanzas debe consolidar un adecuado y responsable combate a la corrupción.
En tanto eso ocurre, y se “filtren” nuevos videos-evidencias, declaraciones o carpetas de investigación, se conocerá con exactitud si valdrá o no la pena llevar ante las rejas a los principales protagonista de esta novela político-electoral.