Cinco mineros Chilenos fuera de cámara

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«Aquí rezamos y jugamos al dominó», decía uno de los 33 mineros atrapados en la mina San José desde el pasado 5 de agosto. Uno de los que parecía estar en buen estado de ánimo. Algunos de los que aparecieron ayer en nuevas imágenes grabadas en el refugio donde se encuentran a 700 metros de profundidad se dirigían a las cámaras sonrientes.
 

Pero el mismo vídeo sirvió para que familiares y autoridades se percataran de que algunos presentan síntomas preocupantes de depresión. Más de una decena de ellos no aparecieron, un síntoma de que «no deben estar bien mentalmente», según los especialistas.
 
Cinco de los mineros atrapados se encuentran especialmente en riesgo. El ministro de Salud chileno, Jaime Mañalich, afirmaba ayer que «están más aislados, no quieren aparecer en pantalla, no se están alimentando bien. Yo diría que depresión es la palabra correcta».
 
Los cinco trabajadores han sido diagnosticados con un «mayor riesgo anímico» y signos de depresión tras recibir un cuestionario que se les envió hace dos días. Los más afectados estarían comiendo menos», según sus propios compañeros, que señalaron que «pasan mucho tiempo acostados y alejados del grupo».
 
Las autoridades sanitarias chilenas han comenzado su terapia a distancia. En la tarde de ayer, psicólogos y psiquiatras iban a comenzar a tratarles. «Hoy día vamos a realizar una entrevista psiquiátrica y vamos ahacer una suerte de terapia a distancia con cada uno de ellos», precisó ayer Mañalich.
 
Los 33 mineros están recibiendo las comidas, el agua y las vitaminas, y que los cuadros de diarrea que afectaron a algunos de ellos han sido superados.
Asimismo, se les mandó a través de las sondas un jabón detergente para lavarse la piel, «pues la suciedad y grasa corporal que tienen puede generar laceraciones», añadió.
 
Informados de la larga espera
 
Los mineros ya están informados de que su rescate se demorará varios meses y que, lo más probable, es que no puedan estar con sus familias hasta diciembre, como parte de la estrategia que están aplicando para prepararles física y mentalmente para los cuatro meses que estarán en el refugio, comentó Mañalich.
 
«Hemos podido decirles más o menos que no van a poder ser rescatados antes de Fiestas Patrias (el 18 de septiembre) y que esperamos estar con ellos antes de Navidad», anunció el ministro de Salud.
 
Mañalich cree que después de la «euforia» del primer contacto con sus familiares el pasado domingo, «lo más probable es que nos enfrentemos a un período de depresión, de angustia y decaimiento» por el encierro a 700 metros de profundidad en un refugio donde no llega la luz del sol, con mucha humedad y altas temperaturas.
 
«Estamos preparando fármacos para ellos porque sería ingenuo pensar que ellos van a ser capaces de mantener este tremendo ánimo que nos han mostrado durante tan largo período de tiempo», explicó.
 
ABC