Don Javier Lozano Al-arcón, “Ministro del Des-empleo y el outsorcing: Rubén Mújica Vélez

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A la opinión pública nacional, mundial y extra-galáctica:

Me enteré que esta semana asumirá una decisión clave en su fulgurante carrera política. Me atrevo a señalarle que involucra a los trabajadores de México, a los emigrantes al “norte”,  a nuestras tersas relaciones como país con la Organización Internacional del Trabajo, con la AFL-CIO de EUA de NA que ha revelado excelentes opiniones sobre su desempeño, con personajes como don Zen-Li-Yi-gón- ¡oiga usted que “llegón” nos acomodó!, con los campesinos de México que Fox, acertadamente, al ver la ineptitud del exsecretario de Agricultura Jiménez ¿qué?, le designó a usted como interlocutor agrario. O sea reconoció sus amplios conocimientos del mundo rural. En fin, su decisión atañe a todo el mundo y acaso Obama no ha percibido que si usted hace mutis político, se le viene abajo la sucesión. ¡Hay que informarle al mejor Presidente “de color” que debe meter baza en el asunto!.

Me refiero a que usted decidirá esta semana, si continúa o no en la eficaz carrera del panismo-yunqueto por conservar “haiga como haiga sido”, la silla de Los Pinos. O sea que el PAN “quiere seguir bailando con Doña Leonor”. Nada, don Javier. ¡Usted debe seguir “tocando el piano” nacional! No creo que lo haga al revés. ¡Usted debe mantener viva la llama de la esperanza ¡ay jijos, un poco más y lo confundo con AMLO!,de millones de mexicanos que saben que en su inspiración política, en sus sabios propósitos de cómo comprometer más el futuro nacional con transnacionales mineras y no mineras, está la vía de la felicidad mexicana. Estoy seguro que millones así lo sienten y lo expresan en esta misiva que sale del corazón.

Quiero ratificarle que mis esperanzas ¡otra vez se me atraviesa el terminito de los “Morenos”!, de creación de empleos en México, se identifican con usted. Así, tendré la seguridad que, persistiendo en su meta de Los Pinos, mis hijos, nietos, bisnietos y choznos que se fueron a los “yunaites”, volverán ante la abundancia de empleos formales, bien pagados, con todas las prestaciones que el mundo envidia y de las que usted es un ferviente y devoto defensor. ¿Qué haríamos en este paraíso mundial del trabajo sin su docta conducción? ¿Dónde hallarían empleo millones de mexicanos que hoy han superado las “Metas del Milenio”, que digo “del Milenio”, sino las “Metas de la Eternidad Laboral”? No, Don Javier: usted no se puede rajar por que aparezcan otros que sueñan con darnos lo que usted ya nos dio: seguridad en el empleo, prestaciones fabulosas, sindicalismo limpio, bueno al grado que los trabajadores de Suecia ¡ya quieren venir a laborar acá! Nolas Borolas: este Nirvana Laboral, nadie nos lo quita.

Mire, nada más “mídale el aceite a las memelas” Cuando supieron que en una madrugada, aterrorizado por la simple posibilidad que usted se dedique a dar conciertos pianísticos, ante la sola mención de su ausencia, se sumaron a esta petición, para que reconsidere su decisión, una cauda de amigos. !Todos al grito de “coopelas o cuello”, me exigieron suscribir esta nota! Así que no me quedó más que despertar de mi pesadilla y enviarle a usted este recadito atento, obsequioso, bueno diga usted, ¡hasta zalamero!, con tal que no abandone lo que sería entonces sí “un valle de lágrimas”. Por otra parte no haga caso de sus enemigos embozados que le cantarán aquella de ¡que estás que te vas y te vas y no te has ido”. No caiga en el garlito. No, don Javier. Usted debe seguir acaudillando nuestras metas mejores, nuestro futuro más luminoso, nuestras emociones más grandes. Usted es tan eficiente que estoy seguro rebasaría los “logros” de Don Felipe en materia de la guerra contra los narcos. Pronto llegaríamos a los cien mil “daños colaterales” ¿Se imagina qué éxito?

Bueno Don Javier: espero su respuesta positiva. Pero por favor, en nombre de mis descendientes hasta las octava generación ¡NO RENUNCIE! Le anexo las firmas de algunas organizaciones y personajes que imploran que reconsidere y nos garantice el mejor sexenio de que se tendrá memoria: el Sexenio del Pleno Empleo.

                Su atento y Seguro Servidor q.b.s.m. Rubén Mújica Vélez

Sindicato de trabajadores mineros de Cananea. Sindicato de trabajadores de los “pocitos” mineros del norte de México. Obvio: “Napito” Gómez Urrutia. Sindicato de Mexicana de Aviación. Sindicato Mexicano de Electricistas. Martín Esparza, ahora priísta. Sindicato de Trabajadores de la Siderúrgica Las Truchas.

Destacados mexicanos que se suman a esta ¡que no es “cargada!, a favor de su persona:

“Matusalén” Gamboa Pascoe. Todos los “herederos” estatales de Don Fidel El Bueno Velázquez. Encabezados por el jovencito oaxaqueño: Guerra sin nombre. Bueno creo que hasta Madame Barrales me buscó para firmar. La lista no se acaba: empieza.