Los Alebrijes de Oaxaca son campeones de la Liga de Ascenso MX. En un emocionante partido, se impusieron al Zacatepec de Morelos, pues aunque empataron a dos tantos, el resultado global fue de 5-3 a favor de la escuadra oaxaqueña. El templo Alebrije se convirtió en una gran fiesta familiar, en la que miles de aficionados disfrutaron del buen futbol y del triunfo de un equipo que se ha ganado el corazón de las niñas, los niños y la juventud oaxaqueña. Los Alebrijes están en la antesala de ser parte de la Liga BBVA MX y darle a Oaxaca la sede de un equipo de primera división que nunca ha tenido.
¿Qué proyecta el triunfo de los Alebrijes del viernes pasado? Sin duda, que hay una renovada confianza en el estado, de los empresarios, y de quienes hacen posible que el futbol sea un deporte profesional y un espectáculo que emociona a millones de personas alrededor del mundo. El triunfo de Alebrijes viene a confirmar que Oaxaca está mejor que nunca, pues así como el turismo no deja de visitar nuestra capital, la afición ahora tiene un equipo triunfador, y por cierto que también hay un segmento turístico que se mueve de acuerdo al futbol. Aspecto que debemos subrayar en el deseo de que los Alebrijes jueguen en la máxima liga del futbol mexicano.
Como lo señaló David Faitelson, “Alebrijes Oaxaca gana título de la división de ascenso. Gran temporada. Felicidades. Sería muy interesante que el futbol mexicano de primera división llegue a una ciudad y un estado tan tradicional, bello e histórico como Oaxaca”. Nadie duda hoy de la veracidad de esta afirmación, luego de un final de temporada que sirve para poner en balance el gran año que ha tenido Oaxaca en la difusión de su cultura a nivel internacional, ejemplo de ello son los otros alebrijes oaxaqueños, que engalanaron el Festival Eldorado Lille 3000 desde abril pasado y ahora brillarán en París demostrando que Oaxaca está de moda y que su presencia internacional se consolida.
El Gobernador Alejandro Murat Hinojosa junto con su esposa, la señora Ivette Morán, sus hijas e hijo, acompañaron el triunfo de los Alebrijes de Oaxaca rodeados de la afición, como cualquier familia oaxaqueña. ¿Qué significa que un gobernador acuda a un estadio en nuestros tiempos, apoye a su equipo y conviva con la gente en plena paz? Es una señal de que los tiempos han cambiado y que el ejercicio del poder en Oaxaca se construye con la gente. Imposible imaginar una imagen así hace tres o seis años, cuando los gobernadores eran resguardados por equipos y vallas de seguridad. Hoy tenemos un gobernador cercano a la gente y que se une al deseo de que el deporte y la cultura ganen espacios para la sana convivencia.
El futbol construye historias de éxito. A través de él se han realizado los sueños de millones tanto espectadores como jugadores. Al promover el talento, el esfuerzo y la disciplina, el futbol es un referente de un mundo civilizado, en el que la rivalidad, la competencia y la lucha pueden canalizarse a través del deporte, del esfuerzo físico. Una de estas historias de éxito muy notable en el mundial de Rusia 2018 es la de Kylian Mbappé. Este joven de apenas 20 años se convirtió en una de las estrellas del mundial y se coronó con la selección francesa campeón del mundo.
Mbappé representa una gran historia de superación personal que debería inspirarnos a dar lo mejor de nosotros en todas las áreas de nuestra vida. Creció en Bondy, cerca de Sena-Saint-Denis, uno de los suburbios más pobres de Francia. Hijo de inmigrantes, su padre camerunés y su madre argelina, el entorno no lo determinó. Frente a un panorama poco alentador de marginación y violencia, Mbappé salió adelante en las canchas de su barrio, primero, y después en las filas de las fuerzas inferiores de equipos de fama mundial como el Mónaco, con el que debutó a los 16 años, antes de convertirse en estrella del Paris Saint Germain.
Según Pascal Blanchard, especialista en inmigraciones, la selección francesa que ganó en Rusia su segundo campeonato del mundo, además de ser la segunda selección más joven, con un promedio de edad de 25 años, también fue reflejo de una juventud francesa nacida de múltiples culturas. Frente a las reivindicaciones nacionalistas en Francia y el rechazo a lo diferente, una generación de hijos de inmigrantes ganaba para su país su segundo mundial en la historia después de su primer triunfo en el mundial de Francia 98, cuando Mbappé aún no nacía.
En la temporada del mundial pasado las fotos de Mbappé en un cuarto modesto lleno de posters de su ídolo, Cristiano Ronaldo, sacudieron las redes. Un día era el niño de 12 años que visitaba emocionado a su figura a seguir en el Real Madrid, y de repente, poco tiempo después, recibía el Premio al Jugador Joven de la FIFA. Frente a dos de los principales líderes políticos del mundo, Emmanuel Macron y Vladimir Putin, el apellido Mbappé ganó más corazones entre la niñez y juventud del mundo, que ahora tenía un nuevo ídolo notablemente más humilde y agradecido que el famoso y a veces arrogante CR7.
El futbol promueve historias como ésta. Ninguna persona está predeterminada a permanecer en las condiciones de inequidad en que nació. La clave es desarrollar el talento, empoderar a las personas, y buscar caminos al éxito como la educación, el deporte y la cultura. Este modelo lo conocen y lo impulsan el Gobernador de Oaxaca y su esposa, que corren maratones y creen en el valor de hacer realidad el viejo principio griego: “mente sana en cuerpo sano”.
El triunfo de los Alebrijes es motivo de celebración, de orgullo, de confianza en nosotros mismos. Este gran equipo nos ha demostrado que no hay imposibles y que Oaxaca puede ser exitoso en el deporte, como ya lo es en otros ámbitos. Es un gran cierre de año para el estado, y la victoria del viernes pasado renueva nuestro entusiasmo en que 2020 será mejor. Inicia un periodo de paz, amor y sana convivencia, pero también de reflexión sobre los proyectos que nos proponemos realizar en 2020, una vez que terminen las fiestas decembrinas. Inspirados por nuestros Alebrijes y por jóvenes como Mbappé, que han hecho realidad sus sueños, pensemos en que también de nosotros depende que Oaxaca siga siendo sinónimo de paz, crecimiento y éxito.
*Director General del ICAPET