El agua potable a la capital es un servicio fundamental. Ningún otro alcanza su importancia. Por eso el compromiso de las autoridades por proporcionarlo así sea “tandeado” e insuficiente. En Oaxaca se caracteriza por su distribución inequitativa: abundante y barata para los nuevos ricos que se han apoderado de San Felipe y otras áreas privilegiadas por la especulación predial y “pichicateada” al grado de su inexistencia a las colonias populares. El agua es el termómetro de la ineficacia burocrática.
Actualmente se empieza a gestar un “movimiento ciudadano” a favor de su privatización. Es decir convertirla de compromiso ineludible de los gobiernos para la sociedad, en un negocio privado. Esto tiene dos vertientes:
1.- Privatizarla significa que el gobierno en este caso estatal se deshace de otro compromiso con la sociedad. Al paso que va, podrá privatizar la vigilancia policíaca, la recolección de basura y el ordenamiento vial, con los escasos “tamarindos” de tránsito. ¿A qué se dedicará entonces esa burocracia de un gobierno que prometió “el cambio” y deviene cada vez más en gobierno inexistente pero muy caro? ¿Qué harán con los miles de burócratas que “culiatornillados” por apenas 6 horas, no tendrán función alguna? ¿Para qué elegir autoridades que lo único que hacen es privatizar servicios y evadir responsabilidades con el pueblo que dicen gobernar?
2.- Privatizar el agua, la basura y los pocos servicios que dependen del municipio significa abrir negocios cuantiosos para amigotes y empresarios a los que esa oportunidad implica contubernio obvio. Así, se ampliará el número de presidentes municipales “Chedraui” Que después saltan a otro “trapecio” político a seguir medrando con los recursos del pueblo.
El agua, insuficiente para un área conurbada que crece como amiba, sin orden ni concierto y sin “Plan de Desarrollo Urbano” que presumieron burócratas priístas de segunda, escaseará aún más. ¿Acaso algún burócrata pensó en aprovechar parte de las lluvias torrenciales con obras sencillas de retención en las alturas próximas a la ciudad y enriquecer los mantos acuíferos? O ¿no las promueven por que son obras que no “apantallan”? Ahora la crisis del agua se torna permanente y creciente. Todo por la expansión de “Desarrollos urbanísticos” que en rigor son “pichonavits” con casitas de cartón. Estos solo revelan negocios suculentos para empresarios incluso transnacionales y estafas para incautos. ¡Ah, y cortes de listón por gobernantes que presumen con inversiones empresariales y no gubernamentales! Esos “desarrollos urbanísticos” solo están elevando la escasez del agua en la zona conurbada. Roban el agua de los pueblos y siembran “huevos de dragón”: conflictos entre pueblerinos y condóminos. ¿Y el agua para esos “pichonavits”? ¡Pues a ver cómo se las arreglan!.
En estos días como cereza del pastel, el organismo ¿municipal?, ¿estatal?, ADOSA”OPACO” revela su ineficacia. El agua no llega a zonas urbanas tradicionalmente dotadas, aunque eso sí ¡cada 13 o 15 días! Ante la angustia de los ciudadanos, ese organismo promete enviar “pipas” ¡Con el agua más apestosa que pueda imaginarse! Obvio la ciudadanía está indignada. Si no paga religiosamente su recibo de agua ¡que le llega cada quincena!, se la cortan. Pero, el servicio “quincenal” de dotación de agua es pésimo
La sociedad ahora se entera vía “radio bemba”: los rumores, Se dice que “colapsaron” los ductos que agua de San Agustín Etla. Y que el gobierno estatal y municipal o ADOSA”OPACO” no tienen dinero para enfrentar la contingencia. Nadie está bien enterado. Y esas instancias: dos gobiernos y una dependencia no se acomiden a informar intensamente a la sociedad qué demonios pasa con el agua ni cuando se resolverá a medias la sequía. ¿Pensar que algunos “brillantes legisladores” proponen que se apruebe la reelección en puestos de elección popular? ¿Usted los reelegiría?