El anuncio de redadas masivas para detener inmigrantes ilegales en Estados Unidos el domingo pasado fue acompañado de un mensaje de Donald Trump en Twitter en contra de cuatro congresistas de su país que han impulsado una agenda ciudadana, plural y enfocada en las minorías. El mensaje mostró el lado más racista de Trump y su desafío a cualquiera que no comparta sus ideas. Lo exhibió de cuerpo entero. En resumen y sin aludirlas directamente señaló:
“Qué interesante ver a las congresistas demócratas ‘progresistas’, que proceden de países cuyos Gobiernos son una completa y total catástrofe, y los peores, los más corruptos e ineptos del mundo (ni siquiera funcionan), decir en voz alta y con desprecio al pueblo de Estados Unidos, la nación más grande y poderosa sobre la Tierra, cómo llevar el Gobierno. ¿Por qué no vuelven a sus países y ayudan a arreglar esos lugares, que están totalmente rotos e infectados de crímenes. Entonces que vuelvan aquí y nos digan cómo se hace”, publicó Trump.
Tres de las congresistas son estadounidenses de nacimiento: Alexandria Ocasio-Cortez, la joven neoyorquina de origen puertorriqueño que se ha convertido en una fresca figura de oposición a Trump; la afroamericana Ayanna Pressley de Chicago; Rashida Tlaib, representante por Michigan de padres palestinos; e Ihlan Omar, que llegó a Estados Unidos desde que era niña procedente de Somalia. Representan una victoria cultural en las elecciones intermedias de noviembre pasado. Tlaib y Omar son las primeras musulmanas en ser electas a la Cámara de Representantes.
La presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi condenó los comentarios de Trump y señaló que : “En lugar de atacar a congresistas, debería trabajar con nosotros en una política migratoria humana que refleje los valores estadounidenses”. Además comentó que el ataque contra las cuatro congresistas refleja que su lema: “Hacer América grande de nuevo” en realidad ha sido siempre “Hacer América blanca de nuevo”. Y es que Trump, en cada una de sus declaraciones se dirige a su base electoral, conformada por familias tradicionales que ven en los inmigrantes una amenaza y que en las elecciones de 2016 le creyeron respecto a que eran ellos el principal problema por dos motivos creados en su discurso de campaña: le quitan los empleos a los ciudadanos norteamericanos y son delincuentes que roban y asesinan.
“Squad” (El Escuadrón), como se ha denominado al grupo de cuatro legisladoras que fueron agredidas por Trump y que mantienen posturas críticas a su administración tiene el claro liderazgo de Alexandria Ocasio-Cortez. Se trata de la mujer más joven en ser electa para la Cámara de Representantes. Con 28 años se hizo de un lugar en el espacio público norteamericano. Neoyorquina de padres puertorriqueños participó en la campaña de Bernie Sanders cuando buscó la candidatura demócrata a la presidencia de Estados Unidos y en su agenda destaca haber presentado la resolución del «New Green Deal», una propuesta para luchas contra el cambio climático y la pobreza de Estados Unidos; asimismo, defiende el seguro médico para todos y se ha reprobado las condiciones de los centros de detención de los inmigrantes en la frontera sur de su país.
Recientemente Trump la comparó con la argentina Eva Perón. Según se consigna en el libro American Carnage: On the Front Lines of the Republican Civil Wardel periodista Tim Alberta,Trump estaba viendo televisión con sus asesores políticos cuando vio por primera vez a Ocasio-Cortez, mientras ella hacía campaña contra el representante demócrata Joe Crowley en Queens. “Veo a una mujer joven desvariando y delirando como una lunática en una esquina, y dije: Eso es interesante, vuelve. Ella tiene talento, ésta es la buena noticia. La mala noticia: ella no sabe nada. Esto es Eva Perón. Esto es Evita”.
La marcada misoginia y xenofobia del mandatario del país más poderoso del mundo y sede de organismos internacionales como la ONU es muestra de la descomposición de su administración de cara a las elecciones de 2020. Trump busca su reelección a como dé lugar, pero frente a este objetivo tiene, además de una larga lista de aspirantes a la candidatura demócrata, de entre quienes sobresale Joe Biden, el ex vicepresidente de Barack Obama, a los nuevos liderazgos de las representantes demócratas, que empiezan a marcarle la agenda precisamente porque han sabido exhibir las flaquezas de su discurso autoritario y ofensivo.
Frente a las descalificaciones de Trump, Ocasio-Cortez ha dicho que: “Está enojado porque no puede concebir un Estados Unidos que nos incluya a nosotras. Confía en un Estados Unidos asustado para su saqueo”. Continuó en otro mensaje: “¿Pero sabe cuál es el problema de todo esto, señor presidente? Además de no aceptar a un Estados Unidos que nos eligió, tampoco puede aceptar que no le tememos. No puede aceptar que denunciaremos su engaño y ofreceremos una visión positiva para este país. Y eso es lo que lo pone furioso”.
Es conocida la historia bíblica de David contra Goliat, un joven inexperto en la guerra que vence con astucia más que fuerza a un guerrero mítico de proporciones colosales. Lo interesante de los tiempos que vivimos es que hoy en Estados Unidos no es un David, sino Alexandria y sus compañeras quienes demuestran que el poder no las intimida; al contrario, las motiva a ponerle límites a los abusos de un tirano.
*Director General del ICAPET.