Año viejo, Año Nuevo…1 de Enero: Bersahín López

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Estamos a punto de concluir un año más, que el calendario personal y el de la vida pública avancen un peldaño, 2013 represento la oportunidad de poner en practica la estrategia, los conocimientos, la inteligencia o simplemente las ganas, para poder alcanzar los objetivos personales y las metas en común como sociedad.

Los buenos deseos de principios de año, se diluyen en los últimos días de este mes, quedan las frustraciones de lo no logrado, las alegrías de las metas alcanzadas, las tristezas de las decepciones obtenidas, los amores conquistados, el conocimiento de las experiencias vividas, pero sobre todo se mantiene la esperanza, de que en unas horas cuando muera este año y comience el nuevo, tendremos la oportunidad de revivir esas promesas no cumplidas, de dar cauce a esos anhelos convertidos en simples buenos pensamientos, pero que con un nuevo año, vuelven a adquirir el estatus de “realidades en construcción”.

En lo estrictamente personal, buscamos el desarrollo en todos los sentidos, profesional, familiar, físico, de salud, obteniendo nuevos retos, que permitan que el espíritu se fortalezca ante cada prueba que la vida nos obsequia, para seguir creciendo como seres humanos; el año viejo y el nuevo, paradójicamente en los últimos días y horas de uno para arribar al otro, se convierte en una pausa, donde se vale arrepentirse y reprogramar, celebrar pero exigirse mayor esfuerzo, reír por el presente sin dejar de preocuparse por el futuro, despedir un año dando la bienvenida a un nuevo reto, que representa la oportunidad de reinventarse para crecer y no estancarse. 

Nuestros Municipios, Estado y País, vivieron en este 2013 situaciones que nos demostraron, que es mucho más grande esta Nación, que los intereses personales o de grupo, que ponen en riesgo la estabilidad social, que incrementan la pobreza y elevan los índices de inseguridad y zozobra, México vivió en este año, momentos que marcaron el presente y señalaron caminos para el futuro, sin saber si es la senda correcta, pero que es la que múltiples factores y decisiones nos impusieron.

Se nos fue un año más, entre señalamientos que polarizan y pocas acciones que provoquen mejoras en todos los sentidos, sentimos la angustia de una selección nacional de futbol, que estuvo a punto de dejarnos sin la oportunidad de olvidarnos de nuestra realidad y vivir desde nuestros televisores un mundial más en el verano del 2014, fuimos testigos de las descalificaciones de unos contra otros, por las reformas constitucionales que se promovieron desde las altas esferas del poder, lo que dividió a antiguos aliados y junto, a los que hasta hace algún tiempo parecían irreconciliables, estrenamos leyes, impuestos, decretos, pronunciamientos, firmas de pactos de buena voluntad, pero el País sigue sin estrenar una realidad, donde la pobreza, la marginación y el analfabetismo, hayan sido sustituidos por la prosperidad social, el crecimiento económico, el avance de la ciencia y la tecnología, lo que nos dé la oportunidad de vivir mejor, más felices e integralmente desarrollados.

Oaxaca y sus municipios, vivieron la realidad de cruentas campañas electorales, lo mismo en comunidades regidas por el sistema de partidos políticos, que en aquellas donde prevalecen los usos y costumbres, hoy también llamados sistemas normativos internos, se eligieron autoridades municipales y representantes populares al Congreso del Estado, estrenamos este año Legislatura Local, el primero de enero, después de impugnaciones, descalificaciones, negociaciones e integraciones, tendremos nuevos presidentes municipales que junto con sus cabildos, esperemos trabajen todos los días para ir cambiando paulatinamente la realidad de nuestras comunidades.

Las rencillas del año viejo y los buenos deseos del nuevo 2014, serán la combinación perfecta, para armonizar actitudes, reinventar formas de participación social, comenzar a trabajar para hacer realidad el decálogo de buenas intenciones, terminamos y comenzamos casi al mismo tiempo, un minuto, un segundo, nos separa del pasado, del presente y futuro, por ello es tan corto el momento en que una decisión marca un primer día, un primer mes, todo un año, siendo factor para repercutir en toda una vida.

El 1 de enero de 2014, nos espera la estafeta de los buenos deseos y las acciones para lograrlos, vivamos con la intención de sentirnos plenos en lo que hacemos, aportemos a esta sociedad nuestro granito de arena, para construir esa sociedad justa y de valores que necesitamos; ante la adversidad mostremos fuerza de voluntad, ante la tristeza la fortaleza que nos haga valorar más una sonrisa dibujada en nuestro rostro y en el de los demás, busquemos hasta por debajo de las piedras a los valores que se han extraviado en el pasar de los años, volvamos a colocarlos en nuestra vida diaria, que estén presentes en nuestros hogares y se manifiesten de manera contundente en nuestra sociedad, en el país, contagiando al mundo entero, nos hace falta y mucho.

Desde este espacio deseo a todas y todos, un excelente fin de año y un maravilloso 2014, seamos más humanos, más hermanos, más humildes, los finales nos enseñan a que siempre hay un camino más allá que seguir, con un final feliz o una dura enseñanza, siempre es mejor experiencia para tener esperanza, que vacío que nos deje sin aliento, sin sueños, ni deseos.

Las coincidencias, crean innovaciones, encuentran amores, descubren caminos, marcan vidas y  señalan destinos, que las coincidencias de leernos y entendernos, nos den la oportunidad de construir juntos sin conocernos, que este 2014 junto a todos los actores principales de la nación, tengamos la oportunidad de construir desde nuestra realidad, así tendremos millones de sueños entrelazados en un solo objetivo: un deseo permanente de año nuevo, que en el último mes se manifieste en una verdad inacabada, que nos haga avanzar y ser mejores, en un nuevo deseo, pero con una nueva y mejor realidad…

FELIZ 2014