Comicios 2015: La Indiferencia y el Miedo: Luis Octavio Murat

Print Friendly, PDF & Email
  • luis-octavio-muratA medida que se acerca el 7 de junio, un creciente número de mexicanos, curiosos e inquietos, por cierto, ha empezado a plantearse diversas preguntas – muchas de ellas sin una respuesta válida, aun – y lo ha hecho no sólo en reuniones de amigos, sino también en círculos familiares, ahí donde la confianza es mayor y las respuestas fluyen más fácilmente.
  • En México hay 7 millones de ninis; las mujeres conforman el 75% de este grupo. ¿Votará este amplio sector de una juventud carente de horizontes? Y de hacerlo, ¿por qué partido sufragarán?
  • Actualmente, 4 millones de mexicanos con estudios superiores están sub-empleados. Más informados que el resto de sus compatriotas, ¿creerán en el poder del voto como medio idóneo para revertir el modelo económico y acceder al cambio por la vía pacífica? O, ¿acabarán sumándose a las filas del Partido Abstencionista Mexicano?
  • En el país hay 46 millones de personas en condiciones de trabajar. De ellas, 13 millones – léase un 28% de nuestra fuerza de trabajo– subsisten en la informalidad. Ellos generan un 25% del PIB; el gobierno ha planteado abatir la informalidad. ¿Votarán los informales por la continuidad de este gobierno?
  • Otra de las preguntas más recurrentes ha sido: ¿A qué vamos los mexicanos el día de las elecciones? ¿Votando cambiarán las cosas en el país? ¿Cambiará por eso el modelo económico neoliberal, y nosotros tendremos salidas? ¿Vale la pena ir a votar? Las respuestas son múltiples y de hondo calado.
  • Digamos por principio de cuentas que el próximo 7 de junio está en juego la conformación del marco jurídico sobre el cual se asentarán, en lo sucesivo, los poderes ejecutivo y legislativo. Está en juego, además, la continuidad del modelo económico vigente, y la permanencia del grupo en el poder.
  • Se define, en esta jornada electoral, el futuro inmediato y posterior de 115 millones de mexicanos de los cuales 51 millones son pobres. Digamos por principio de cuentas que los mexicanos acudirán a una cita con su futuro, el próximo 7 de junio, y que ahí, dentro de las 149 mil casillas distribuidas en todo el país, señalarán a quienes ocuparán en lo sucesivo 2 mil 159 cargos de elección popular, fin último de estas elecciones. En este contexto, los votantes se han preguntado qué diferencia hay entre transición y alternancia. Tal parece que pocos han comprendido la diferencia
  • Los mexicanos llegamos a esta cita inmersos en un ambiente de franco desinterés, y de miedo, también. El sistema de partidos ha tocado fondo; el viejo modo de celebrar elecciones también; ello, debido a que tanto los partidos como los políticos profesionales se han ganado el desprecio y el rechazo generalizado de la ciudadanía: ¡Que se vayan todos a la…! Tal parece que este es el sentir popular.
  • La ñoña mercadotecnia electoral se ha centrado una vez más en exhibir, como siempre, rostros de mujeres hermosas, dentaduras perfectas, el logotipo de un partido, y los nombres de una legión de desconocidos. Las campañas de lodo acabaron por socavar la confianza de los electores.
  • Estos comicios – conviene señalarlo – serán los primeros de este tipo: De aquí en adelante, los diputados que salgan electos podrán reelegirse hasta por tres periodos más, con miras a permanecer en el poder legislativo hasta el año de 2027. Ello, debido a las reformas sufridas por 31 artículos de la Carta Magna y gracias a los márgenes que brindan, alternativamente, la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, la Ley General de Partidos Políticos, y la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación.
  • La gente se pregunta, también, por la decisión que ha de tomar cuando esté detrás de la mampara, frente las urnas. La opinión generalizada es que la pista está empantanada. Según encuestas recientes, sólo un 30% del electorado se inclina por emitir su voto normalmente; otros proponen romper la papeleta, anular el voto, sufragar en favor de la oposición con tal de frenar el avance del PRI, y disidentes como Javier Sicilia han llamado a impedir la instalación de las casillas, y no ha faltado quienes sugieran bloquear el acceso a las urnas, con el consiguiente baño de sangre.
  • Al respecto, no está de más señalar que hay focos rojos en diversas regiones del país. En consecuencia, las elecciones intermedias van a darse en un ambiente de miedo, y con claros síntomas de crisis política, económica, y social. Hay miedo porque en México se han visto amenazadas la seguridad física y jurídica de todos los ciudadanos. Actualmente, el estado de Derecho está en entredicho.
  • En el estado de Guerrero, el Instituto Nacional Electoral opera siete sedes, nueve de ellas distritales, más la junta local, instalaciones que ya antes han sido cerradas, por la presión popular, sin contar la de Tlapa. Al clamor por la aparición con vida de los 43 de Ayotzinapa, se han sumado en contra de los comicios problemas tales como impunidad, desigualdad y pobreza. ¿Actuarán los padres de los 43 al momento de los comicios? ¿Habrá represión en su contra? O, ¿habrá una jornada electoral blanca, sin novedad?
  • Como quiera que sea, algunos observadores han coincidido afirmar que la partidocracia está llegado a su fin. La manera de ir a elecciones, también. En lo sucesivo – auguran – los candidatos serán ciudadanos surgidos de la muy amplia base popular; durante las campañas venideras, ya no habrá indiferencia ni miedo porque los mexicanos vamos camino a un sistema donde los independientes traerán consigo aire fresco y nuevo impulsos en pro de una verdadera transición democrática. Esa que esperamos desde hace 14 años. ¡Ojalá…!

Twitter: @luis_murat

Facebook: http://www.facebook.com/luisoctaviomurat

Blog: http://blog.luismurat.com