El Centro de Iniciación Musical de Oaxaca (CIMO) fue inaugurado hace unos días, cubriendo un espacio que la comunidad cultural oaxaqueña demandaba desde hace muchos años. Este Centro es más que un edificio que albergará el estudio y la práctica de la música, se trata de una institución que si bien había funcionado en el pasado, agotó un ciclo y necesitaba renovarse. Con esa intención, la sociedad civil demandó la construcción de un espacio digno para la formación de los nuevos músicos de Oaxaca desde hace al menos una década. La administración anterior lo impulsó como un proyecto que finalmente se vio empañado por no contar con los estándares requeridos para que abriera sus puertas.
Gracias al Gobierno de Alejandro Murat Hinojosa, que invirtió en su rehabilitación 7.1 millones de pesos, hoy el CIMO es una realidad que viene a engrosar la oferta cultural de la ciudad de Oaxaca y que se plantea como un nuevo espacio para que las y los niños y jóvenes que deseen desarrollar su práctica en algún instrumento musical lo hagan en condiciones de excelencia.
El objetivo del CIMO es formar músicos de manera integral con base en el programa de estudios que abarca cuatro esferas de desarrollo musical como son: lenguajes musicales, técnico musical, agrupaciones musicales y autodesarrollo. Para la formación como Técnico Musical se contemplan seis niveles formativos donde se imparte: inducción, selección, enseñanza teórica, de especialidad instrumental y de autodesarrollo. Además de participar obligatoriamente en alguna agrupación musical ya sea Ensambles, Orquesta de Cámara o Banda de Aliento.
En el CIMO recibirán clase niñas y niños de 6 a 13 años, y jóvenes de 14 a 22 años que podrán especializarse en instrumentos como: flauta transversal, clarinete, oboe, saxofón, trompeta, corno, trombón de vara, barítono, tuba, percusión, piano, guitarra, violín, viola, violoncello, contrabajo y clases de canto. Asimismo, cuenta con un área de informática para poder escribir y publicar textos de música con el software “Sibelius” que es un editor de partituras que ayudará impulsar la creatividad del alumnado al componer con mayor rapidez.
En su inauguración, el Gobernador Alejandro Murat señaló: hoy vengo a reafirmar el compromiso del Gobierno del Estado para sumar esfuerzos que permitan seguir construyendo a través de la música, la grandeza de Oaxaca como lo hicieron Macedonio Alcalá, Álvaro Carrillo, Faustino Díaz, y hoy Lila Downs y Susana Harp. Y justamente este es el ejemplo que más debería motivarnos del sueño cristalizado en el inmueble de Crespo 909: que cada vez más niñas, niños y jóvenes puedan transformar su vida a partir de la música que en Oaxaca es una tradición y un lenguaje único, que traduce nuestras vivencias y emociones a través de hermosas composiciones.
La trayectoria artística de Susana Harp y de Lila Downs son un ejemplo de lo que se puede lograr si el talento es bien aprovechado y cultivado con disciplina. Cada una de ellas ha sido un ejemplo a nivel internacional de que la música oaxaqueña tiene un sello propio y distintivo, y que está al nivel de las expresiones más elevadas del mundo. Cuando Lila cantó hace algunos años en la ceremonia de entrega del Oscar todos nos emocionamos de ver a nuestra paisana de Tlaxiaco en un escenario de esa magnitud, así como hace una semana celebramos que Yalitza Aparicio estuviera entre las artistas más reconocidas del mundo. Sin embargo, detrás de historias como éstas, lo que existe es una gran historia de esfuerzo y superación.
Durante la apertura del CIMO, su director, César Delgado Martínez, agradeció al Gobierno del Estado por los trabajos realizados para contar con instalaciones óptimas que contribuyan a la enseñanza musical inicial y formación de músicos. Señaló algo que debería inspirarnos a todos: “La música puede cambiar al mundo porque puede cambiar a las personas, y si de algo estoy seguro, es que un niño o un joven con un instrumento musical, jamás tendrá un arma en las manos”. Esta es la esencia del CIMO, con este espacio que gana la cultura más oaxaqueñas y oaxaqueños se mantendrán alejados de la delincuencia y de las malas prácticas porque la música forma en el alma.
El impulso a la cultura del Gobierno de Alejandro Murat Hinojosa está basado en acciones, no en discursos. Así lo comprobaron quienes ahora cuentan con una escuela al nivel de las mejores, que seguirá poniendo en alto el prestigio musical de Oaxaca y que se suma a la oferta cultural de la Verde Antequera. En el nuevo edificio de Crespo 909 se empezarán a escribir muchas historias de Macedonios, Álvaros, Susanas y Lilas. Tendremos la dicha de verlos y sobre todo escucharlos.