Aeropuerto: Luis Octavio Murat

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“Puesto que solo el soberano, que es el pueblo en cuerpo, está cualificado para hacer la ley, esta no puede ser injusta. El soberano es cada uno de nosotros, y nadie es injusto consigo mismo. Ningún gobierno podría estar por encima de las leyes, puesto que todo gobierno es un delegado del soberano. Estando sometido a las leyes, se es libre, puesto que ellas no son más que registros de nuestras voluntades.” Del Contrato Social J.J. Rosseau

El nuevo gobierno consultará al pueblo sobre dos opciones: Continuar la obra del Nuevo Aeropuerto iniciada por el actual gobierno, o reconstruir el Aeropuerto Militar de Santa Lucía al que se le agregarían dos pistas más para satisfacer la demanda creciente de pasajeros y el intenso tráfico aéreo por unos años más.

Por su parte, el nuevo gobierno se concretará a contar las opiniones de la población emitidas y depositadas en las urnas durante el mes de octubre, y luego hacer como que obedece la voluntad popular. Pero, no somos niños a los que se puede alimentar solo con la papilla de la democracia, comentaba Lenin en uno de sus discursos, pues evidente es que la decisión de continuar con la construcción del Nuevo Aeropuerto se tomó hace unos días, al corregirse a tiempo la metida de pata con el tema del Aeropuerto de Santa Lucía.

Ahora bien, en caso de continuar la obra del Nuevo Aeropuerto (como ocurrirá) y surgirán problemas posteriores, la culpa caería sobre los gobernados y no sobre el gobierno que inicia labores. En cambio, si el Nuevo Aeropuerto resultara un éxito será gracias a la visión democrática del nuevo gobierno. Ese es el verdadero objetivo de la consulta: Lavarse las manos.

“Llamo a los mexicanos para que participemos todos en este ejercicio democrático, y entre todos decidamos lo que sea mejor para la nación, para el interés general. No debemos preocuparnos por el tiempo que nos lleve porque es un asunto trascendente. No limitaremos la decisión a un solo hombre o un puñado de técnicos, si no que se pondrá a consideración de todos los mexicanos”, afirmo Andrés Lopez.

Como podemos darnos cuenta la pelota se aventará a la cancha de la ciudadanía, y será la decisión de todos los mexicanos la viabilidad de la construcción cuyos resultados tendrán carácter vinculatorio para tomar la decisión final.

La obra actual del Nuevo Aeropuerto tendrá un costo aproximado de 13 mil millones de dólares. Su avance es del 31%; se han invertido 140 mil millones de pesos, a través de 321 contratos repartidos entre 292 empresas.

Construir dos pistas en el Aeropuerto Militar de Santa Lucía tendría un costo aproximado de 70 mil millones de pesos. Pero, el funcionamiento de este aeropuerto es inviable (Mitre) con el funcionamiento del actual aeropuerto internacional. Es decir, o uno u otro, lo que ocasionaría que, en unos años, más se tendría la misma problemática de capacidad de operaciones y la saturación se repetiría.

La Base Militar de Santa Lucía es un aeropuerto que fue inaugurado el 24 de noviembre de 1952 por Miguel Alemán, Presidente de México. “Tiene una de las pistas de aterrizaje más largas (3,040 metros, y 410 metros de umbral desplazado en la cabecera 22) es la pista más ancha del país (75 metros).

Lo nuevo tiene ventajas, siempre que se cumpla con la seguridad, con la honestidad en las licitaciones y los contratos, se eviten las afectaciones a Ciudad de México principalmente las ambientales, tema fue abordado por Claudia Sheinbaum cuando ya era evidente que se había dado linea para continuar la obra del Nuevo Aeropuerto.

Un dato importante para tomar en cuenta es el descrédito en el que caería el nuevo gobierno ante los mercados financieros, los bancos, las calificadoras y demás instituciones nacionales e internacionales, en el caso de cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto, toda vez que a nivel internacional el gobierno se debilitaría al no cumplir con los contratos firmados.

Por otro lado, las calificaciones técnicas y científicas del pueblo sobre el tema aeronáutico no son suficientes como para opinar si es conveniente o no, cualquiera de las dos opciones propuestas por Andrés Lopez.

¿De que serviría la opinión del contador, del abogado, del que repara zapatos, del que vende tamales, del chofer de un taxi, de un guarura, de los estudiantes de medicina, de los odontólogos, de los políticos, de todos aquellos para los que la aeronáutica es un tema que solo se toca para viajar? Y digo aeronáutica con la ignorancia de no saber a ciencia cierta todas las áreas que requieren conocimiento para definir la viabilidad o no de un proyecto de ese tamaño, como mecánica de suelos, medio ambiente, economía y finanzas, arquitectura, urbanismo, y un largo etcétera.

Seamos claros, la responsabilidad y la decisión de continuar con la construcción del Nuevo Aeropuerto, o de reconstruir la Base Militar de Santa Lucía le corresponden al gobernante, “que es el pueblo en cuerpo”, para eso fue electo, para hacer “lo que está bien y conforme al orden, lo está por naturaleza de las cosas, independientemente de las convenciones humanas.”

@luis_murat