En la recta final de las campañas electorales lo que pudiera quedar en la memoria de aquellos electores interesados en ir más allá de las plataformas electorales, simpatías o antipatías partidistas, el marketing político, las descalificaciones, la guerra sucia y el mar de promesas de los candidatos y candidatas a cargos de elección popular, es la certeza de que los triunfos y derrotas serán finalmente resultado de la fortaleza o debilidad de sus estructuras electorales, de eficacia de sus alianzas políticas, de la cuantía de su voto duro, de los estímulos en especie o en efectivo que fluyó en las campañas – y la que fluirá el día de la jornada electoral- hacia sus clientelas y los votantes volátiles, y de las estrategias trazadas para defender su voto en las urnas y ante los tribunales electorales.
No viene al caso comentar sobre las campañas que prácticamente fueron inexistentes ,como buena parte de las que debieron realizar los candidatos a diputados federales, o la de diputados locales que, aún cuando mostraron mayor esmero para recorrer sus distritos, la gran mayoría prefirió hacer campaña desde las redes o los noticieros de las radios comerciales y piratas, exentas en buena medida de la fiscalización del INE.
Las llevadas a cabo por las planillas de los municipios más competitivos merecerán un comentario aparte, pero por ahora habrá que reconocer que en la mayoría se registró una fuerte competencia y participación ciudadana.
En cambio, en lo que necesariamente hay que detenerse y trazar escenarios sobre su desenlace son las campañas de los candidatos a senadores. Y por dos razones: primero, porque la Senaduría ha sido la antesala natural para quienes aspiran a gobernar la entidad; y segundo, porque en esta elección están en juego tres proyectos políticos que apuntan al 2022: uno representado por Morena y AMLO, otro por el exgobernador Ulises Ruiz, por la vía del binomio PAN-PRD y el tercero representado por el proyecto yupicrático de la familia Murat.
Salvo los competidores internos que pudieran encontrarse en el camino, que los encontrará y con mejores perfiles, quien ya tiene asegurada la senaduría y con seguridad desde ahí trazará la ruta para su segunda vuelta, es Salomón Jara. Es hombre de todas las confianzas de Andrés Manuel López Obrador , sin embargo ha acumulado más negativos que positivos fuera y dentro de su propio partido que no extrañaría que, con los reacomodos que ya se anticipan en la dirigencia y estructura estatal de Morena para después de las elecciones, su liderazgo e influencia se verán seriamente disminuidos.
Desde la casa de enfrente, aparecen otras dos opciones coincidentes en términos de garantizar el continuismo y/o continuidad del viejo régimen pero contrapuestos en lealtades de grupo e identidad partidista.
Impulsado abiertamente por el muratismo y en esa medida respaldado en lo económico y político por el aparato gubernamental, Raúl Bolaños Cué tiene como principal adversario a Héctor Pablo Ramírez Puga, priísta de toda la vida, hasta que el veto del presidente de la Fundación Colossio lo colocó en en este proceso electoral en el bloque opositor perredista-panista.
Las campañas de ambos han sido una abierta demostración de poder económico, presencia mediática, golpes bajos, control de sólidas estructuras territoriales y pactos de todo tipo para pelear la primera minoría, pues las dos de mayoría ya las tienen casi en la bolsa Susana Harp y Salomón Jara.
Es tan intensa, ruda y cerrada la competencia que a pesar de cada uno asegura contar con encuestas que les otorgan ventaja suficiente , lo cierto es que esta contienda se definirá hasta el primero de julio . Y si en esta definición el PRI-gobierno cae en la tentación de ensuciar la elección,como de hecho ya lo estaría procesando, que no nos extrañe si la contienda termina en tribunales.
Al final de cuentas la rispidez de esta disputa por el tercer lugar también puede explicarse como parte de ese largo ajuste de cuentas políticas que vienen librando desde ha tiempo y en varios frentes los exgobernadores priístas Ulises Ruiz Ortíz y José Murat Cassab.
Twitter: @YescasIsidoro Junio 22 del 2018.