“Gabino es mi aliado”. Cuatro palabras que pronunciadas por el Director General del INFONAVIT y aspirante del PRI a la gubernatura, Alejandro Murat, un día después que la LXII Legislatura local aprobara la reforma político-electoral, tuvo más de una lectura. Como en política no existen casualidades, no faltó quien interpretara esta expresión como un reconocimiento del hijo del exgobernador José Murat a la “línea”, “exhorto” o “invitación” que al cuarto para las doce hiciera el gobernador Cué a los líderes de las fracciones parlamentarias del PAN, PRD y diputados de otras expresiones para que se aprobaran las dos propuestas que el PRI había colocado como condiciones para que sus diputados votaran a favor de la reforma, por un lado, y para avalar el préstamo gubernamental, por el otro : el período de gobierno de 6 años y la reducción de 5 a 3 años como requisito constitucional de residencia para quien o quienes aspiren a la gubernatura. Esto último con abierta dedicatoria para quien un día después del magnánimo gesto no vaciló en declarar: “Gabino es mi aliado”.
- Pero, sin duda, la urgencia que el jefe del poder ejecutivo tenía para que el Congreso local aprobara un endeudamiento del orden de los 2 mil 400 millones fue el factor que terminó por imponerse sobre cualquier otra prioridad política o electoral. Y aunque en Oaxaca el PRI es oposición, supo hacer valer su fuerza numérica en el Congreso -pues sin los 17 votos de los diputados priístas no se alcanzaría la mayoría calificada requerida para aprobar la reforma político-electoral -, y el poder de chantaje de sus líderes a nivel local y nacional, para engranar en el texto constitucional dos puntos claves para la sucesión gubernamental del 2016.
- Ni en el PRI, ni entre los partidos aliados al gobierno de Cué se ha definido quién será su candidato a la gubernatura. En el PRI las precampañas más visibles y posicionados hasta ahora son las de Héctor Pablo Ramírez Puga, Alejandro Murat, Eviel Pérez Magaña y Samuel Gurrión, pero la lista de aspirantes alcanzaría una decena, por lo menos. En cambio, en las filas del PRD y PAN hasta ahora solamente hay dos legisladores en abierta precampaña: el senador Benjamín Robles Montoya, promovido por algunas corrientes del PRD, y la diputada panista Eufrosina Cruz Mendoza. Con la reciente campaña para diputados federales, el gobernador Gabino Cué metió al ruedo a su amigo y ahora diputado electo por el distrito de Tehuantepec, José Antonio Estefan Garfias.
Ninguno de todos estos aspirantes, salvo Alejandro Murat, tenía problemas con el requisito de la residencia en el estado de Oaxaca. De ahí que, más allá de haber dado la nota negativa con la violación a una disposición constitucional a nivel federal, lo que el Congreso local hizo fue facilitar el ingreso al hándicap tricolor de un aspirante que por su perfil profesional , relaciones políticas de alto nivel y aceptación entre un sector de la clase política priísta oaxaqueña lo tienen ubicado como un prospecto con las mismas posibilidades de ser beneficiado por el dedo presidencial que los otros aspirantes de su partido. Y, por supuesto, porque su principal promotor es nada menos que su padre José Murat, aliado político del gobernador Gabino Cué.
- Al final de cuentas en esta reforma, que fundamentalmente se impulsó para homologarla con la legislación federal y que por supuesto tiene aspectos positivos que pasaron a segundo plano por el tema de la residencia, el gran ganador fue el PRI y los grandes perdedores los diputados de los partidos aliados al gobierno y, sin duda, el propio gobernador Gabino Cué. Los primeros porque, al sucumbir al inmediatismo y al encanto del pago por evento, o sencillamente porque les faltó arrojo para decirle NO al jefe del poder ejecutivo, dejaron pasar una gran oportunidad política para defender sus propuestas. Y el gobernador Cué Monteagudo porque no pudo escoger un peor momento para solicitar que el Congreso local le aprobara un nuevo endeudamiento que hacerlo cuando ya la disputa por la sucesión gubernamental está en marcha y la fracción parlamentaria del PRI tenía claro que los tiempos fatales para aprobar la reforma y la urgencia de dinero en el gobierno jugarían a su favor. Y así ocurrió.
- Quienes al final también ganaron fueron los indigenistas que con la SAI al frente de las negociaciones lograron ampliar los derechos político-electorales de los pueblos y comunidades indígenas y de los pueblos afromexicanos de la costa oaxaqueña. Por ejemplo, en materia de candidaturas independientes se abrió una oportunidad de participación para estos sectores, al igual que la atribución para que, por causas plenamente justificadas, las asambleas comunitarias revoquen el mandato de concejales de los 417 municipios que se rigen por sistemas normativos internos. Esto último controversial desde el punto de vista de la gobernabilidad municipal, pero que sin embargo pudo pasar el filtro de las comisiones y del pleno del Congreso, aun cuando ahora prive el arrepentimiento entre algunos diputados del PRI.
Julio 9 del 2015.