Creí, pensé pero jamás imaginé…que la ignorancia de Des-Peña Nieto fuera tan abrumadora. Pese a esa prueba los priístas prefieren continuar con un memo que cambiar de candidato. Ir al precipicio que cambiar de rumbo. No saben cambiar de rumbo. Como dice Federico Campbell “Ese es el PRI”. El PRI de Díaz Ordaz, al que llaman “salvador del país” con la masacre de 1968; el de Echeverría pese a su “guerra sucia” y la desaparición de centenares de mexicanos. El PRI de Salinas de Gortari que masacró las filas de ciudadanos de izquierda para que Cárdenas no pisara Los Pinos. El PRI que cobija a Mario Marín, Ulises Ruíz, Fidel Herrera y tantos sujetos aborrecidos por la ciudadanía.
Des-Peña Nieto no me hizo quedar mal. Ratificó con generoso “burricidio” mi sospecha de su estulticia. Pero fui alevoso. Tenía pruebas suficientes para detectar su ignorancia, además de asociarse con Elba Esther Gordillo la “profra” incapaz de deletrear correctamente. Ahí van mis pruebas y mi ratificación que los mexicanos no tenemos memoria ya no digo histórica, sino reciente.
Hace cosa de seis años, le preguntaron a Des-Peña quiénes eran los autores del Himno Nacional Mexicano: no lo supo. Tampoco cuando le preguntaron quién había sido el Rey Poeta. Esas fueron las “flores” según el adagio chino, del “jardín” de la idocia des-peñanietista. Hubo otra desbarrada que se quiere sepultar por sus seguidores que mejor podrían serlo de Gael García, aun cuando cante “Yo te vi” tan desafinadamente que es hilarante.
Aturrullante la otra. Jorge Ramos el entrevistador le preguntó cuál había sido la causa de la muerte de su esposa la Sra. Prettelini. Des-peña Nieto trastabilló tanto que la verdad en un juicio se habría convertido en el primer sospechoso. Tuvieron que pasar varios meses para que volviera con el entrevistador con un gordo expediente, supuestamente nutrido de explicaciones.
En pocas palabras Des-Peña Nieto es el ahora precandidato más “precandidote” de todos. Creo ¡le gana a Chepina y Cordero juntos! Des-Peña Nieto es una carga para el PRI que aun tiene en sus filas a personas que leen y conocen a profundidad la historia de México. Des-Peña Nieto es un bárbaro mexiquense, curtido en las poses, en sonrisas acartonadas “Hankianas”, en los guiños a lujuriosas damas que lo sueñan “en su colchón”.
A la par, Des-Peña Nieto es padre de jovencitas que abominan del pueblo. Por que lo han vivido en las mansiones de su padre. Por que se han nutrido de las talentosas “letras” de su madrastra “La Gaviota”. Originaria de las filas televisivas no hace malos adobes: lean para divertirse sus twitters en que revela su singular redacción. Igual que “La Gaviota” de la novela de “Fernán Caballero” seudónimo de la suiza Cecilia Böhl Francisca Josefa de Faber que escribió hace cosa de 150 años y reseña el auge y caída de una dama que pisó lugares inconcebibles por su ignorancia, para volver a la mediocridad y el olvido de su origen. Des-Peña Nieto y “La Gaviota”, tal para cual. Reproducción de dos consagrados “intelectuales” mexicanos: Fox con “Borgues” y Marthita Asegún con “la filósofa Rabinda Nata Tagora”
La patética desbarrada de Des-Peña Nieto en la Feria del Libro ¿quién avaló la audacia de un ignorante?, no es exclusiva. Hace cuatro años un entrevistador televisivo se asomó a la Cámara de Diputados federales y les formuló tres sencillas preguntas. La enorme mayoría palideció, puso pies en polvorosa y un ¡oaxaqueño!, balbuceó: ¡Ya ve como me quiere meter en aprietos! En pocas palabras, la preparación sólida no es característica de los políticos. Someterlos a pruebas sencillas como las de Des-Peña Nieto corroborarían que las luces no son propias de los ¡legisladores! Los émulos-ojo dije émulos- de Licurgo gozan de buena salud económica, pero de escasísimas neuronas.
Des-Peña Nieto sí ratificó la frase lapidaria de Sciascia:
“La política es una actividad mediocre para hombres mediocres”
