Alicia Pesqueira, amante de la historia, pasó a la historia: Alfredo Martínez de Aguilar

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* No obstante sus valiosas aportaciones al arte y la cultura, a nuestro juicio, el mayor legado de doña Alicia y don Enrique, es el trabajo que realizan sus hijos por Oaxaca y por los oaxaqueños.
* La historia contemporánea de la capital oaxaqueña no se explica sin las trascendentes obras realizadas por don Enrique de Esesarte que contribuyeron decididamente a su modernización.

En la década de los 50 llegaron a residir a la capital oaxaqueña dos personas extraordinarias, el joven matrimonio de doña Alicia Beatriz Pesqueira Olea y don Enrique de Esesarte Gómez.

Arribaron por la magia del amor y hechizados por la cultura oaxaqueña. Ella historiadora, él arquitecto. Ambos egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Eran personas excepcionales, seres de luz, que iluminaron la vida de Oaxaca. Doña Alicia, políglota, hablaba inglés, francés, italiano y alemán, don Enrique modernizó la construcción en Oaxaca.

No obstante sus valiosas aportaciones al arte, la cultura y la docencia, su mayor legado como esposos y padres es el trabajo que realizan sus hijos por Oaxaca y por los oaxaqueños.

La aportación de los dos al deporte fue invaluable al ser pioneros del tenis. A petición de doña Alicia don Enrique construyó la primera cancha en su hogar en la hoy Privada de Mangales.

Beatriz, fundó hace 30 años la Escuela de Natación Acuarela, a lo largo de los cuales ha hecho importantes aportaciones a nivel mundial en materia de Educación Acuasomática.

Después de varios años fuera de Oaxaca, Adriana, llamada familiarmente Curry con cariño, volvió a su Ítaca y fundó Ítaka Comunidad Educativa, con el modelo de libertad educativa Montessori.

Manuel Esteban, fue Regidor de Educación, Cultura y Deporte, presidente municipal interino en la capital, de 2006 a 2008, diputado federal dirigente municipal del PRI y hoy nuevamente regidor.

El ambientalista Enrique de Esesarte impulsa el Movimiento Bicicletero de Oaxaca y participa activamente en la Asociación Civil Comunitaria “Vive la Calzada”, que promueve la vía recreativa.

A ellos, se suman Alicia, la mayor, Cecilia, que en paz descanse al lado de sus padres, y Laura. Escribir sobre la intensa vida de la familia De Esesarte Pesqueira, requiere más de un libro.

Amante de la historia, la Maestra Alicia Pesqueira, pasó a la historia como la primera Presidenta Municipal de Oaxaca de Juárez y como Directora del Museo de Arte Prehispánico Rufino Tamayo.

El 13 de enero de 2004 doña Alicia, se convirtió en la primera mujer en gobernar Oaxaca de Juárez, a 472 años de ser elevada a la categoría de ciudad por cédula real del emperador español Carlos V.

Ese día, durante la sesión de cabildo, Gabino Cué Monteagudo solicitó licencia a la presidencia municipal capitalina, y la maestra asumió el cargo de manera interina en la capital oaxaqueña.

A los 69 años, doña Alicia asumió el cargo con un amplio bagaje cultural y de trabajo comunitario al ser directora del Museo de Arte Prehispánico de México Rufino Tamayo desde 1974.

Fue presidenta de varios organismos, del Consejo Consultivo de Colaboración Municipal, del Patronato del Teatro Alcalá y del Consejo Consultivo del Centro Histórico, entre otros cargos.

Acompañado de miembros del Cabildo, expresidentes municipales, servidores públicos, familiares y amigos, el Presidente Municipal Oswaldo García Jarquín presidió el homenaje y guardia de honor en memoria de la primera mujer que gobernó la ciudad capital, en 2004.

“Mujer comprometida con el arte y la cultura de Oaxaca, con uno de los mayores retos que fue dirigir y conservar el matiz único del Museo Prehispánico de México, Rufino Tamayo”, destacó el munícipe capitalino Oswaldo García Jarquín al rendirle justo y merecido homenaje en el Cabildo.

El alcalde capitalino y los concejales, así como la ciudadanía presente, guardaron un minuto de silencio en memoria de doña Alicia Beatriz Pesqueira Olea, madre del Regidor de Protección Civil Municipal y de Zona Metropolitana, Manuel Esteban de Esesarte Pesqueira, quien falleciera el pasado martes 23 de julio .

También dijo que fue reconocida en la Gaceta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), publicada el 29 de noviembre de 1954, como alumna que obtuvo los tres mejores promedios de calificaciones en el año escolar 1953 en la Facultad de Filosofía y Letras, por la Maestría en Historia Universal.

La mejor semblanza de doña Alicia la hizo su sobrino Ignacio Pesqueira Tauton, quien resaltó  “su capacidad humana, liderazgo y su calidad humana, la convirtieron en una figura emblemática de la comunidad oaxaqueña”.

“Una auténtica autoridad moral, referente de integridad y un nombre del que muchos se quisieron colgar al grado que durante muchas décadas la buscaron de distintos partidos políticos para pedir su apoyo y construir políticas desde la plataforma que su nombre y trayectoria ofrecía”.

A diferencia de otros personajes dedicados a la cultura y a la política, que han llegado a saquear los recursos de Oaxaca, doña Alicia Beatriz y don Enrique llegaron a aportar su talento y trabajo.

La historia contemporánea de la capital oaxaqueña no se explica sin las trascendentes obras realizadas por don Enrique de Esesarte que contribuyeron decididamente a su modernización.

Ahí está el reencauzamiento del Río Atoyac, el entubamiento del Río Jalatlaco, la Calzada de la República y el Anillo Periférico, así como la reubicación de los principales mercados de la ciudad.

Otra trascendente obra en materia cultural es la restauración y adecuación del edificio que alberga a la Biblioteca Pública Central Margarita Maza de Juárez, en el corazón del centro histórico.

Enrique de Esesarte egresó de la Escuela Nacional de Arquitectura en 1949 y antes de iniciar su ejercicio profesional en Oaxaca, había hecho un viaje a California con su amigo Antonio Attolini

Lack, especialmente para conocer las casas que en ese estado había realizado Richard Neutra.

Esa experiencia fue decisiva en su formación, así como también la enseñanza que obtuvo de sus maestros Ramón Marcos y Augusto H. Álvarez, recuerda Marco Antonio Aguirre Pliego en su obra La arquitectura de Oaxaca en la segunda mitad del siglo veinte.

Refiere que la demanda recurrente de sus servicios profesionales hizo que Enrique de Esesarte dedicara pocos años a la docencia en la Escuela de Arquitectura local. Es importante, antes de seguir, describir el surgimiento de dicha Escuela.

Comenzó el curso de primero el 5 de julio de 1958, con cinco maestros y cuatro alumnos; los primeros, fueron Francisco Calderón Flores, Octavio Flores Aguillón, Enrique de Esesarte Gómez,

Miguel Jiménez Garay y Rafael Morales y Guerrero.

 

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