El desbalance que impuso la pandemia por Covid-19 a México no ha sido el mismo para todos los estados. Sin duda, enfrentar este shock es una condición que nadie previó con suficiente antelación, pero tampoco es una condición insalvable. Los avances en el desarrollo de las vacunas en fase de prueba, así como los tratamientos disponibles para los pacientes con síntomas graves son señales de esperanza hacia futuro. Mientras las medidas de distanciamiento social estén vigentes, es tarea de todos vigilar su cumplimiento, ser conscientes y solidarios con nuestros semejantes. El centro de atención ahora es cómo lograr una equilibrada reactivación económica, que permita superar los seis meses de una crisis que perjudicó a miles de empresarios, sobre todo pequeños propietarios, y empleados. Los gobiernos de cualquier nivel e ideología enfrentan éste que es el mayor desafío de la humanidad en lo que va del siglo XXI.
Una clave para dinamizar la economía es la participación inteligente y activa de un gobierno que genere las condiciones para atraer la inversión. Un gobierno que fomente las capacidades de su gente y que apueste porque los valores que distinguen a un estado, incluidas sus ventajas comparativas, detonen su crecimiento. Esta ha sido la apuesta del Gobierno que encabeza el Maestro Alejandro Murat Hinojosa. A cerca de cuatro años de distancia de haber asumido la Gubernatura de Oaxaca, el Gobernador, su esposa, la Señora Ivette Morán, y quienes hemos tenido el privilegio de servir en su equipo de trabajo, ponemos nuestro esfuerzo y dedicación bajo una filosofía que hoy se resume en tres principios: “Crear, Construir, Crecer”.
La prestigiada revista Forbes en su edición México correspondiente a septiembre y octubre de 2020 dedica su portada e interiores a Oaxaca y este nuevo modelo de gobierno impulsado por el Gobernador Alejandro Murat. Por primera vez un gobernante oaxaqueño tiene este nivel de proyección que es el de una sociedad dinámica y audaz, que hoy está venciendo paulatinamente la crisis sanitaria y económica que trajo consigo la pandemia por Covid-19. Como se ha señalado aquí en otras entregas, la premisa del Gobierno de Oaxaca ha sido la de generar una atmósfera propicia para hacer negocios. Como lo señaló en la entrevista el Gobernador: “El reto más importante que tiene Oaxaca es convertir toda su riqueza intercultural, en recursos naturales, geográfica y biodiversidad, en su palanca de desarrollo. Hoy, por primera vez en la historia moderna de Oaxaca y de México, nos encontramos frente a esa gran oportunidad”.
El momento inédito de oportunidades que vive Oaxaca tiene que ver con una serie de proyectos que lo colocan como punta de lanza del desarrollo del Sureste. El primero es el Corredor Interoceánico que detonará el comercio entre el Pacífico y el Golfo de México, haciendo de la vía Salina Cruz-Coatzacoalcos un competidor de primera línea en el comercio internacional. Pero no solo eso, el compromiso de este Gobierno es concluir las dos vías de comunicación pendientes desde hace tres lustros: Barranca Larga-Ventanilla y Mitla-Tehuantepec. Conectar a la Costa y al Istmo significará un valor adicional para quienes visiten la capital y quieran ampliar sus experiencias de viaje en otras regiones del estado.
La complejidad de Oaxaca se resume en algunos datos presentados en esta edición de Forbes: una población de casi 4 millones de habitantes, que equivale al 6.8% de la población del país; la población económicamente activa asciende a 1.7 millones de personas; un estado con 570 municipios. En Oaxaca se produce más del 90% del mezcal de México, el destilado con mayor potencial y aceptación en mercados mundiales como el europeo y el asiático; contamos con el mayor parque de energía eólica del país, con 132 aerogeneradores y mil 200 millones de dólares en inversión. En 2019 el PIB creció 3.9%, solo la inversión privada se incrementó 20.4% entre 2018 y 2019. En el mismo periodo, la derrama económica por turismo incrementó 23.8%. Somos primer lugar en producción de papaya, segundo de piña, cuarto de café y quinto de miel a nivel nacional.
Entre otros momentos clave del mandato del Gobernador, vale la pena destacar algunos que hablan de cómo la filosofía de trabajo que ha impulsado se traduce en hechos: en 2018, Oaxaca creció al 4% colocándose en cuarto lugar entre los estados del país que mejoraron en este indicador; hace un año se anunció el Pacto Oaxaca, compromiso suscrito por el presidente de la República, nueve gobernadores y la Concamin, un pacto que sirvió, además, para mejorar la relación entre los sectores público y privado a nivel nacional; en noviembre pasado, el Aeropuerto Internacional de Oaxaca alcanzó una cifra que nunca había alcanzado: recibió a un millón de pasajeros en menos de un año. Estos hechos dan cuenta de cómo se fue superando en los últimos años la constante del conflicto social, y se dio paso a una nueva narrativa basada en las fortalezas del estado.
Vale la pena destacar que la edición de Forbes presenta un balance en distintos rubros: dedica un apartado a la infraestructura, otro al turismo, en el que destacan los Pueblos Mágicos: Capulálpam de Méndez, San Pedro y San Pablo Teposcolula, Villa de Mitla, Mazunte y Huautla de Jiménez. Mención aparte merecen las páginas dedicadas a Huatulco, que con nueve hermosas bahías tiene un potencial único en el Pacífico mexicano. Algunos datos que hablan por sí mismos del crecimiento de este destino formidable: hay 151 hoteles; en 2019 hubo una derrama de 8 mil 933 millones de pesos, 30% mayor que la de 2018. También se promociona a Puerto Escondido como el destino de surf favorito de México. Además, las páginas dedicadas a la gastronomía oaxaqueña confirman que pasa por su mejor momento. Finalmente, hay que detenerse a leer la bella carta que Yalitza Aparicio le dedica al estado que la vio nacer y crecer, lo que ya es un mensaje en sí mismo: nunca olvidar de dónde venimos.
“Crear, Construir, Crecer” representa más que un lema. Da cuenta, más bien, de un exitoso modelo de gobierno para el presente y futuro de Oaxaca. Hay que evaluar los resultados de estos años que evidencian un innegable cambio de rumbo respecto a los dos sexenios anteriores, en los que las protestas sociales eran el pan de cada día. Poco o nada se hizo para reencauzar los anhelos de los oaxaqueños. Hace cuatro años la ciudadanía le dio su confianza a un gobierno que ha trabajado esforzadamente, que tiene rumbo y claridad para concretar su legado en los próximos dos años. Se trata de garantizar un mejor futuro a las próximas generaciones. Recordemos que esto es lo que distingue a un estadista de un político: el largo plazo. Como lo confirma Forbes, hoy Oaxaca tiene un estadista en Alejandro Murat Hinojosa.
@pacoangelm